CONCIENCIA DE LA RESPIRACIÓN COMPASIVA
RECIBIR AFECTO
Esta primera semana del taller te recomiendo enfocarte en reconectarte con el amor incondicional como algo que está adentro de ti, y no afuera. Estos ejercicios para la vida cotidiana pueden ser muy útiles:
1. Cobra conciencia de cómo estás contigo a través de cómo te hablas. Nota el lenguaje que usas en el diálogo interno sobre ti mismo. Nota, en particular, cuando te castigas, te regañas, o te insultas. Cuando notes la voz autocrítica solamente nómbrala y sin añadirle nada, déjala ir: “ah… esta es la voz autocrítica, gracias, adiós”
2. Cobra conciencia como te relacionas con tu cuerpo y con tus necesidades básicas de cuidado y salud: ¿Atiendes pronto las necesidades físicas (comida, descanso, esparcimiento, hidratación? ¿Cuidas tu cuerpo bien y oportunamente? ¿Hay algún asunto de salud que no estés atendiendo? ¿Consumes algo que sabes que es dañino para tu cuerpo? ¿Haces algo que lastima a tu cuerpo cuando lo haces? ¿Haces ejercicio regularmente? ¿Sabes sentir tu cuerpo?
Este es un texto my recomendable, por dos autores reconocidos por su trabajo de investigación sobre los temas del sistema de amenaza y el sistema de afiliación (o principio boiológico del amor)
LA BIOQUIMICA DEL AMOR (DESCARGAR PDF)
EXPLORANDO EL AMOR INCONDICIONAL
Así, pues, desde que tienes vida tienes un instinto natural -un principio biológico- para intentar crear vínculos con otros seres humanos. Estos vínculos te servirán en primera instancia a sobrevivir, procurar tu bienestar y más allá de las necesidades básicas, te permitirán florecer en una red humana.
A partir de este instinto, desde temprana edad se van construyendo en tu cerebro, cuerpo y mente tendencias y patrones de relación, moldeados por las experiencias con otras personas, comenzando con tus padres y cuidadores. Estas tendencias de relación juegan un papel central en la manera en que se dan y en la calidad de tus vínculos con otras personas.
Este principio biológico en su óptima expresión te permite no solamente crear vínculos seguros y de mutuo beneficio con una pareja o con personas cercanas, sino también construir redes de conexión con las personas con la que convives directa o indirectamente cotidianamente, e incluso con grupos sociales en todo el mundo. Por extensión este instinto tiene el potencial de convertirse en una conexión benéfica con todos los seres vivos del mundo.
A este principio le podemos llamar “amor incondicional”. Incondicional porque en su óptima expresión funciona mejor cuando no ponemos condiciones para permitir su expresión. Al ser incondicional se puede expandir con más facilidad y convertirse en una comprensión profunda de la condición humana, más allá de las rivalidades, enemistades, prejuicios o resentimientos.
Y para poder funcionar así, este instinto requiere cultivarse de cierta manera y con mucha constancia, porque es muy fácil que a través de las diferentes experiencias dolorosas de desconexión con otras personas vayamos perdiendo la confianza en este instinto y lo vayamos limitando cada vez más a cada vez menos personas.
¿Qué pasa cuando nos vamos desconectando de este instinto, o principio biológico, a raíz de las diferentes vivencias, precisamente en la interacción con otras personas, desde que somos pequeños?
¿Por qué empezamos a desconfiar de la gente, a temer de la gente, a ser objeto de agresión de otros y a veces responder también con agresión o indiferencia?
¿Por qué los seres humanos tenemos tantos conflictos entre nosotros si somos parte de una red de vida, cultura, economía y recursos que todos necesitamos?
¿Por qué incluso perdemos el instinto del amor por nosotros mismos, y llegamos a despreciarnos, a descuidarnos o lastimarnos? ¿Por qué tanta soledad y tanto desencuentro con otras personas?
Esta sesión la dedicamos principalmente a practicar. Exploramos e hicimos tres prácticas: 1) Recorrido del cuerpo compasivo, 2) Afrontamiento compasivo y 3) Compasión hacia una persona cercana. Están en la pestaña de meditaciones de la semana para que las practiques en casa.
Esta semana te recomiendo practicar lo más que puedas con las meditaciones que están en la pestaña de prácticas de esta semana. También te recomiendo las prácticas en la vida cotidiana .
Y te recomiendo darle una leída al texto de Los estilos de apego y hacer el test de estilo de apego.
Estas son las tres meditaciones que hicimos en la sesión 2
Esta semana te recomiendo mucho hacer dos veces la primera, y por lo menos una vez la segunda y la tercera, que son más cortas.
Sobre estas prácticas
La primera te ayudará a crear una conexión amable y compasiva hacia tu propio cuerpo y hacia el ser humano completo que eres. Es excelente para soltar las ideas fijas sobre nuestro cuerpo y los juicios y descuidos que tenemos hacia nuestro cuerpo. Si la haces con cierta frecuencia durante mucho tiempo, notarás que surgirá un mayor cuidad por tu cuerpo, mayor aceptación y al mismo tiempo gratitud por la vida que tienes y el cuerpo que te permite vivirla.
La segunda es excelente para hacer cuando estás pasando por experiencias de aflicción de cualquier tipo. Te ayudará a cultivar amor y cuidad, o sea compasión, hacia ti mismo/a cuando estés pasando por momentos difíciles. Te ayudará a contrarrestar la tendencia a regañarte o castigarte o tratarte mal cuando te sientes mal. También contrarresta la tendencia a sentirse aislado y solo cuando estás afligido.
La tercera te ayudará a extender el poder de la compasión a personas cercanas, de manera que puedas estar consciente de su aflicción y poder ayudarles si es posible, y al mismo tiempo no sufrir tu por ello. La sesión que entra trabajaremos este tema en profundidad.
1. RECORRIDO DEL CUERPO CON AMOR (GRATITUD, ACEPTACIÓN, COMPROMISO A CUIDARLO) (32 Min)
2. AFRONTAMIENTO COMPASIVO (18 Min)
3. COMPASIÓN HACIA UNA PERSONA CERCANA (10 Min)
Para llevar la sabiduría compasiva a toda tu vida más pronto, te recomiendo estas tareas en la vida cotidiana:
1. Cobra conciencia de cómo está tu cuerpo, Revísalo. Ve que necesita atenderse y atiéndelo lo más pronto posible. No dejes pasar los hábitos de descuido hacia la salud de tu cuerpo. Las células y los órganos y sistemas y hacen su trabajo, pero tu puedes aprovechar la fuerza del amor para subir la calidad de tu salud.
2. Compasión hacia ti en momentos difíciles: Cuando las cosas no sales como quieres, o experimentas aflicción, en vez de pelear con otros o contigo o regañarte, date unos minutos de compasión, utilizando los 4 elementos de la práctica de afrontamiento compasivo: 1) eso es aflicción (y la abrazas); 2) es parte de la vida y a todos nos pasa; 3) Esta experiencia es impermanente, y pasará; y 4) Y me comprometo a cuidarme y actuar compasivamente hacia mi y hacia otros para generar bienestar.
3. Compasión hacia personas cercanas en momentos difíciles: Cuando sepas de una persona cercana que está pasando por un momento difícil, conéctate con ella, su puedes apoyarla en algo hazlo, también deséale que esté bien y que pueda encontrar lo que necesite para superar el sufrimiento.
AFRONTAMIENTO COMPASIVO
Para hacer cuanto estás pasando por un momento difícil, o sintiéndote frágil o con ansiedad o angustia o dolor.
Comienza docs unos cinco minutos de conciencia plena al cuerpo y respiración. Luego conéctate con el principio del amor intrínseco a la vida. Deja que impregne tu conciencia.
4 MOMENTOS
1. Reconocimiento de que estamos sufriendo o pasándola mal.
Toma conciencia de la aflicción que estés experimentando, no importa si es pequeña o grande. Recíbela con amor sin juzgarte y sin añadirle significados ni enredarte en historias. Siéntela en el cuerpo con aceptación y amabilidad. Luego dite a ti mismo:
Frase: “Esto duele” o “esto es aflicción”.
Siente un par de minutos el efecto de esto.
2. Es una experiencia normal, común a los seres humanos.
Luego dite:
Frases:
“El dolor y la aflicción es parte de la vida.
“Otras personas han experimentado esto en el pasado, y en este momento incluso están experimentando algo parecido. “
Siente un par de minutos el efecto de esto.
3. Impermanencia. Como todos los fenómenos naturales, como todo en la vida esto es impermanente. Tiene un principio, un desarrollo y un final.
Dite:
Frase: “Esto es impermanente, y como todo en la vida pasará”
Siente un par de minutos el efecto de esto.
4. Compromiso a cuidarme.
Dite:
Frase.
”Justo porque estoy sufriendo, haré lo mejor para cuidarme y quererme”
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LOS 4 TEMAS
1. ESTO ES AFLICCIÓN (O ANGUSTIA, ETC)
2. ES NORMAL SENTIRME ASÍ AHORITA … SENTIR ESTO ES PARTE DE LA VIDA, A TODOS LES PASA.
3. Y COMO TODO, ESTA SENSACIÓN ES IMPERMANENTE
4. MIENTRAS TANTO ME COMPROMETO A CUIDARME
EL FONDO:
1. Aceptación y abrazar el sufrimiento.
2. Humanidad compartida.
3. Impermanencia.
4. Compromiso a cuidarme (desde el amor relacionarme con el dolor o sufrimiento).
ESTILOS DE APEGO
Por Kavindu
Introducción.
El “estilo de apego” es un concepto originalmente desarrollado por John Bowlby (Bowlby, 1958), y posteriormente desarrollado por Mary Ainsworth y sus colegas (Ainsworth, M. D., et al., 1978). Actualmente se considera una de las aproximaciones más útiles para entender y tratar la dimensión de del afecto (o amor) en un nivel que comprende desde la biología hasta el condicionamiento que resulta de las experiencias de vida, y las influencias culturales.
Según Bowlby, cuando el niño se siente amenazado se activa instintivamente su sistema de apego y busca instintivamente la protección de sus padres. Cuando encuentra conexión, protección y cuidado de manera consistente desarrolla apego seguro. Pero si esto falta, el niño desarrolla una profunda inseguridad en la relación con sus padres (apego inseguro). Esta inseguridad se volverá parte de un patrón de desconfianza que se tiende a activar en todas sus relaciones interpersonales adultas (García-Campayo, et al., 2016). El estilo de apego, seguro o inseguro también tenderá a marcar la auto imagen y la relación que el niño y posteriormente el adulto tengan de sí mismos. La dinámica psicológica que se genera en el niño es que no comprende porqué no obtiene esa protección y lo atribuye a alguna falta en sí mismo, por lo cual desarrolla una ansiedad para tratar de entender y conseguir el afecto y la protección, sin lograrlo. (García-Campayo, et al., 2016)
Se han descrito cuatro estilos de apego basados en las experiencias afectivas parentales positivas o negativas de cuidado adecuado, consistente y continuo en la infancia: seguro, preocupado, de rechazo o alejado y temeroso (Bartholomew y Horowitz, 1991).
La teoría del apego es un elemento clave en algunos protocolos de auto compasión actuales, como del desarrollado en la Universidad de Zaragoza por Javier García-Campayo y Marcelo Demarzo (García-Campayo, Demarzo, 2015).
Los estilos de apego son patrones de tendencias en relación con uno mismo y con otra personas, y tienden a influir fuertemente en cómo nos vemos, cómo vemos a otros, así como si nos sabemos cuidar y darnos afecto o no, si sabemos cuidar o dar afecto a otros o no, y si podemos pedir ayuda y confiar en otros o no. Se ha encontrado que los estilos de apego generan patrones interpersonales específicos. Es probable que uno tenga una combinación de varios de ellos, y una predominancia de alguno, sobre todo en momentos de estrés. También es probable que si has estado trabajando contigo mismo te hayas estado volviendo más seguro en las relaciones y en el autocuidado. Van algunas descripciones y tablas interesantes.
1. Confiado, seguro.
2. Preocupado
3. Evitativo
4. Temeroso
Conocer las tendencias en tu estilo de apego te ayudará a comprender dónde poner el énfasis en las prácticas de amor incondicional, para trascender el condicionamiento de los eventos del pasado que marcaron estos patrones de estilo y desarrollar un sentido interno de seguridad y conexión, con sus aspectos de empatía, aceptación, compasión, perdón, gratitud.
En esta sesión vimos la práctica de recapitulación. Vimos que es común que nuestro “espacio afectivo” esté ocupado por la memoria de eventos del pasado donde experimentamos desconexión o inseguridad o amenaza en las relaciones personales, particularmente con personas cercanas.
Metafóricamente la práctica de recapitulación se entiende como una manera de recuperar la energía que hemos invertido a través de la vida en mantener eventos aflictivos o intensos del pasado que consumen la energía que necesitamos para poder nutrir la claridad y la compasión en el presente.
Esta práctica es muy útil y extraordinariamente liberadora si la hacemos de manera sistemática durante meses. Cada semana hacer la práctica ya sea con un solo evento o con varios (en la sección de prácticas te pongo ambas opciones). De manera que vayamos desactivando las memorias que aún nos marcan y limitan nuestra conexión con el principio biológico del amor.
En la vida cotidiana también se puede hacer la práctica sobre la marcha, de manera que no tengas que recapitular años después los eventos. En la vida cotidiana la clave está en procesar los eventos lo más pronto posible, antes de que se consoliden en memoria de largo plazo. El procesamiento requiere detenernos y conectarnos con el cuerpo, y aplicar la misma práctica de la respiración que hacemos en recapitulación, pero con la memoria fresca del evento reciente.
En la sesión examinamos brevemente la perspectiva neuro-psicológica del proceso de la reconsolidación, que es una explicación de por qué y cómo funciona la práctica de transformar las memorias aflictivas o traumáticas del pasado. Puse una pestaña con información sobre esto.
PRÁCTICA DE RECAPITULACIÓN
Esta es una práctica que te permite liberar la energía emocional de un evento o situación dolorosa o incompleta del pasado con alguna persona, que sigue vivo en ti.
Al liberarse la energía invertida en eventos del pasado se relaja la influencia que estos tienen sobre tu presente, además de que se aligera tu historia personal. Esto trae un profundo sentido de paz interior, a la vez que te permite abrirte con inteligencia emocional a otros seres humanos, particularmente en situaciones difíciles. Más aún te devuelve la libertad para acceder al campo abierto de posibilidades en las relaciones.
1-10 Min de Conciencia plena:
POSTURA Y CONEXIÓN CON LA TIERRA
Etapas de recapitulación:
• Evoca la presencia de una persona con la que hubo un desencuentro importante en tu vida. Recuerda el evento específico del desencuentro.
• Ve su rostro, di su nombre. Recuerda los detalles del lugar, el contexto, la ropa que traías, la hora, etc., lo mejor que puedas. Recuerda las palabras que se dijeron, o las acciones. Abstente de juzgar o interpretar la situación o de generar acusaciones o recriminaciones.
• Nota y siente cómo al recordar esto surgen cambios en tu cuerpo, en la tensión y en la energía. Incluso la respiración, la temperatura y los latidos del corazón cambian.
• Acepta completamente estos cambios, con aceptación y amabilidad, sin juicios y sin poner resistencia.
• Al inhalar: Mantén consciencia amable de la tensión emocional o la aflicción asociada a ese evento, particularmente en el plexo solar. Usa la inhalación para absorber la energía que está manteniendo activo el resentimiento y el compromiso a mantenerlo vivo.
• Retira suavemente esta energía del recuerdo y llévala al centro del corazón y del pecho. Imagínate que ahí hay un espacio abierto donde es posible soltar el compromiso (consciente o inconsciente) que mantiene activado este resentimiento.
• Renuncio al compromiso de mantener vivo este resentimiento.
• Retiro los cargos y retiro la energía que he invertido en mantener vivos los juicios.
• Dejo ir completamente este asunto y cualquier reclamo o resentimiento.
• Al exhalar: Deja ir cualquier reclamo o resentimiento hacia esa persona y hacia ti. Percibe y siente el relajamiento de la energía al exhalar. Toma conciencia de la sensación sutil de apertura y claridad que se despierta en la mente todo el cuerpo, al exhalar, esa tensión se relaja, se distiende y se integra en el cuerpo.
• Envía energía liberada. Al exhalar puedes también imaginar y sentir que exhalas energía liberada, incluso luminosa y clara, y la diriges y la envías al recuerdo, a la vivencia que estás recapitulando.
RECAPITULACIÓN 1 EVENTO
RECAPITULACIÓN 3 EVENTOS
Hay algunos eventos que ocurren en la vida cotidiana con los cuales nos enganchamos emocionalmente, y puedes practicar recapitulación con ellos. Esto es en particular útil con eventos que no son recurrentes con una misma persona. Si son recurrentes entonces es importante atender tus necesidades y hacer algo al respecto para estar bien. Es decir, la recapitulación es para soltar eventos en los que ya no puedes hacer nada, son solo memoria de dolor.
COMO SE GUARDA UNA MEMORIA
El proceso cerebral mediante el cual un evento se “guarda” en memoria se le llama consolidación. Cuando tenemos una experiencia que el mismo cerebro marca como significativa o importante (porque incide de manera importante positiva o negativamente en nuestro bienestar), se inicia el proceso de memorizar ese evento. El proceso de memorizar tiene que ver con convertir en memoria de largo plazo una memoria de corto plazo. La memoria de corto plazo es donde se mantienen accesibles a la conciencia eventos significativois recientes, o sea de los últimos minutos o unas cuantas horas. Según las investigaciones, el cerebro tarda aproximamente 6 horas en convertir en memoria de largo plazo una memoria de corto plazo. Durante estas seis horas la información en la memoria de corto plazo puede ser modificada con otra información con cierta facilidad.
Una vez que la memoria se convierte en largo plazo, se consolida, se convierte en una posible predicción para eventos futuros. Es decir, el cerebro la utiliza para interpretar nuevos eventos. Por ejemplo, una vez que te roban tu cartera en el súper sin darte cuenta, tu cerebro tenderá a interpretar muchas acciones de otros o tuyas en el presente en contextos similares como “estar a punto de que te roben la cartera otra vez”. Por ejemplo, entras nuevamente al súper y tu cerebro activa la memoria y la usa para predecir: “cuidado, aquí puedes perder tu cartera.”
Así es como los eventos significativos se vuelven parte de la manera en que interpretamos eventos en el presente. Los eventos dolorosos o traumáticos del pasado funcionan de esta manera, son recuerdos de eventos pasados que generan interpretaciones en el presente y predicciones de lo que está a punto de ocurrir, o podría ocurrir. Es en cierto sentido el pasado repitiéndose en tu percepción, porque no importa que en realidad no esté a punto de ocurrir “lo mismo” que en el pasado, tu cerebro te hace creer que sí.
Esto es particularmente el caso con respecto a las memorias tempranas donde experimentamos inseguridad en las relaciones interpersonales o con respecto a nosotros mismos. Es decir, en aquellos eventos en los cuales el sistema de amenaza se activó en la interacción con otra persona, sobre todo si esta persona era muy cercana a nosotros y teníamos cierta confianza con ella, o sea nos sentíamos seguros con ella.
Estos tipo eventos nos “marcan” porque se vuelven memorias que nos llevan a interpretar las interacciones con personas cercanas de una manera similar al pasado. Y estas interpretaciones se vuelven también creencias generalizadas “la gente es mala” “todos te quieren ver la cara” “no puedes confiar en nadie” “si les das la mano abusan de ti” etc.
A menudo perdemos la conexión con el principio biológico del amor (cuidar, conectarte empáticamente) justo porque todas las memorias tempranas (y otras no tan tempranas) que tenemos donde se activó el sistema de amenaza nos llevan a interpretar de manera anticipada, que lo mismo va a volver a ocurrir con personas cercanas y no tan cercanas (porque generalizamos). Esto nos puede llevar a tener una desconfianza crónica con respecto a las personas, o sostener creencias y tener ciertos comportamientos que inhiben nuestra al sistema de afiliación (cuidado y conexión). Al desconectarnos del sistema de afiliación perdemos nuestra conexión con el principio biológico del amor que es su base, lo cual hace que interpretemos las relaciones con otras personas, y a veces hasta con nosotros mismos, como riesgosas. Al desconectarnos del sistema de afiliación tendemos a funcionar más desde los otros dos sistemas de regulación del ser humano: el sistema de amenaza y el sistema de logro. Entondes tendemos a ver a las personas con desconfianza (como amenaza) o como oportunidades para conseguir algo para nosotros (el sistema de logro) y perdemos la capacidad de ser compasivos, empáticos, solidarios.
Puesto que el principio biológico del amor es bidireccional, esta desconfianza también tiende a ocurrir con respecto a nosotros mismos. Lo podemos notar en la manera en que nos tratamos o nos hablamos a nosotros mismos cuando las cosas no salen como queremos o cuando estamos estresados: nos regañamos, o nos castigamos, nos juzgamos como tontos o ineptos, o a veces nos lastimamos o nos hacemos daño de otras maneras.
Resulta entonces crucial para reconectarnos con el principio biológico del amor, desactivar la carga de las memorias del pasado que se consolidaron junto con la activación del sistema de amenaza, es decir memorias estresantes.
Hay diferentes maneras de desactivar estas memorias, y el proceso de desactivarlas se basa en lo que en neuropsicología se conoce como “reconsolidación”.
LA RECONSOLIDACIÓN
Cada vez que recordamos algo ocurre un proceso maravilloso: la memoria se desintegra temporalmente. Es decir, los elementos que se asociaron en la memoria se desconectan momentáneamente. Cuando la memoria deja de estar en la conciencia de manera explícita y se guarda, se integran nuevamente sus elementos. A esto se le llama reconsolidación. Esto ocurre a nivel cereberal y es observable en ciertos procesos.
Los neurocientíficos que han descubierto y estudiado estos procesos se han preguntado qué posible utilidad tenga para un ser humano el que la memoria de un evento se debilite y desintegre momentáneamente al momento de ser recordada. Y todo parece apuntar a que su utilidad es que nos permite actualizar una memoria con nueva información que la modifique y permita una lectura diferente del presente, más adecuada a las nuevas circunstancias, o a nuevos factores.
Una analogía un poco divertida para entender esto es así: las memorias son como un tamal. El cerebro integra los ingredientes, consolidándolos y envolviéndolos en una hoja de maiz. Y estos tamales de la memoria se vuelven maneras de interpretar eventos presentes. Interpretamos ciertas señales como tamales rojos de pollo, porque tenemos tamales rojos de pollo en los recuerdos. Si quisiéramos cambiar la manera en que interpretamos las señales, habría que modificar el contenido de los tamales de la memoria. Para eso echamos mano del proceso de reconsolidación: traemos a la memoria un evento antiguo que fue consolidado con cierta información, le ponemos nueva información que cambie el sentido de la interpretación, y lo dejamos ir para que se reconsolide ya modificado.
Fragmento del libro Anxious de Joseph Ledoux sobre la reconsolidación:
¿Por qué el cerebro tendría un mecanismo tan extraño que permite que la memoria se desintegre cuando se recupera? En realidad, no es nada extraño. El propósito de la reconsolidación no es hacer que la memoria sea objeto de interrupciones, sino permitir que se actualice.
Un ejemplo de actualización proviene de un estudio que Lorenzo Díaz-Mataix y Valérie Doyére hicieron en mi laboratorio.
Para entender este estudio, sin embargo, tenemos que considerar algo más primero. Inicialmente, los investigadores pensamos que todos los recuerdos podrían ser susceptibles a la interrupción por bloqueo de reconsolidación. Pero el Dr. Nader, que ahora es profesor en la Universidad McGill, encontró que los recuerdos fuertemente condicionados (aquellos condicionados con un estados de activación especialmente intensos del sistema de amenaza) estaban protegidos del bloqueo de la reconsolidación.
Esta era una mala noticia para aquellos que esperaban que el bloqueo de la reconsolidación pudiera ser utilizado como tratamiento para el TEPT (estrés postraumático)s, porque este trastorno generalmente resulta de recuerdos muy fuertes que se han creado en respuesta a situaciones horribles.
Pero los investigadores Díaz-Mataix y Diére descubrieron que los recuerdos fuertes pueden ser sujetos a la reconsolidación si se incorpora nueva información a esa memoria, es decir, si se actualiza la memoria.
En esta sesión (4) del taller enfocamos en dos prácticas de compasión.
La primera de ellas Compasión con un amigo, yo de niño, yo ahora, y una figura compasiva, está compuesta de 5 etapas o momentos.
Primero hicimos una práctica preliminar de recordar a las figuras o personas compasivas que hemos conocido en la vida. Ya sea personas que directamente nos han ayudado, o que las vemos como personas compasivas, o personas que son figuras históricas o míticas. Se trata de conectarte con todas aquellas personas o figuras que para ti representan compasión, por experiencia directa o indirecta. Las apuntas en un papel. Después la práctica va así:
1. Establecer conciencia plena y contacto con el principio natural del amor.
2. Traer un amigo a la mente. Recordarlo en un buen momento, y después en un momento de aflicción. Recibirlo con la conciencia amable y compasiva, con la intención de cuidar y empatizar. Le expresamos las tres frases de la práctica: Que puedas superar este momento de aflicción, que puedas liberarte de la rabia y el temor, que recuperes el bienestar.
3. Recordar un período de tu infancia. Contactar con un episodio donde en la infancia, pasaste por un momento difícil. Conectarte con el niño o niña con la conciencia amable y compasiva. Abrazarte. Hablarle al niño o niña, diciéndole las frases.
4. Recordar un evento reciente. Recibirlo con conciencia amable y compasiva. Abrazarte. Decirte las frases.
5. Imaginar una figura compasiva (o una fuerza o algo de la naturaleza). Estás en presencia de esta figura que te acepta y te entiende. Te llenas de su compasión. Despierta y nutre tu propia compasión.
Esta práctica te ayuda a conectarte con al compasión de diferentes maneras, de manera intuitiva al inicio, luego hacia un amigo -con quien te resultará muy natural hacerlo-, luego hacia ti de niño (y esto transformará el peso de las memorias de infancia donde nos sentimos desconectados, y fortalecerá la sensación de que ahora en el presente tienes acceso a esta cualidad de compasión hacia ti mismo que no tenías, probablemente, de niño. Luego lo aplicas a ti mismo en el presente. Al final “cargas las pilas” recordando o imaginando una figura altamente compasiva.
(El audio está en la pestaña continuación)
La segunda práctica es Práctica de compasión hacia otras personas - en momentos difíciles en el presente.
En esta práctica comenzamos estableciendo conciencia plena y conectándonos con el principio intrínseco del amor en nosotros. Generamos una conciencia amable y compasiva. Después:
1. Traemos a la mente cualquier persona que conozcamos que sabemos que está pasando por un momento difícil ahora. Nos comentamos con la persona mentalmente, así como con el contexto o circunstancias -lo que sabemos- relacionados con su aflicción (enfermedad, pérdida de trabajo, soledad, ansiedad, estrés.. etc).
Recibimos amablemente la experiencia de aflicción de esta persona. Mantenemos una actitud de cuidar y ayudar.
Le expresamos un pensamiento, o deseo, de que pueda encontrar lo que necesite para estar bien, o para superar la aflicción y el momento difícil. Se trata de pensar creativamente, qué le podría ayudar, y luego enviárselo, como un deseo.
Dejamos ir a la persona.
2. Repetimos con más personas.
3. Extendemos a personas que no conocemos directamente.
4. Extendemos a otras personas en el mundo de las que sabemos indirectamente. O grupos de personas.
Pensamos creativamente qué les podría ayudar. Se los enviamos como deseo, o imaginamos que lo reciben. O las imaginamos ya en el bienestar, habiendo superado el momento difícil.
(El audio está en la pestaña continuación)
1. COMPASIÓN AMIGO, NIÑO, AHORA Y FIGURA COMPASIVA
2. PRÁCTICA DE COMPASIÓN HACIA OTRAS PERSONAS
1. Esta semana cultiva la mirada de la compasión. Date cuenta y toma nota mentalmente de las acciones compasivas realizadas por cualquier persona, o por ti mismo. Puede ser también acciones que ves en alguna película o en algo que lees o en las noticias. Se trata de volverte muy consciente de lo que es una acción compasiva: alguien ayudado a alguien (ser vivo).
2. Esta semana, escríbele a amigos o personas que han sido compasivas contigo en el pasado. Mándales un mensaje simplemente saludándoles, y mencionando que los recuerdas como alguien que te ayudó. O algo así.
PRÁCTICA DE COMPASIÓN
Compasión es el encuentro entre el amor y el sufrimiento.
Compasión es la inclinación de ayudar o contribuir de manera específica al bienestar de un ser vivo que está en dificultades o está sufriendo o pasando por una dificultad. La compasión se basa en la capacidad natural que t e n e m o s los seres humanos de resonar con las emociones ajenas. A esta capacidad se le llama empatía. La compasión comienza con la empatía. Resonar con las emociones ajenas es un potencial con que todos los seres humanos nacemos, y tiene una base neuronal importante. Es decir, es parte de un ser h u m a n o tal como lo es una mano o los oídos. Cuando ves o escuchas o sabes de alguien que está sufriendo tu propio cerebro representa la emoción de esa persona en las mismas zonas en que representa tus propias emociones. El resultado es que tiendes a sentir la emoción que la otra persona está sintiendo. Las neuronas espejo son las encargadas de facilitar la empatía. Si a través de tu vida entrenaste y alimentaste los procesos de las neuronas espejo, la empatía es natural para ti. La empatía se puede entrenar a través de cobrar conciencia de las emociones de otras personas con una actitud de receptividad y ausencia de juicios e interpretaciones.
La empatía y más allá.
Sin embargo, la empatía por sí sola no es suficiente para generar felicidad en nosotros mismos y en nuestro entorno. La empatía es simplemente sentir y percibir la experiencia de otra persona o ser vivo. La empatía nos permite sentir y percibir hasta cierto punto el estado mental y emocional de una persona o ser vivo. Sin embargo, la empatía por sí sola, al ser simplemente un espejo que nos permite resonar internamente con la experiencia de otras personas, puede llevar a que nos fatiguemos de sentir las emociones y la aflicción de otros, y sin darnos cuenta optemos por ignorar o temer, o bloquear la empatí y las señales de la empatía de las neuronas espejo para no estresarnos.
La indiferencia, la lástima y la crueldad son resultado de neuronas espejo bloqueadas o no desarrolladas. Los médicos y las enfermeras y los profesionales de la salud frecuentemente se ven expuestos a m u c h o sufrimiento humano que les resulta abrumador, por lo cual aprenden –y es parte de una subcultura de estas profesiones- a bloquear la empatía y a referirse a los pacientes por n u m e r o o por su patología. "En el 15 hay una neumonía aguda". En la 18 hay una faringitis aguda con un cuadro de anemia". Es el mismo tipo de despersonalización que usan las fuerzas de seguridad: "comandante, aquí tenemos un XJ"...
Sin embargo, la empatía, cuando es transformada en una intención de contribuir de manera específica al bienestar de aquella persona o ser vivo con el cual empatizamos, se convierte en compasión. Así pues, compasión es la base que impulsa la intención de contribuir al bienestar de otra persona. Una vez generada esta intención, cuerpo emociones y mente se preparan para actuar. Este proceso despierta un caudal de emociones positivas, pues satisface en nosotros mismos una amplia gama de necesidades y aspiraciones en la dimensión interpersonal de la vida.
DESCRIPCIÓN DE LOS PUNTOS BÁSICOS DE LA PRÁCTICA
I. Etapa de empatía
1. Trae a la mente una persona que piensas que está sufriendo o pasando por momentos difíciles en este momento. (O tu mismo). Contacta receptiva y amorosamente su rostro, su expresión, su mirada, su presencia.
2. Cobra conciencia de cómo tu propio cuerpo emocional comienza a resonar con las emociones que percibes de esta persona.
II. Etapa de compasión
1. CONTACTANDO SUS NECESIDADES. Mientras te mantienes conectado con la presencia de la persona, sintiendo tu cuerpo emocional resonar con ella, intuye o siente qué necesidad podría tener ella que no esté satisfecha. Para tener más claridad en este paso, cobra conciencia de los eventos que sucedieron en su vida, de los cuales estás enterado, que detonaron emociones aflictivas en ella.
2. IMAGINANDO UNA ESTRATEGIA PARA ATENDER SU NECESIDAD. Ahora piensa en algo específico que crees que pudiera satisfacer esta necesidad. Estas estrategias pueden ser acciones, palabras, cosas, situaciones.
3. OFRECERLA A ESTA PERSONA. Ofrécele a esta persona, en tu imaginación, lo que crees que pudiera ayudarle a satisfacer la necesidad que percibes no atendida. Algunos ejemplos: “que encuentres las medicinas apropiadas”, “que tengas noticias de tus familiares desaparecidos”, “que encuentres un lugar seguro donde vivir”, “ que encuentres un trabajo donde puedas utilizar tus creatividad.”
En otra versión más sencilla de la práctica simplemente le dices a la persona:
“Que puedas salir de esta dificultad, o del sufrimiento. Que puedas encontrar lo que necesites par estar bien y estar en paz.“
Y aún en otra versión puedes más bien imaginar el bienestar de la persona, imaginando que la dificultad o el sufrimiento han cesado, y se han satisfecho las necesidades que estaban faltando.
Puedes hacer la práctica contigo mismo.
En esta sesión, la 5 del taller, comenzamos con un resumen sobre los conceptos de amor incondicional como principio biológico y la ruta que estamos siguiendo en el entrenamiento.
Después hicimos dos prácticas: Amor incondicional en 5 etapas, y Gratitud. En las pestañas de abajo vienen notas y las prácticas en audio para hacer en casa.
También consulta la pestaña de tareas de la semana, por favor.
Esta semana te recomiendo enfocarte en estas dos prácticas. Si las puedes hacer por lo menos dos veces cada una estaría genial. La de las cinco etapas dura 40 minutos, en la versión que hicimos en clase.
AMOR INCONDICIONAL EN 5 ETAPAS (40 min)
GRATITUD (26 min)
Aparte de las prácticas de meditación, te recomiendo mucho esa semana trabajar con la gratitud en la vida cotidiana, te sugiero dos aproximaciones:
1. Escríbele o mándale un mensaje, diario, por lo menos a una persona, agradeciéndole algo.
2. Todos los días antes de dormir agradece a 3 personas distintas algo que te hayan aportado este día. Sigue el mismo caminito: contacta a la persona mentalmente, recuerda lo que hizo, reflexiona en qué te ayudó, y dile mentalmente gracias. Una vez que te aprendes el caminito lo puedes hacer en unos cuantos minutos sin perder profundidad.
El entrenamiento de las meditaciones de Amor incondicional (Metta, Karuna, Mudita y Uppekkha) se hace en cinco etapas. En cada etapa evocas la presencia de una persona diferente durante unos minutos. He aquí quiénes son estas personas:
Etapa 1. Tú mismo.
Etapa 2. Un buen amigo o amiga.
Etapa 3. Una persona neutral
Etapa 4. Una persona con la cual ha habido algún desencuentro.
Etapa 5. Muchas otras personas y otros seres, cercanos o lejanos a ti.
LAS CINCO PERSONAS
La respuesta emocional que tienes con cada una de las personas de las distintas etapas es diferente, de manera que practicas Amor incondicional bajo diferentes condiciones emocionales. Veamos algunas de las diferencias comunes en las cinco etapas.
En la primera etapa, la relación hacia ti mismo tiende a estar condicionada por las ideas positivas y negativas que te has hecho de ti. En casi todos los seres humanos hay un conflicto interior que surge desde temprana edad al tratar de convertirte en alguien que crees que tienes que ser y al tratar de eliminar lo que no nos gusta de nosotros. Esto es parte de un mecanismo de sobrevivencia que se instala desde la infancia. Esta etapa de la meditación consiste en relajarte en una aceptación radical y apreciativa de ti mismo, reconociendo que eres un ser humano con necesidades y aspiraciones universales. Dejas ir las idealizaciones negativas o positivas que tengas sobre ti.
En la segunda etapa, la relación con un buen amigo, tiende a surgir con naturalidad una receptividad apreciativa hacia tu amigo. Aquí aprovechas la espontaneidad de la apertura amable que surge en ti, sintiendo en tu cuerpo y en tu mente una sensación sutil de apertura que surge naturalmente.
En la tercera etapa, la persona neutral, descubrirás una dificultad: es difícil sostener la evocación de una persona en tu mente cuando no tienes emociones positivas o negativas hacia ella. Ante las personas neutrales uno tiende a ser indiferente, por lo cual es fácil desconectarse y ponerse a pensar en otras cosas. El trabajo en esta etapa consiste en regresar al contacto con esta persona, reconociendo en ella al ser humano como tú, con necesidades, aspiraciones.
En la cuarta etapa, notarás la tendencia a juzgar a la persona, quejarte de ella, buscar venganza, ponerla en su lugar, o decirle lo que se merece, etc. También notarás que tu cuerpo se tensa y se contrae, surgiendo expresiones faciales y corporales asociadas al miedo y la ira. Estos son los signos de un corazón cerrado. Tu trabajo consistirá en recibir Amorosamente tus propias reacciones sin introducir juicios hacia ti mismo y al mismo tiempo dejando de alimentar la historia que te cuentas y los juicios sobre la otra persona. Intentas conectarte con esta persona como un ser humano con necesidades y aspiraciones igual que tu : un ser humano que trata de ser feliz y salir del sufrimiento.
En la quinta etapa comienzas con el círculo de personas más cercanas a ti y poco a poco vas extendiendo el radio de aprecio y receptividad amable hacia personas cada vez más lejanas. Si deseas, puedes incluir animales de todos tipos, y a la red de vida que sostiene al planeta. Notarás que tiende a surgir un sentido de gratitud y conexión con todos los seres cuyas vidas contribuyen y convergen en la tuya de alguna manera, directa o indirecta.
LAS DISTINTAS VERSIONES DE LA PRÁCTICA
Hay varias maneras de hacer la meditación de amor incondicional, utilizando las cinco etapas o enfatizando una u otra etapa. Algunas versiones pueden ser más efectivas en distintos momentos para distintos practicantes, conviene conocerlas bien para saber cuándo te son más útiles.
PRIMERA VERSIÓN: UN CONTACTO SILENCIOSO CON LA PRESENCIA
Esta versión de la práctica es muy poderosa y si bien es sencilla no es necesariamente la más fácil. Su poder radica en que te ayuda a despertar y familiarizarte con la facultad de contactar la presencia de una persona a través de una mente silenciosa sin añadirle nada. La práctica puede ser muy efectiva y reveladora. Fuera de la meditación notarás que te es posible tener muy presente a una persona manteniendo la mente en silencio.
Contactar la presencia de una persona en tu mente
Contactar la presencia de una persona en la meditación comienza evocando el recuerdo o la imagen viva de ella en nuestra mente - incluso diciéndole su nombre- mientras sientes cómo tu cuerpo emocional responde a esta evocación.
Tu propia presencia. En la primera etapa evocas tu propia presencia, la cual es fácil de contactar a través de lo que estás experimentando en ese momento sensaciones en cuerpo- mente. Tu presencia es lo que sientes en tu cuerpo físico, tu cuerpo emocional y energético, los estados mentales y en la conciencia misma que surge de tu experiencia inmediata.
La presencia de otros. En las demás etapas de la meditación evocas la presencia de otras personas. Cuando sientas que se ha perdido el contacto, regresas suavemente a la presencia de la persona en tu mente a veces evocando su rostro, su nombre, etc, a veces sólo el sentido de conexión con ella. Es muy importante no tratar de mantener una imagen fija en tu mente, c o m o una f o t o , pues tenderá a introducir tensión en el cerebro.
Notarás que al establecerse el contacto con la presencia de la persona su recuerdo o imagen viva tiende a cambiar o a desdibujarse por momentos, pero sin perderse el sentido de conexión con la persona. En efecto estás comenzando a usar la facultad de sentir la presencia de un ser humano que respira, alguien cuya complejidad de vida desconoces, y que realmente es imposible de capturar en una idea fija.
El efecto de la presencia en el afecto primario.
El afecto primario es el conjunto de sensaciones y señales que puedes percibir en el cuerpo, asociadas a cambios fisiológicos, algunos de los cuales surgen del instinto del amor. Cada persona que puedes recordar o evocar en la mente evoca o despierta cierto afecto primario que es perceptible en el cuerpo. Cuando piensas en alguien tu cuerpo se modifica generando afecto primario hasta cierto punto como si la persona estuviera presente. Puedes estar consciente del efecto de la presencia de una persona en el afecto al sentir y escuchar nuestro cuerpo mientras la evocas. Exploremos esto brevemente en cada una de las cinco etapas.
En la primera etapa de la meditación te sensibilizas a las sensaciones de lucha o conflicto interior que surgen con respecto a lo que piensas de ti mismo. Puede haber culpa, decepción o auto desprecio, o simplemente ansiedad y preocupación. Todo esto se refleja en tu expresión corporal y facial, así como en tensión en diferentes partes del cuerpo.
En la segunda etapa, cuando evocas la presencia de una persona que sientes incondicional hacia ti y que quieres bien, la sensación del afecto tenderá a ser más placentero y energizado o relajado.
En la tercera etapa, cuando evocas la presencia de una persona neutral, alguien que no es ni amigo ni enemigo, la sensación interior tiende a ser de una energía algo difusa, pero al mismo tiempo tranquila y equilibrada. No obstante, el afecto de la emoción de la etapa previa se traspasará a esta etapa en alguna medida.
En la cuarta etapa. Cuando evocas la presencia de alguien con quien ha habido dificultades, tu cuerpo tiende a contraerse, la energía se vuelve agitada e irritable, reflejando la relación que has construido con la idea de esa persona basada en temor o ira y las emociones que se derivan de éstas.
Cuando ha habido un desencuentro con una persona, usualmente ambas partes sufren en alguna medida. Cuando contactas la presencia de una persona que sabemos que sufre, nuestro propio cuerpo vibra ligeramente con su sufrimiento, es la respuesta natural de la empatía. En esta etapa es importante notar que tu cuerpo emocional revela tanto tu propio sufrimiento como el que percibes en la otra persona.
En la quinta etapa. En esta etapa contactas por momentos breves la presencia de cada persona, comenzando con personas cercanas a ti y extendiendo el contacto a personas cada vez más lejanas y a otros seres vivos. Esta etapa se basa en mantener una apertura emocional de manera relajada hacia todos los seres que contactas. En cada presencia sentirás un ligero efecto en tu cuerpo emocional, con distintos tonos de sensación. La disposición receptiva y abierta te permitirá integrar rápidamente los sentimientos con respecto a cada persona. De aquí surge una fuerte sensación de interconexión con la vida.
La presencia de otra persona como si estuviera contigo
Hay otro aspecto de sentir la presencia de alguien, es parecido a cuando percibes que hay alguien en la casa, y pensabas que estaba vacía; o cuando estás hablando por teléfono con una persona y sabes que te están escuchando.
Cuando estamos con una persona, parte de nosotros está en contacto con su presencia. Aunque usualmente no lo notamos, pues le damos más credibilidad a nuestras proyecciones.
Cuando comiences a hacer la práctica de sentir presencia, quizá esperes que "sentir la presencia" de la persona sea algo muy intenso y bien tangible, parecido a las sensaciones de ver, escuchar o tocar. Pero no es así, realmente es una sensación más parecida a confiar y saber que la persona "está allí" y sentirte conectado.
El trabajo comienza en tu propia mente
Es importante recordar que en la meditación estás trabajando principalmente con la manera en que te relacionas con la idea que tienes de las personas (y su efecto en tu cuerpo físico- energético) no con ellas en sí. Todas las personas que contactas durante la meditación son una parte de tu propia mente. De hecho, su presencia es parte de tu propia presencia.
Durante algún tiempo la práctica será principalmente un medio de sanar e integrar tu propia mente y tus emociones. Quizá te lleve a descubrir rencores, ideas duras y fijas sobre ti mismo y sobre otras personas, personas no perdonadas (que realmente son una parte desintegrada o fragmentada de tu propia mente) y sobre t o d o patrones que recurren una y otra vez en tu relación con la gente y con la idea que tienes de ti. Todas estas "personas" y definiciones ocurren en tu propia mente, están hechas de tu mente.
Con respecto a otras personas, notarás el beneficio principalmente en la capacidad de relacionarte con ellas de una manera más directa, menos " mediada " por proyecciones de tu parte. Esto te permitirá cada vez más sanar relaciones y a adquirir confianza en tu capacidad de conectarte creativamente, con la inteligencia emocional que te brinda un corazón abierto y sabio.
EL PODER TRANSFORMADOR DE LA GRATITUD
Las prácticas de gratitud que vamos a estar haciendo en este taller, tanto en meditación como en casa, tienen como propósito crear las conexiones mentales y emocionales que te permitan reconocerte en una red dinámica de seres, vida y recursos.
Los beneficios se dan principalmente en tres áreas:
1. Traer paz y tranquilidad a tu vida. Este es el beneficio emocional producto de la concentración y la creación y reforzamiento de nuevos caminos mentales-neuronales que amplían la base de nuestras respuestas emocionales.
2. Despertar en tí un sentido de interconexión apreciativa con otras personas. Esto reduce considerablemente la sensación de separación, aislamiento y soledad en la que tendemos a caer los seres humanos. Al mismo tiempo se fomenta la percepción de que todo lo que haces se da en un equipo de seres humanos. Te resultará más fácil conectarte con otros y pensar tus acciones en equipo.
3. Despertar en tí un reconocimiento activo de ser parte de una red de contribución de recursos en la vida. Te será más natural involucrarte creativamente con las diferentes situaciones y proyectos de tu vida. A medida que te familiarices más con la perspectiva de red podrás extenderla a más áreas de tu vida.
La comprensión básica:
Este trabajo se fundamenta en la enseñanza básica del Buda conocida como “surgimiento codependiente”. En breve, surgimiento codependiente se refiere a que cada instante de tu experiencia surge del encuentro entre las condiciones interiores y las exteriores.
Esto es un hecho que se extiende a todo lo que ocurre en el universo. Es decir, cada situación cada ser vivo, cada cosa, surge de la convergencia de muchos factores que están en constante cambio. Y todos ellos se influyen mutuamente. Si deseas leer más al respecto. ve al apéndice al final de estas notas
PRACTICA DE GRATITUD HACIA UN BENEFACTOR
Los elementos de la práctica:
La práctica consiste en traer a la mente a una persona en una situación, cuyas acciones resultaron benéficas para otra alguien (para tí, o para otra persona). Una vez que revives la situación en tu mente de manera específica “viendo” en tu mente lo que sucedió sin añadirle juicio ni interpretación, contactas con el beneficio que resultó de esta acción. En cuanto sientes en tu cuerpo la respuesta emocional que te da este contacto, expresa mentalmente las gracias a esta persona. Dile su nombre y “velo” al rostro mientras se lo dices. Al agradecerle dices específicamente qué acción y qué beneficio agradeces. Después, permanece unos minutos en silencio interno experimentando el efecto en tu cuerpo. Pasa a la siguiente persona. Puedes hacerlo con las personas que se sugiere, o con quien desees, en cualquier orden.
El resumen:
1. Piensa en un benefactor.
2. Contacta una situación específica en donde esta persona fue un benefactor. Revívela y siéntela en detalle. ¿Qué hizo o dijo, exactamente?
3. Contacta: ¿Qué necesidad satisfizo en tí su acción?
4. Mentalmente agradécele al benefactor su acción y su beneficio en tí, específicamente. Por ejemplo: Hola, maestro Lázaro, gracias por haberme enseñado a amar el conocimiento. Satisfizo en mi la necesidad de crecimiento e inspiración.
Permanece en silencio un par de minutos sintiendo tu cuerpo físico y el tono emocional sin introducir comentarios ni explicaciones.
EL ANFITRIÓN UNIVERSAL: UNA METÁFORA DE LA PRÁCTICA DE AMOR INCONDICIONAL:
Para darte una idea del espíritu y la dinámica de esta práctica, vamos a considerar una analogía bastante divertida que le quitará la seriedad y pesadez al asunto y te permitirá jugar creativamente con las cinco etapas de la meditación de Amor Incondicional.
Imagínate que vas a dar una gran fiesta y eres el anfitrión. Esta fiesta es el banquete donde se ofrecerá el platillo más delicioso y nutritivo disponible al ser humano: el amor incondicional. Momentos antes de que lleguen tus invitados fuiste a la cocina y probaste este delicioso manjar y pudiste constatar que en efecto es exquisito y que te abre el corazón y te libera la mente de turbulencias. Y no sólo eso, sino que mientras más lo compartes, más hay. Nunca se acaba, al contrario, al darlo se abastece a sí mismo.
Bajo la influencia de este descubrimiento e inspiración tomas una decisión radical: invitar a todas las personas que has conocido y conoces en tu vida, incluso a otros seres, chiquitos y grandes, en la tierra, en el mar y en el aire, todos sin excepción. Y no pones condiciones para que puedan entrar a la fiesta. Que vengan como son. Que prueben este delicioso manjar. Hay para todos. Y mientras más lo compartas habrá para más.
El primer invitado: tú mismo
Entonces te colocas en el umbral de la puerta, con el corazón abierto y una disposición excelente de darle una bienvenida cálida y receptiva a cuanto ser aparezca por ahí. Abres la puerta y.... iLa primera persona que llega eres tú mismo! Y te recibes a ti mismo amable, cálida y receptivamente. Olvidas los regaños, las culpas, las auto-amonestaciones, las ideas fijas de cómo y qué eres o no eres, etc. En cierto sentido es una aceptación t o t a l del ser que eres, como si el trasfondo de tu comprensión sobre ti fuera: la persona que crees que tienes que ser no existe. No tienes que tratar de ser alguien.
De hecho, descubre que en esencia no hay nada que perfeccionar en la idea que tienes de ti, pues no eres un ser fijo, definible en blanco y negro ni eres la idea que tienes de ti. No hay nadie allí que esté dañado, o que haya salido defectuoso.
Recibes al ser humano que eres, tal cual, en toda su complejidad y como t o d o en el universo: sujeto a condiciones y a constantes cambios... no cabes en una idea. Recibes tu propia presencia viva, tu propio campo de conciencia con infinito potencial de creatividad y amor. Te reconoces Amor o s a mente mientras mantienes una conciencia sensible y lúcida de tu cuerpo físico, tu cuerpo energético y tu campo de conciencia.
Te mantienes en contacto contigo mismo a medida que entras a la mansión y al banquete del Amor incondicional. Te ofreces lo mejor. Durante cinco minutos te das el mejor trato, silenciosamente. No hacen falta palabras, sólo corazón abierto. Después regresas a las grandes puertas y te dispones recibir a tu siguiente invitado...
El segundo invitado: un amigo
Entonces llega un gran amigo tuyo. Un excelente amigo. Alguien con quien sabes que vas a estar en contacto toda la vida. No te importa si cambia de gustos, de partido político, si se divorcia, si se casa, si se va a vivir a otro lado. Tu amistad es a prueba de cambios, y está impregnado de un aprecio m u t u o bien palpable. Si te parece exagerada esta descripción, adáptala a tu mejor amigo/a.
Nota: Es mejor no escoger a tu pareja, al menos por el momento, porque frecuentemente es una relación condicional. Es decir, el amor que hay entre una pareja depende de ciertas condiciones, y cuando éstas cambian o se agotan, desaparece el amor. Te amo siempre y cuando vivas conmigo, no andes con otra o con otro, seas así o asado, digas o no digas esto o aquello, me des esto o lo otro son expresiones de Amor condicional. Amor incondicional está más allá del interés propio, no es autorreferente.
Igual, recibes su imagen, su recuerdo, contactas su presencia viva sentida en tu cuerpo emocional. Te resultará fácil que se abra tu corazón. Te mantienes en contacto con este amigo o amiga, mientras dejas ir la historia y las definiciones. Silenciosamente le ofreces tu corazón abierto, y te conectas más con su presencia desnuda. Quizás aún ves su imagen en tu mente, pero ya es un contacto más con el ser humano que con la historia de él.
Después regresas a las grandes puertas y te dispones recibir a tu siguiente invitado...
El tercer invitado: una persona neutral
Invita a una persona neutral. Alguien que conoces pero que no es realmente un amigo, pero tampoco ha habido dificultades con esta persona. Tal vez el cartero, o algún colega o compañero de trabajo o escuela, algún empleado que ves con cierta regularidad. Recibes su imagen, su recuerdo, evoca su presencia. Siente tu cuerpo emocional. Te mantienes en contacto con él o ella, descubriendo que puesto que no sabes mucho sobre la persona ni hay emociones fuertes con ella, quizás es difícil sostener su presencia en tu mente. No obstante, es claro que es un ser h u m a n o como tú, misterioso y complejo, con necesidades y circunstancias. Silenciosamente mantienes abierto tu corazón, ofreces lo mejor.
Después regresas a las grandes puertas y te dispones recibir a tu siguiente invitado...
El cuarto invitado: una persona con la cual ha habido un desencuentro
Quizás un poco tímidamente se acerca a las puertas de tu banquete de amor incondicional una persona con la cual has tenido dificultades. Ha habido un desencuentro entre ustedes y han surgido emociones aflictivas. Pero te mantienes en tu propósito de ir más allá de definiciones y de la historia con esa persona, decides recibirla como a todos: de buen modo, con el corazón abierto.
Quizás no sea muy fácil al inicio, pues tenderán a disparar emociones predispuestas. Sientes tu cuerpo emocional. Quizá percibes un impulso de molestia o enfado. Te permites experimentarlo sin reprimirlo, pero sin convertirlo en palabras o juicios. No te metes con los recuerdos de la situación que los confrontó o los desencontró. Los dejas ir, estás en plan de contactar la presencia de un ser vivo, un campo de conciencia complejo que no cabe en una idea o una definición. Estás dispuesto a que se disuelvan las definiciones... los juicios. Y en la medida que te sea posible te mantienes en contacto con él o ella. Le invitas a que entre en la mansión y al banquete del Amor incondicional. Silenciosamente le ofreces un corazón abierto en la medida que te sea posible.
Regresas al portón abierto de par en par y te dispones recibir a tu siguiente invitado..
El quinto invitado: todos
Entonces empiezan a llegar más seguido, uno tras otro. Personas que conoces de distintos lados de la vida. Pareja, parientes, familiares, colegas, compañeros meditadores, distintas personas que conoces por tus ocupaciones y relaciones. Incluso personas que conoces de lejos, o que sólo sabes de ellas por los periódicos. Algunas viven más o menos cerca, otros muy lejos. Son de todas las edades y situaciones sociales y económicas. También entran animales, grandes y chicos.
A cada uno le dedicas unos momentos de contacto receptivo y amable. Mantienes el corazón abierto. Dejas que se acerquen uno por uno, y a todos los recibes por igual. Les permites entrar a la mansión, al banquete...
Y antes de terminar te das cuenta que la mansión es tu corazón, y el banquete que se han comido te ha llenado las despensas al doble... mágicamente. Descubres que mientras más das más tienes para dar.
En esta sesión 6 última del taller comenzamos con un recuento de cómo es el camino seguido en el taller desde que iniciamos.
En la vida cotidiana puedes practicar empatía con la alegría propia y de otros así:
Mantente atento/a para darte cuenta y notar las experiencias de alegría propias o de otros, y márcalas con un pensamiento de celebración simple:
“qué bien que esta persona -o yo- esta teniendo esta experiencia de alegría, o de positividad.”
También puedes practicar ecuanimidad en la vida cotidiana, tomando un tiempo cada día, por la mañana, si es posible, para conectarte con el principio del amor en ti, y expresar la aspiración de la ecuanimidad:
“que pueda mantenerme en el centro del amor en las experiencias difíciles, alegres” o neutras, en todas circunstancias. “
ALEGRÍA EMPÁTICA (30 MIN)
ECUANIMIDAD (20 MIN)
En las diferentes tradiciones meditativas de todo el mundo, así como en las disciplinas mentales y terapias psicológicas se considera que la ecuanimidad es una fortaleza mental muy poderosa, pero también difícil de cultivar. Pero, ¿qué es la ecuanimidad?
Para comenzar, ecuanimidad no es indiferencia, ni quiere decir que tienes una experiencia plana y sin altibajos, o sin emociones, es más bien la facultad de metaconciencia que te permite relacionarte con los altibajos de la vida, propios, de otras personas, o del mundo en general, con una mente clara y espaciosa que no es “secuestrada” por los altibajos. También permite mantenerte conectado con el principio del amor de la vida, de manera que una mirada ecuánime es al mismo tiempo clara y amable, o sabia y compasiva.
En este taller de Sabiduría compasiva, la prática de ecuanimidad la enfocamos en el aspecto del amor natural como lo que permite mantenernos centrados en nuestra conexión con el principio de cuidar y conectarnos de manera empática con las personas y los seres vivos, a través de los altibajos de la vida y a través de las experiencias, agradables, desagradables o neutras y con nosotros mismos, amigos y personas cercanas, personas neutrales, personas con las que diferimos, y con todos.
Es como ver “desde arriba” las cosas. He aquí una descripción tomada del libro Mindfulness y Compasión, la nueva revolución, de Jorge García Campayo: “
LA ECUANIMIDAD
Olendzki define este concepto como “una manera de estar presente en el placer sin apego y de estar presente en el dolor sin resistencia”. Los seres humanos estamos diseñados para hacer todo lo contrario: apegarnos al placer y rechazar el dolor.
También Bodhi lo ha descrito como un rasgo o estado mental, difícil de alcanzar y que requiere prácticas, que no puede ser afectado por sesgos y preferencias, y que permanece estable, independientemente de que en la experiencia exista dolor o placer.
Es un estado mental que nos protege de la agitación emocional en mutaciones de alegría o adversidad. La ecuanimidad implica imparcialidad. De esta manera, podríamos aproximarnos a las experiencias agradables, desagradables y neutras con igual interés.
No existe negación, represión, juicio, aversión a ninguna vivencia negativa ni tampoco sobreexcitación ante situaciones positivas. Con el tiempo y al igual que ocurre con mindfulness y compasión, no hace falta practicar la ecuanimidad sino que se instala de forma natural en nuestro continuo mental.
Autores como Thich Nhat Hahn dicen que la ecuanimidad es como subir a la cima de una montaña para poder contemplar todo el paisaje con perspectiva. Esa perspectiva es la profunda comprensión de la interrelación entre todos los seres que vivimos en este mundo y de que las relaciones que mantenemos entre nosotros, amigo, enemigo, son relativas e impermanentes.
SESION 1
CONCIENCIA DE LA RESPIRACIÓN COMPASIVA
RECIBIR AFECTO
SESION 2
RECORRIDO DEL CUERPO CON AMOR (GRATITUD, ACEPTACIÓN, COMPROMISO A CUIDARLO) (32 Min)
AFRONTAMIENTO COMPASIVO (18 Min)
COMPASIÓN HACIA UNA PERSONA CERCANA (10 Min)
SESIÓN 3
RECAPITULACIÓN 1 EVENTO
RECAPITULACIÓN 3 EVENTOS
SESIÓN 4
COMPASIÓN AMIGO, NIÑO, AHORA Y FIGURA COMPASIVA
PRÁCTICA DE COMPASIÓN HACIA OTRAS PERSONAS
SESIÓN 5
AMOR INCONDICIONAL EN 5 ETAPAS (40 min)
GRATITUD (26 min)
SESIÓN 6
ALEGRÍA EMPÁTICA (30 MIN)
ECUANIMIDAD (20 MIN)
AFRONTAMIENTO COMPASIVO Y SABIO
COMPASIÓN EN 5 ETAPAS
EL AMOR ES UN PRINCIPIO NATURAL QUE VIENE CON LA VIDA;
SU FUNCIÓN ES CONECTAR, CUIDAR, PROTEGER, DAR SEGURIDAD
Amor Incondicional, la base de la compasión.
En este taller utilizamos el concepto de amor incondicional para referirnos a un instinto o principio biológico que todos los seres humanos compartimos cuya función fundamental es cuidar la vida a través de la vínculos empáticos entre individuos.
En las principales corrientes de psicología y neurociencias relacionadas se le llama “desarrollar un apego seguro”.
El amor incondicional o el apego seguro se expresan hacia uno mismo y hacia otras personas. Hacia uno mismo es la capacidad de generar una relación empática hacia uno mismo, validando la experiencia física, emocional y mental que estemos experimentando, y de generar acciones que nos cuiden, nos protejan y ayuden a estar bien física y mentalmente.
En su óptima expresión el amor incondicional hacia uno mismo nos permite sentirnos seguros de nosotros mismos, cuidar de nuestra salud y nuestra vida, saber pedir ayuda cuando es necesario, y ser los mejores amigos de nosotros mismos, así como desarrollarnos y florecer como individuos.
En su dimensión interpersonal o social, el amor incondicional nos permite conectarnos con otras personas, crear relaciones sanas y seguras, basadas en la empatía y en la disposición a ayudar y contribuir al bienestar de otros.
Cuando el amor incondicional no se ha desarrollado lo suficiente, lo notamos en que ya sea la dimensión personal -uno mismo- o interpersonal -relación con otros- es insegura, o temerosa o evasiva o desconectada e indiferente. Nos puede llevar a experimentar mucha aflicción y falta de sentido justo porque puede hacer entrar en alerta nuestros sistemas de amenaza, al no construirse una experiencia de seguridad interna y externa.
La compasión
La compasión es la dimensión del amor incondicional que tiene que ver con el sufrimiento. Es el encuentro del amor incondicional con el sufrimiento, propio o de otras personas. Cuando aproximamos el sufrimiento con amor incondicional, desplegándose así la empatía, la validación y el deseo natural de cuidar y ayudar, se da la experiencia de compasión.
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EXPLORANDO EL AMOR INCONDICIONAL
Así, pues, desde que tienes vida tienes un instinto natural -un principio biológico- para intentar crear vínculos con otros seres humanos. Estos vínculos te servirán en primera instancia a sobrevivir, procurar tu bienestar y más allá de las necesidades básicas, te permitirán florecer en una red humana.
A partir de este instinto, desde temprana edad se van construyendo en tu cerebro, cuerpo y mente tendencias y patrones de relación, moldeados por las experiencias con otras personas, comenzando con tus padres y cuidadores. Estas tendencias de relación juegan un papel central en la manera en que se dan y en la calidad de tus vínculos con otras personas.
Este principio biológico en su óptima expresión te permite no solamente crear vínculos seguros y de mutuo beneficio con una pareja o con personas cercanas, sino también construir redes de conexión con las personas con la que convives directa o indirectamente cotidianamente, e incluso con grupos sociales en todo el mundo. Por extensión este instinto tiene el potencial de convertirse en una conexión benéfica con todos los seres vivos del mundo.
A este principio le podemos llamar “amor incondicional”. Incondicional porque en su óptima expresión funciona mejor cuando no ponemos condiciones para permitir su expresión. Al ser incondicional se puede expandir con más facilidad y convertirse en una comprensión profunda de la condición humana, más allá de las rivalidades, enemistades, prejuicios o resentimientos.
Y para poder funcionar así, este instinto requiere cultivarse de cierta manera y con mucha constancia, porque es muy fácil que a través de las diferentes experiencias dolorosas de desconexión con otras personas vayamos perdiendo la confianza en este instinto y lo vayamos limitando cada vez más a cada vez menos personas.
¿Qué pasa cuando nos vamos desconectando de este instinto, o principio biológico, a raíz de las diferentes vivencias, precisamente en la interacción con otras personas, desde que somos pequeños?
¿Por qué empezamos a desconfiar de la gente, a temer de la gente, a ser objeto de agresión de otros y a veces responder también con agresión o indiferencia?
¿Por qué los seres humanos tenemos tantos conflictos entre nosotros si somos parte de una red de vida, cultura, economía y recursos que todos necesitamos?
¿Por qué incluso perdemos el instinto del amor por nosotros mismos, y llegamos a despreciarnos, a descuidarnos o lastimarnos? ¿Por qué tanta soledad y tanto desencuentro con otras personas?
Imagínate que pudieras encontrar el camino de vuelta a casa, recuperar y fortalecer el instinto biológico de crear conexiones seguras, mutuamente benéficas. ¿Cómo sería tu vida? ¿En qué cambiaría tu vida? ¿Cómo sería tu relación con tus amigos, con tu familia, compañeros de trabajo y escuela, personas con las que compartes la ciudad donde vives, e incluso con otros seres vivos, como los animales?
Imagínate.
De esto se trata este taller.
PRÁCTICA DE COMPASIÓN
Hay varias versiones de la práctica de compasión, comúnmente se hacen en cinco etapas, en las cuales desarrollamos compasión hacia
1. uno mismo,
2. Un amigo o persona cercana o quería,
3, Una persona neutral.
4. Una persona con quien nos sentimos distanciados o desencantados,
5. Todo el mundo, comenzando con tu círculo cercano y extendiendo a más personas hasta cubrir el planeta y todos los seres vivos.
En cada etapa te conectas lo mejor que puedas con la persona de la etapa, cuando eres tu es principalmente sentir tu cuerpo, tu respiración tus emociones, tu experiencia de ser tu, y el sufrimiento o angustia que estés experimentando.
En las etapas 2, 3 y 4 traes a la mente y te conectas mentalmente con cada persona, como si estuvieras con ella, y te conectas con su sufrimiento o angustia. Y en la etapa cinco comienzas con personas conocidas, conectándote con más personas cada vez, reconociendo el sufrimiento de todos ellas, e invitándolas a un círculo de compasión. Y luego extiendes a más seres humanos, y si quieres otros seres vivos de todo el planeta.
En cada etapa además de conectarte con las personas.
DESCRIPCIÓN DE LOS PUNTOS BÁSICOS DE LA PRÁCTICA
I. Etapa de empatía
1. Trae a la mente una persona que piensas que está sufriendo o pasando por momentos difíciles en este momento. (O tu mismo). Contacta receptiva y amorosamente su rostro, su expresión, su mirada, su presencia.
2. Cobra conciencia de cómo tu propio cuerpo emocional comienza a resonar con las emociones que percibes de esta persona.
II. Etapa de compasión
1. CONTACTANDO SUS NECESIDADES. Mientras te mantienes conectado con la presencia de la persona, sintiendo tu cuerpo emocional resonar con ella, intuye o siente qué necesidad podría tener ella que no esté satisfecha. Para tener más claridad en este paso, cobra conciencia de los eventos que sucedieron en su vida, de los cuales estás enterado, que detonaron emociones aflictivas en ella.
2. IMAGINANDO UNA ESTRATEGIA PARA ATENDER SU NECESIDAD. Ahora piensa en algo específico que crees que pudiera satisfacer esta necesidad. Estas estrategias pueden ser acciones, palabras, cosas, situaciones.
3. OFRECERLA A ESTA PERSONA. Ofrécele a esta persona, en tu imaginación, lo que crees que pudiera ayudarle a satisfacer la necesidad que percibes no atendida. Algunos ejemplos: “que encuentres las medicinas apropiadas”, “que tengas noticias de tus familiares desaparecidos”, “que encuentres un lugar seguro donde vivir”, “ que encuentres un trabajo donde puedas utilizar tus creatividad.”
En otra versión más sencilla de la práctica simplemente le dices a la persona:
“Que puedas salir de esta dificultad, o del sufrimiento. Que puedas encontrar lo que necesites par estar bien y estar en paz.“
Y aún en otra versión puedes más bien imaginar el bienestar de la persona, imaginando que la dificultad o el sufrimiento han cesado, y se han satisfecho las necesidades que estaban faltando.
Puedes hacer la práctica contigo mismo.
PRIMERA PARTE MINDFULNESS.
10 min.
Iniciar con unos 10 minutos de conciencia plena (mindfulness) al cuerpo, respiración, sensación general de tu cuerpo.
Practicando aceptar todo lo que sientes.
Los pensamientos que surjan los reconoces, y si añadirles nada ni rechazarlos, deja que se disuelvan. Reconéctate con cuerpo y respiración.
____________
SEGUNDA PARTE: AFRONTAMIENTO COMPASIVO
EMPATÍA CON TU PROPIO SUFRIMIENTO:
Sentir el cuerpo y cualquier aflicción, acompañando la atención con la respiración.
Como si la respiración abriera la conexión con tu experiencia de aflicción o sufrimiento.
Mientras la aceptas completamente te dices:
FRASES MIENTRAS SIENTES TU AFLICCIÓN.
RECONOCER Y ACEPTAR EL SUFRIMIENTO.
Dite estas frases lo más sinceramente posible. Y luego escúchalas y siente qué se siente decírtelas.
- “Esto es sufrimiento”
Compasión es el encuentro entre el amor y el sufrimiento.
Compasión es la inclinación de ayudar o contribuir de manera específica al bienestar de un ser vivo que está en dificultades o está sufriendo o pasando por una dificultad. La compasión se basa en la capacidad natural que t e n e m o s los seres humanos de resonar con las emociones ajenas. A esta capacidad se le llama empatía. La compasión comienza con la empatía. Resonar con las emociones ajenas es un potencial con que todos los seres humanos nacemos, y tiene una base neuronal importante. Es decir, es parte de un ser h u m a n o tal como lo es una mano o los oídos. Cuando ves o escuchas o sabes de alguien que está sufriendo tu propio cerebro representa la emoción de esa persona en las mismas zonas en que representa tus propias emociones. El resultado es que tiendes a sentir la emoción que la otra persona está sintiendo. Las neuronas espejo son las encargadas de facilitar la empatía. Si a través de tu vida entrenaste y alimentaste los procesos de las neuronas espejo, la empatía es natural para ti. La empatía se puede entrenar a través de cobrar conciencia de las emociones de otras personas con una actitud de receptividad y ausencia de juicios e interpretaciones.
La empatía y más allá.
Sin embargo, la empatía por sí sola no es suficiente para generar felicidad en nosotros mismos y en nuestro entorno. La empatía es simplemente sentir y percibir la experiencia de otra persona o ser vivo. La empatía nos permite sentir y percibir hasta cierto punto el estado mental y emocional de una persona o ser vivo. Sin embargo, la empatía por sí sola, al ser simplemente un espejo que nos permite resonar internamente con la experiencia de otras personas, puede llevar a que nos fatiguemos de sentir las emociones y la aflicción de otros, y sin darnos cuenta optemos por ignorar o temer, o bloquear la empatí y las señales de la empatía de las neuronas espejo para no estresarnos.
La indiferencia, la lástima y la crueldad son resultado de neuronas espejo bloqueadas o no desarrolladas. Los médicos y las enfermeras y los profesionales de la salud frecuentemente se ven expuestos a m u c h o sufrimiento humano que les resulta abrumador, por lo cual aprenden –y es parte de una subcultura de estas profesiones- a bloquear la empatía y a referirse a los pacientes por n u m e r o o por su patología. "En el 15 hay una neumonía aguda". En la 18 hay una faringitis aguda con un cuadro de anemia". Es el mismo tipo de despersonalización que usan las fuerzas de seguridad: "comandante, aquí tenemos un XJ"...
Sin embargo, la empatía, cuando es transformada en una intención de contribuir de manera específica al bienestar de aquella persona o ser vivo con el cual empatizamos, se convierte en compasión. Así pues, compasión es la base que impulsa la intención de contribuir al bienestar de otra persona. Una vez generada esta intención, cuerpo emociones y mente se preparan para actuar. Este proceso despierta un caudal de emociones positivas, pues satisface en nosotros mismos una amplia gama de necesidades y aspiraciones en la dimensión interpersonal de la vida.
Esta semana te sugiero practicar las dos meditaciones que hicimos en la sesión 2 del taller (en la pestaña de abajo). Lo mejor es meditar diario, y alternarlas. Si tienes tiempo y disposición, también puedes volver a hacer alguna de las de la semana pasada, en particular la primera, la de afrontamiento, que es particularmente útil para momentos fuertes de ansiedad y sufrimiento.
También verás una pestaña de prácticas de tonglen en casa.
Cualquier duda contáctame.
Kavindu
Alterna estas prácticas en casa, un día tonglen, otro día Conciencia espaciosa. Van dos versiones de Tonglen la grabación de la que hicimos en clase en línea (editada y limpiada) y otra versión en estudio.
Grabación en clase:
TONGLEN
Versión en estudio:
TONGLEN
CONCIENCIA ESPACIOSA
En esta situación de cuarentena todo mundo estamos propensos a sufrir aún más de lo habitual. Lleva la práctica de Tonglen a cualquier momento del día. Cuando experimentes tensión o aflicción propia, haz tonglen un par de minutos contigo y para ti. Cuando estés con alguien que sufre, hazlo con y para esta persona. Cuando escuches noticias de personas enfermas o sufriendo, haz tonglen para ellas un par de minutos. Esto te ayudará a no caer en desesperación y sufrimiento y más bien despertar compasión y claridad. Notarás que te llevará a estados mentales más positivos y claros durante el día, también notarás que se va despertando cada vez más tu capacidad de ayudarte a ti mismo/a y a otras personas con acciones compasivas y creativas.
RECAPITULACIÓN
Por Kavindu
Esta es una poderosa práctica que te permite liberar la energía emocional de un evento o situación dolorosa o incompleta del pasado con alguna persona, que sigue vivo en ti, reflejado en estrés y falta de libertad.
Al liberarse la energía invertida en eventos del pasado se relaja el apego a tu historia personal. Esto trae un profundo sentido de paz interior, a la vez que te permite abrirte con inteligencia emocional a otros seres humanos, particularmente en situaciones difíciles. Más aún al dejar atrás el pasado y desactivar el condicionamiento que genera, te devuelve la libertad para acceder al campo abierto de posibilidades.
1-5 Comienza con cinco minutos de no hacer nada. Sólo siente tu presencia en el aquí y ahora.
5-10 Contacta tu cuerpo emocional. Al mismo tiempo siente tu respiración natural mezclándose con las sensaciones del cuerpo emocional.
10-25 Trae a la mente el evento... regresa a la vivencia tal como ocurrió, recordando el lugar en donde estabas, la otra persona o personas involucradas en este evento, los detalles de la ropa, hasta donde te sea posible recordar.. Contacta la situación emblemática de ese desencuentro. Abstente de juzgar o interpretar la situación.
Siente cómo surge la respuesta emocional en tu cuerpo y recibe amablemente y con aceptación el núcleo de la energía emocional. Contacta el sufrimiento asociado al recuerdo.
Siente particularmente la tendencia a contraer y tensar en el cuerpo: así como , las sensaciones de tensión y la dinámica o movimiento de la energía en el cuerpo emocional.
Al inhalar: Imagínate que absorbes algo de la energía dolorosa del recuerdo y de tu propio cuerpo y la llevas al centro del corazón. Con la intención de recuperar la energía que se ha estado invirtiendo en mantener vivo aquel evento o asunto. Puedes imaginar que es un aire denso el que inhalas.
Al llevar el aire al pecho imagina que ahí tienes una puerta de acceso que te permite, en ese momento, soltar el compromiso a mantener vivo el reclamo, la acusación, la culpa y los juicios hacia el evento, las personas o hacia ti mismo. Y suelta este compromiso. Puedes decirte... “ suelto el compromiso de mantener activo este evento” o “desisto de la acusación”... o “retiro los cargos”.
Al exhalar: dirige el aire ya liberado de cualquier reclamo o resentimiento hacia el evento, y la otra persona en el evento y hacia ti mismo. Percibe y siente el relajamiento de la energía al exhalar. Toma conciencia de la sensación sutil de apertura y claridad que se despierta en la mente todo el cuerpo, al exhalar, esa tensión se relaja, se distiende y se integra en el cuerpo.
Puedes imaginar que el aire es luminoso –blanco- claro y que al enviar el aire al a la memoria del evento y a las personas del evento las liberas de la carga de la culpa y el reclamo.
Cambia de evento... si quieres trabajar más de un evento en una sesión, después de unos cinco minutos o más cambia a otro evento y repite los pasos anteriores.
25-30 Termina la práctica con cinco minutos o más de conciencia plena abierta sin hacer nada en particular. Relájate en la conciencia del aquí y ahora, dejando ir los pensamientos que surjan en la mente.
Al terminar la meditación, si deseas, haz una ofrenda que simbolice tu disposición a dejar ir al pasado aquel evento.
RECAPITULACIÓN (Audio)
Hay algunos eventos que ocurren en la vida cotidiana con los cuales nos enganchamos emocionalmente, y puedes practicar recapitulación con ellos. Esto es en particular útil con eventos que no son recurrentes con una misma persona. Si son recurrentes entonces es importante atender tus necesidades y hacer algo al respecto para estar bien. Es decir, la recapitulación es para soltar eventos en los que ya no puedes hacer nada, son solo memoria de dolor.
Cómo practicar en casa la cuarta semana del taller Sabiduría Compasiva.
Llevamos cinco prácticas hasta el momento. He aquí la lista de las cinco con una pequeña descripción de su aplicación.
Afrontamiento compasivo y sabio. (Para procesar compasivamente tu propia aflicción, aceptándola, reconociendo que es normal, que es impermanente, y comprometiéndote a cuidarte),
Compasión. Para cultivar compasión hacia otras personas: amigo, neutral, persona con quien has tenido un desencuentro y luego todo el mundo. Esta es una versión específica para el contexto de la cuarentena.
Tonglen. Práctica para profundizar en la compasión hacia ti y hacia otros, Utilizando la respiración, enviando bienestar.
Recapitulación. Práctica para liberar el pasado de asuntos incompletos y dolorosos.
Gratitud. Prática para reconectarte con la red de contribución que construimos entre todos.
Esta semana te recomiendo enfocarte en la gratitud. Hazla en meditación y también escríbele y contacta personas y dales las gracias, así, de la nada. Solo diles gracias, y diles que porque sí. Practica agradecer en diferentes momentos del día, a personas y por lo que tienes.
GRATITUD (Audio)
Cualquier persona con la que entres en contacto, ya sea en persona (que ahorita son pocas) o por los diferentes medios de telecomunicación, dales las gracias por lo que te ayudan o te apoyan, o por conectarse contigo, o cualquier otra manera de ayudarte a atravesar por esta crisis.
Escribe una carta a cada uno de tus padres en dos partes, una es de agradecimientos y la otra es una mirada compasiva hacia ellos y hacia ti.
Los agradecimientos.
Lo que hace poderoso el trabajo de agradecer es que seas específico de qué es lo agradeces y por qué lo agradeces. Lo específico son las acciones o palabras específicas que agradeces que haya hecho o dicho alguno de ellos. El por qué es en qué te benefició, incluso la necesidad que se satisfizo con lo que hizo o dijo. Por ejemplo: “te agradezco mamá, por el día que me regalaste una maquina de escribir cuando tenía 8 años…, satisfizo mi necesidad de ser visto, de crecimiento, y de estimulación.”
La razón por la cual es más poderoso así que decir “gracias mamá por haberme cuidado cuando era niño”, es que contactas con una vivencia específica que toca tu cuerpo y tu memoria experiencial profunda, en vez de mantenerse a nivel conceptual.
Una mirada compasiva hacia ellos y hacia ti
Papás y mamás no son seres perfectos, nadie lo es. En la vida de todos los seres humanos ocurre que tienes necesidades que esperas que sean vistas y comprendidas y satisfechas por tus padres, y no siempre lo pueden hacer, por diferentes razones. En algunos casos esto puede dejar cierto dolor, o emoción aflictiva con respecto a esos eventos. En esta parte dela carta quieres ser compasivo contigo y con ellos.
En esta parte de la carta se trata de reconocer las necesidades tuyas que no fueron atendidas, con una mirada compasiva, tanto hacia tí, como hacia ellos.
Una mirada compasiva hacia ti reconoce que tenías una necesidad y que no fue satisfecha, y te habría gustado que el o ella la satisficieran, o así lo esperabas, dadas las condiciones y contexto de aquel entonces. Hacia ellos porque escribes reconociendo aclarando que si bien te habría gustado que hicieran tal o cual cosa, entiendes que hicieron lo que pudieron, y que sus acciones como las de todos los seres humanos son condicionadas fuertemente por factores como nuestra herencia biológica, nuestra historia personal y las experiencias durante el período de desarrollo, así como por las influencias familiares, sociales y culturales.
Se trata de estar en paz con lo que fue, con compasión hacia ti y hacia ellos, lo mejor que puedas.
EJERCICIO DE APRECIARSE A UNO MISMO (Descargar)
Cómo practicar en casa la cuarta semana del taller Sabiduría Compasiva.
Llevamos cinco prácticas hasta el momento. He aquí la lista de las cinco con una pequeña descripción de su aplicación.
Afrontamiento compasivo y sabio. (Para procesar compasivamente tu propia aflicción, aceptándola, reconociendo que es normal, que es impermanente, y comprometiéndote a cuidarte),
Compasión. Para cultivar compasión hacia otras personas: amigo, neutral, persona con quien has tenido un desencuentro y luego todo el mundo. Esta es una versión específica para el contexto de la cuarentena.
Tonglen. Práctica para profundizar en la compasión hacia ti y hacia otros, Utilizando la respiración, enviando bienestar.
Recapitulación. Práctica para liberar el pasado de asuntos incompletos y dolorosos.
Gratitud. Prática para reconectarte con la red de contribución que construimos entre todos.
Esta semana te recomiendo enfocarte en la gratitud. Hazla en meditación y también escríbele y contacta personas y dales las gracias, así, de la nada. Solo diles gracias, y diles que porque sí. Practica agradecer en diferentes momentos del día, a personas y por lo que tienes.
ECUANIMIDAD (Audio)
GUIÓN DE MEDITACIÓN ECUANIMIDAD
CONÉCTATE CONTIGO MISMO, CON ATENCIÓN PLENA, CON EL SER HUMANO QUE ERES
Y REFLEXIONA…
El proceso de reflexión consiste en examinar tu experiencia en la vida y ver si te consta lo que la frase sugiere. Por ejemplo, “todo en la vida es impermanente…” Recuerda cómo en tu vida las cosas surgen duran un tiempo y terminan: relaciones, trabajos, proyectos, sensaciones, lugares, etc., hasta que puedas llegar al conocimiento directo de “en efecto, me consta que todo en la vida es impermanente”.
1. TODO EN LA VIDA ES IMPERMANENTE.
2. EN LA VIDA SURGEN EVENTOS IMPREDECIBLES.
3. TENGO EXPERIENCIAS AGRADABLES Y DESAGRADABLES
4. Y QUIERO ESTAR BIEN Y NO SUFRIR.
5. Y ACTÚO SEGÚN VEO Y ENTIENDO LAS COSAS.
6. Y LAS COSAS NO SIEMPRE SALEN ACORDE A MIS EXPECTATIVAS
UNA PERSONA CERCANA, O AMIGA.
PARA ELLA…
1. TODO EN LA VIDA ES IMPERMANENTE
2. EN SU VIDA SURGEN EVENTOS IMPREDECIBLES.
3. TIENE EXPERIENCIAS AGRADABLES Y DESAGRADABLES
4. Y QUIERE ESTAR BIEN Y NO SUFRIR
5. Y ACTÚA SEGÚN VE Y ENTIENDE LAS COSAS.
6. Y LAS COSAS NO SIEMPRE SALEN ACORDE A SUS EXPECTATIVAS
UNA PERSONA NEUTRAL
1. TODO EN LA VIDA ES IMPERMANENTE
2. EN SU VIDA SURGEN EVENTOS IMPREDECIBLES.
3. TIENE EXPERIENCIAS AGRADABLES Y DESAGRADABLES
4. Y QUIERE ESTAR BIEN Y NO SUFRIR
5. Y ACTÚA SEGÚN VE Y ENTIENDE LAS COSAS.
6. Y LAS COSAS NO SIEMPRE SALEN ACORDE A SUS EXPECTATIVAS
UNA PERSONA CON LA QUE HAS TENIDO UN DESENCUENTRO
1. TODO EN LA VIDA ES IMPERMANENTE
2. EN SU VIDA SURGEN EVENTOS IMPREDECIBLES.
3. TIENE EXPERIENCIAS AGRADABLES Y DESAGRADABLES
4. Y QUIERE ESTAR BIEN Y NO SUFRIR
5. Y ACTÚA SEGÚN VE Y ENTIENDE LAS COSAS.
6. Y LAS COSAS NO SIEMPRE SALEN ACORDE A SUS EXPECTATIVAS
AHORA EXTIENDE LA CONCIENCIA HACIA LOS SERES HUMANOS
LAS PERSONAS CERCANAS A TI
LAS PERSONAS MENOS CERCANAS A TI
LAS PERSONAS CON LAS QUE CONVIVES DIARIAMENTE
LAS PERSONAS DE TU TRABAJO
DE TU COLONIA
DE TU CIUDAD
DE OTRAS PARTES DEL PAÍS
DE OTRAS REGIONES DEL MUNDO
NIÑOS, JÓVENES, ADULTOS, ANCIANOS, MUJERES Y HOMBRES
Y REFLEXIONA ASÍ:
1. TODO EN LA VIDA ES IMPERMANENTE
2. EN SU VIDA SURGEN EVENTOS IMPREDECIBLES.
3. TIENE EXPERIENCIAS AGRADABLES Y DESAGRADABLES
4. Y QUIERE ESTAR BIEN Y NO SUFRIR
5. Y ACTÚA SEGÚN VE Y ENTIENDE LAS COSAS.
6. Y LAS COSAS NO SIEMPRE SALEN ACORDE A SUS EXPECTATIVAS
En las diferentes tradiciones meditativas de todo el mundo, así como en las disciplinas mentales y terapias psicológicas se considera que la ecuanimidad es una fortaleza mental muy poderosa, pero también difícil de cultivar. Pero, ¿qué es la ecuanimidad?
Para comenzar, ecuanimidad no es indiferencia, ni quiere decir que tienes una experiencia plana y sin altibajos, o sin emociones, es más bien la facultad de metaconciencia que te permite relacionarte con los altibajos de la vida, propios, de otras personas, o del mundo en general, con una menta clara y espaciosa que no es “secuestrada” por los altibajos. Es como ver “desde arriba” las cosas. He aquí una descripción tomada del libro Mindfulness y Compasión, la nueva revolución, de Jorge García Campayo: “
LA ECUANIMIDAD
Olendzki define este concepto como “una manera de estar presente en el placer sin apego y de estar presente en el dolor sin resistencia”. Los seres humanos estamos diseñados para hacer todo lo contrario: apegarnos al placer y rechazar el dolor. También Bodhi lo ha descrito como un rasgo o estado mental, difícil de alcanzar y que requiere prácticas, que no puede ser afectado por sesgos y preferencias, y que permanece estable, independientemente de que en la experiencia exista dolor o placer. Es un estado mental que nos protege de la agitación emocional en mutaciones de alegría o adversidad. La ecuanimidad implica imparcialidad. De esta manera, podríamos aproximarnos a las experiencias agradables, desagradables y neutras con igual interés. No existe negación, represión, juicio, aversión a ninguna vivencia negativa ni tampoco sobreexcitación ante situaciones positivas. Con el tiempo y al igual que ocurre con mindfulness y compasión, no hace falta practicar la ecuanimidad sino que se instala de forma natural en nuestro continuo mental.
Autores como Thich Nhat Hahn dicen que la ecuanimidad es como subir a la cima de una montaña para poder contemplar todo el paisaje con perspectiva. Esa perspectiva es la profunda comprensión de la interrelación entre todos los seres que v vimos en este mundo y de que las relaciones que manteneos entre nosotros, amigo, enemigo, son relativas e impermanentes.
______________
Hay varias maneras y versiones de hacer una práctica meditativa para cultivar ecuanimidad, en general utilizan una combinación de mindfulness (atención plena) y alguna reflexión muy simple con respecto a lo que es común en la experiencia de todos los seres humanos. Puesto que ecuanimidad consiste en desarrollar una mirada clara y amplia hacia la condición y la naturaleza humana, sin sesgos ni juicios, la reflexión se orienta justamente a contemplar y volvernos conscientes de aquellas características o experiencias que son comunes en todos los seres humanos, en particular aquellas de las que hemos perdido conciencia al tener sesgos positivos o negativos hacia personas o experiencias.
En la versión que hacemos en este taller la reflexión toca seis temas:
1. Todo es impermanente. Solo hace falta examinar nuestra vida para llegar al conocimiento directo de la impermanencia. Cuando no somos ecuánime ponemos resistencia a la impermanencia, o somos inconscientes de ella, y vivimos como si nada fuera a cambiar y el universo estuviera estático y congelado en el tiempo. Cuando aceptamos la calidad de la impermanencia nuestra mente suelta los múltiples apegos negativos y positivos y se despeja y surge la “mente de principiante” mediante que nos permite considerar las nuevas circunstancias como un nuevo juego, y nuevas posibilidades no vistas antes.
2. En la vida surgen eventos impredecibles. Esta reflexión nos invita volvernos conscientes de que no tenemos control de las cosas como creemos, y que la misma naturaleza impermanente de la vida implica que las cosas se terminan y de repente surgen nuevas cosas, eventos, circunstancias, condiciones, etcétera que no habíamos previsto ni considerado. Al examinar nuestra vida desde esta reflexión descubrimos que en efecto muchas cosas ocurren que no esperábamos, favorables o no favorables, deseadas o no, agradables o desagradables, y que esto es cosa normal en la vida. Nuestra mente y cerebro funciona de manera probabilística, es decir la percepción siempre es construida a partir de lo que el cerebro considera probable, tomando como datos el pasado que hemos vivido y la información que tenemos. Pero muchas de las cosas que nos ocurren en la vida quedan fuera de estos datos, porque ni hemos leído de ellos ni las hemos vivido antes. Cuando aceptamos que la vida implica un nivel alto de falta de certeza e impredictibilidad, podemos ver y recibir lo improbable con una mente clara y sin sesgos.
3. En la vida hay experiencias agradables y desagradables. Cuando en la práctica cobramos conciencia de que en realidad desde que tenemos vida hemos tenido experiencias agradables o placenteras y desagradables o dolorosas, y aceptamos que es parte natural de la vida, porque tenemos sistema nervioso, entonces podemos recibir y estar con ambos polos (agradable y desagradable) con una mente clara y abierta y sin negar ni añadirle sufrimiento a los momentos difíciles o desagradables, lo cual nos permite responder a ellos sin perder la cabeza y sin generar sufrimiento adicional.
4. Y quiero estar bien y no sufrir. Esta reflexión tiene como propósito llevarnos a cobrar conciencia de la motivación más básica de los seres vivos, aquella que viene con la vida misma: “queremos estar bien, y no queremos sufrir”. Esta motivación está detrás de todas nuestras decisiones y acciones, así como de las demás personas. Cuando nos volvemos conscientes de esto, y podemos reconocer que esto es así con todas las personas, entonces surge un nivel más profundo de compasión, pues entendemos la motivación fundamental de las decisiones y acciones de los seres humanos, independientemente de que estemos de acuerdo con ellas o no. (Lo cual no quiere decir que las justifiquemos o que no intervengamos para detener el daño causado por las acciones propias o de otros).
5. Y actúo según veo y entiendo las cosas. Con esta reflexión nos volvemos conscientes de que la mente humana construye una percepción a a partir de nuestras experiencias pasadas, nuestro condicionamiento, nuestra biología, y también por los contextos de un momento, y a partir de esta información el cerebro y la mente “deciden” nuestras acciones. Es decir, siempre actuamos bajo la percepción, consciente o inconsciente de que estamos haciendo lo que hay que hacer, o que es lo mejor que podemos hacer. Puede que posteriormente nos parezca mala idea algo que decidimos o hicimos, pero al momento de hacerlo simplemente lo experimentamos como algo lógico. Esta reflexión también hay que notar que no es una valoración ética de las acciones humanas, no es una justificación de las acciones que resulten dañinas nuestras o de otros, sino una comprensión de que los seres humanos actuamos desde una perspectiva que es “una verdad relativa” al momento de actuar.
6. Y a veces mis acciones resultan benéficas para mi y para otros, y a veces no. Esta reflexión tiene como propósito completar la reflexión previa, llevándonos a volvernos conscientes de que nuestras acciones tienen consecuencias, y que algunas de estas consecuencias resultan benéficas o positivas y otras no. Esta reflexión nos puede abrir la mirada a comprender que aún cuando nuestras intenciones sean “buenas” las consecuencias a veces no lo son, en parte porque actuamos bajo suposiciones erróneas (la manera en que vemos y entendemos las cosas de la reflexión anterior), o porque no tenemos control de todos los factores y condiciones en la vida.
Sobre la ecuanimidad y los valores éticos en estas reflexiones
Es importante notar que la ecuanimidad es una mirada un tanto “científica” u objetiva de las cosas, no es una mirada juiciosa, por lo cual no toca la valoración ética de las acciones, solo los procesos mentales y volitivos y experienciales comunes a todos los seres humanos. Con la mirada ecuánime no se pierde el contacto con nuestros valores o principios morales o éticos, sino que los ponemos en el contexto de cómo ocurre la experiencia, la percepción, la motivación y el comportamiento de los seres humanos en general. La ecuanimidad refuerza la compasión porque nos permite comprender o entender a las personas, aunque no estemos de acuerdo con ellas; nos permite darnos cuenta que todos actuamos según vemos las cosas, condicionados por nuestro pasado y nuestras experiencias e información, y siempre estamos tratando de estar bien y no sufrir. Sobre esta mirada ecuánime es posible desplegar acciones alineadas con nuestros valores sin estar cegados por los juicios, los prejuicios y los sesgos que nos impiden entender la condición humana.
LA ACEPTACIÓN INCONDICIONAL DE LO CONDICIONADO ES LO INCONDICIONADO
Esta última sesión del taller profundizamos en la práctica de compasión de dos maneras:
1. Examinamos e hicimos la práctica de compasión en cinco etapas comenzando.
2. Expresamos en la sesión ya sea en el chat o diciéndolo, lo que nos gustaría ver o lo que deseamos que sea posible que ahorita, en la cuarentena y distancia social hemos perdido.
3. También les leí un texto budista del siglo VII-VIII para inspirarnos sobre cómo expresar y cultivar el pensamiento compasivo a través del deseo de bienestar hacia los seres.
Estas prácticas están en las pestañas siguientes.
Cómo practicar en casa la sexta semana del taller Sabiduría Compasiva.
Esta semana te invito a que habites la cualidad de la compasión, tanto en casa donde estás pasando la mayor parte del tiempo, como con las personas con las que estás en contacto en línea y por correos y whatsapp.
Haz la práctica de meditación de compasión si puedes dos o tres veces en la semana, para fortalecer el camino mental de esta cualidad. Y en la vida cotidiana practica compasión contigo, asegurándote de cuidarte, ser amable contigo mismo/a y con tu cuerpo y tus necesidades en general. Se amable con tu mente y tus emociones, dándote tiempo para recibir y experimentar cualquier aflicción que surja, ya sea con la práctica de afrontamiento compasivo de la primera semana, o con la de tonglen de la segunda semana. Puedes alternar con la práctica de conciencia plena de cuerpo sonidos y pensamientos.
Con otras personas, practica volverte consciente de que todos sufrimos, y estos momentos de pandemia y cuarentena son particularmente fuertes para todo mundo. Si puedes ayudar a otros hazlo, asegurándote de cuidarte al mismo tiempo, o practica enviarles mentalmente lo que crees que les haga falta para estar bien y superar el sufrimiento. Puedes también hacer la práctica de Tonglen “en el momento”. Es la práctica que vimos la segunda semana, pero la puedes hacer de manera informal, simplemente tomando un par de minutos para contactar con el sufrimiento -propio o de otras personas- inhalarlo, llevarlo al corazón, y en la exhalación enviar amabilidad, apertura, alivio )(o cualquier otra cosa) e imaginar una luz clara y amable y enviársela.
La compasión es una virtud cada vez más sorprendente en su alcance y beneficio, te ayuda a responder a los momentos de adversidad con amabilidad, al mismo tiempo que disminuye la respuesta de estrés al ser empático con otros.
Si estás pasando momentos difíciles, compasión es un excelente tratamiento, si otras personas cercanas a ti están pasando momentos difíciles, compasión es un bálsamo.
También puedes pensar simplemente, como hicimos en la última sesión, ¿qué te gustaría que hubiera, que pudiera ayudarte a ti o a otros seres humanos?
DOS VERSIONES DISTINTAS DE LA PRÁCTICA DE COMPASIÓN:
COMPASION EN CINCO ETAPAS (En estudio)
COMPASIÓN (Grabada en clase)
_________________
ALTERNAR CON ESTA OTRA:
CUERPO, SONIDOS Y PENSAMIENTOS
DEDICACIÓN 2020
Que el beneficio generado por mis actos
Sirva de alivio a todos los seres que sufren.
Que sea yo medicina para los enfermos
Que sea su médico y su enfermero
Hasta que cese la enfermedad.
Quisiera ser un protector
Para los desprotegidos;
Un guía para los que vagan sin rumbo;
Un bote, un puente, una calzada
Para aquellos que anhelan la otra orilla.
Quisiera ser una lámpara para los que necesitan luz;
Una cama para los que necesitan un lecho;
Un ayudante para los que necesiten un ayudante.
Para todos los seres,
Quisiera ser la joya que cumple los deseos,
Una fuente inagotable,
Un encantamiento mágico,
Un árbol del deseo,
Una vaca de la abundancia.
Así como la tierra y otros elementos
Se hacen útiles de mil y una formas
Al infinito número de seres
Que habitan el espacio ilimitado
Que así, de igual modo
Yo me transforme en algo que contribuya
A todos los seres situados a través del espacio
Hasta que todos ellos hayan alcanzado la paz
Que todos aquellos torturados en cuerpo o espíritu
Encuentren, a través de mis méritos,
Océanos de felicidad y gozo
Y que nunca pierdan su alegría
Que los ciegos vean las formas
Y los sordos oigan,
Que los afligidos hallen consuelo
Y los cansados encuentren paz y sosiego
Que los enfermos recuperen la salud
Y los cautivos se liberen
Que los débiles se fortalezcan
Y que todos los seres actúen con amor los unos a los otros.
Que las lluvias caigan a su debido tiempo,
Que las cosechas sean abundantes
Que los gobernantes sean justos
Que las medicinas sean potentes
Y que ninguna criatura sufra jamás
Que nadie enferme ni pase miserias
Que nadie sea despreciado o abandonado
Y que nadie actúe con maldad.
Santideva (Siglo VII.VIII)
PRÁCTICA DE COMPASIÓN
Compasión es generar una intención de contribuir de manera específica al bienestar de un ser vivo que está en dificultades o está sufriendo. La compasión se basa en la capacidad natural que tenemos los seres humanos de resonar con las emociones ajenas. A esta capacidad se le llama empatía. La compasión comienza con la empatía. Resonar con las emociones ajenas es un potencial con que todos los seres humanos nacemos, y tiene una base neuronal importante. Es decir, es parte de un ser humano tal como lo es una mano o los oídos.
Cuando ves o escuchas o sabes de alguien que está sufriendo tu propio cerebro representa la emoción de esa persona en las mismas zonas en que representa tu propias emociones. El resultado es que tiendes a sentir la emoción que la otra persona está sintiendo. Las neuronas espejo son las encargadas de facilitar la empatía. Si a través de tu vida entrenaste y alimentaste los procesos de las neuronas espejos, la empatía es natural para ti. La empatía se puede entrenar a través de cobrar conciencia de las emociones de otras personas con una actitud de receptividad y ausencia de juicios e interpretaciones.
LA EMPATÍA Y MÁS ALLÁ.
Sin embargo, la empatía por sí sola no es suficiente para generar felicidad en nosotros mismos y en nuestro entorno. La empatía es simplemente sentir la emoción ajena, por lo cual es fácil que nos fatiguemos de sentir las emociones de otros y sin darnos cuenta optemos por ignorar o temer, o bloquear las señales de las neuronas espejo. La indiferencia, la lástima y la crueldad son resultado de neuronas espejo bloqueadas o no desarrolladas.
Los médicos y las enfermeras y los profesionales de la salud frecuentemente se ven expuestos a mucho sufrimiento humano que les resulta abrumador, por lo cual aprenden –y es parte de una subcultura de estas profesiones- a bloquear la empatía y a referirse a los pacientes por numero o por su patología. “En el 15 hay una neumonía aguda”. En la 18 hay una faringitis aguda con un cuadro de anemia”. Es el mismo tipo de despersonalización que usan las fuerzas de seguridad: “comandante, aquí tenemos un X7”…
Sin embargo, la empatía, cuando es transformada en una intención de contribuir de manera específica al bienestar de aquella persona o ser vivo con el cual empatizamos, se convierte en compasión. Así pues, compasión es la base que impulsa la intención de contribuir al bienestar de otra persona. Una vez generada esta intención, cuerpo emociones y mente se preparan para actuar. Este proceso despierta un caudal de emociones positivas, pues satisface en nosotros mismos una amplia gama de necesidades y aspiraciones en la dimensión interpersonal de la vida.
DE LA EMPATÍA A LA COMPASIÓN
¿Cómo pasar de la empatía a la compasión? El camino es sencillo, aunque para desarrollarlo y fortalecerlo es necesario practicarlo repetidas veces. He aquí un diagrama del proceso:
I. ETAPA DE EMPATÍA
Trae a la mente una persona que piensas que está sufriendo o pasando por momentos difíciles en este momento. Contacta receptiva y amorosamente, o amablemente, su rostro, su expresión, su mirada, su presencia.
Cobra conciencia de cómo tu propio cuerpo emocional comienza a resonar con las emociones que percibes de esta persona.
II. ETAPA DE COMPASIÓN
1. CONTACTANDO SUS NECESIDADES.
Mientras te mantienes conectado con la presencia de la persona, sintiendo tu cuerpo emocional resonar con ella, piensa un momento, en pocas palabras, cuál es el contexto o circunstancias en las que está sufriendo esta persona, hasta donde sabes o crees.
Luego imagina, intuye o siente qué necesidad podría tener ella que no esté satisfecha, ¿qué crees que necesite, puede ser cualquier cosa, material emocional, mental, o espiritual?
Ofrécele a esta persona, en tu imaginación, lo que crees que pudiera ayudarle a satisfacer la necesidad que percibes no atendida. Algunos ejemplos: “que tu cuerpo pueda tener la fuerza para recuperarse” o “ que estén disponibles las medicinas apropiadas para que sanes”, “que puedas estar en paz” “que pueda recuperar tu salud y tranquilidad”
1. Personas cercanas que sufren o están pasando dificultad
2. Personas conocidas que sufren o están pasando dificultad
3. Personas con las que tuviste problemas que están pasando dificultad
4. Personas que no conoces que piensas que pudieran estar pasando dificultades.
PRELIMINAR: Se puede hacer un ejercicio previo de identificar a estas personas y anotarlas en una lista.
Cómo practicar en casa la cuarta semana del taller Sabiduría Compasiva.
Llevamos cinco prácticas hasta el momento. He aquí la lista de las cinco con una pequeña descripción de su aplicación.
Afrontamiento compasivo y sabio. (Para procesar compasivamente tu propia aflicción, aceptándola, reconociendo que es normal, que es impermanente, y comprometiéndote a cuidarte),
Compasión. Para cultivar compasión hacia otras personas: amigo, neutral, persona con quien has tenido un desencuentro y luego todo el mundo. Esta es una versión específica para el contexto de la cuarentena.
Tonglen. Práctica para profundizar en la compasión hacia ti y hacia otros, Utilizando la respiración, enviando bienestar.
Recapitulación. Práctica para liberar el pasado de asuntos incompletos y dolorosos.
Gratitud. Prática para reconectarte con la red de contribución que construimos entre todos.
Esta semana te recomiendo enfocarte en la gratitud. Hazla en meditación y también escríbele y contacta personas y dales las gracias, así, de la nada. Solo diles gracias, y diles que porque sí. Practica agradecer en diferentes momentos del día, a personas y por lo que tienes.
GRATITUD (Audio)
Cualquier persona con la que entres en contacto, ya sea en persona (que ahorita son pocas) o por los diferentes medios de telecomunicación, dales las gracias por lo que te ayudan o te apoyan, o por conectarse contigo, o cualquier otra manera de ayudarte a atravesar por esta crisis.
Escribe una carta a cada uno de tus padres en dos partes, una es de agradecimientos y la otra es una mirada compasiva hacia ellos y hacia ti.
Los agradecimientos.
Lo que hace poderoso el trabajo de agradecer es que seas específico de qué es lo agradeces y por qué lo agradeces. Lo específico son las acciones o palabras específicas que agradeces que haya hecho o dicho alguno de ellos. El por qué es en qué te benefició, incluso la necesidad que se satisfizo con lo que hizo o dijo. Por ejemplo: “te agradezco mamá, por el día que me regalaste una maquina de escribir cuando tenía 8 años…, satisfizo mi necesidad de ser visto, de crecimiento, y de estimulación.”
La razón por la cual es más poderoso así que decir “gracias mamá por haberme cuidado cuando era niño”, es que contactas con una vivencia específica que toca tu cuerpo y tu memoria experiencial profunda, en vez de mantenerse a nivel conceptual.
Una mirada compasiva hacia ellos y hacia ti
Papás y mamás no son seres perfectos, nadie lo es. En la vida de todos los seres humanos ocurre que tienes necesidades que esperas que sean vistas y comprendidas y satisfechas por tus padres, y no siempre lo pueden hacer, por diferentes razones. En algunos casos esto puede dejar cierto dolor, o emoción aflictiva con respecto a esos eventos. En esta parte dela carta quieres ser compasivo contigo y con ellos.
En esta parte de la carta se trata de reconocer las necesidades tuyas que no fueron atendidas, con una mirada compasiva, tanto hacia tí, como hacia ellos.
Una mirada compasiva hacia ti reconoce que tenías una necesidad y que no fue satisfecha, y te habría gustado que el o ella la satisficieran, o así lo esperabas, dadas las condiciones y contexto de aquel entonces. Hacia ellos porque escribes reconociendo aclarando que si bien te habría gustado que hicieran tal o cual cosa, entiendes que hicieron lo que pudieron, y que sus acciones como las de todos los seres humanos son condicionadas fuertemente por factores como nuestra herencia biológica, nuestra historia personal y las experiencias durante el período de desarrollo, así como por las influencias familiares, sociales y culturales.
Se trata de estar en paz con lo que fue, con compasión hacia ti y hacia ellos, lo mejor que puedas.
EJERCICIO DE APRECIARSE A UNO MISMO (Descargar)
DEDICACIÓN 2020
Que el beneficio generado por mis actos
Sirva de alivio a todos los seres que sufren.
Que sea yo medicina para los enfermos
Que sea su médico y su enfermero
Hasta que cese la enfermedad.
Quisiera ser un protector
Para los desprotegidos;
Un guía para los que vagan sin rumbo;
Un bote, un puente, una calzada
Para aquellos que anhelan la otra orilla.
Quisiera ser una lámpara para los que necesitan luz;
Una cama para los que necesitan un lecho;
Un ayudante para los que necesiten un ayudante.
Para todos los seres,
Quisiera ser la joya que cumple los deseos,
Una fuente inagotable,
Un encantamiento mágico,
Un árbol del deseo,
Una vaca de la abundancia.
Así como la tierra y otros elementos
Se hacen útiles de mil y una formas
Al infinito número de seres
Que habitan el espacio ilimitado
Que así, de igual modo
Yo me transforme en algo que contribuya
A todos los seres situados a través del espacio
Hasta que todos ellos hayan alcanzado la paz
Que todos aquellos torturados en cuerpo o espíritu
Encuentren, a través de mis méritos,
Océanos de felicidad y gozo
Y que nunca pierdan su alegría
Que los ciegos vean las formas
Y los sordos oigan,
Que los afligidos hallen consuelo
Y los cansados encuentren paz y sosiego
Que los enfermos recuperen la salud
Y los cautivos se liberen
Que los débiles se fortalezcan
Y que todos los seres actúen con amor los unos a los otros.
Que las lluvias caigan a su debido tiempo,
Que las cosechas sean abundantes
Que los gobernantes sean justos
Que las medicinas sean potentes
Y que ninguna criatura sufra jamás
Que nadie enferme ni pase miserias
Que nadie sea despreciado o abandonado
Y que nadie actúe con maldad.
Santideva (Siglo VII.VIII)
PRÁCTICA DE COMPASIÓN
Compasión es generar una intención de contribuir de manera específica al bienestar de un ser vivo que está en dificultades o está sufriendo. La compasión se basa en la capacidad natural que tenemos los seres humanos de resonar con las emociones ajenas. A esta capacidad se le llama empatía. La compasión comienza con la empatía. Resonar con las emociones ajenas es un potencial con que todos los seres humanos nacemos, y tiene una base neuronal importante. Es decir, es parte de un ser humano tal como lo es una mano o los oídos.
Cuando ves o escuchas o sabes de alguien que está sufriendo tu propio cerebro representa la emoción de esa persona en las mismas zonas en que representa tu propias emociones. El resultado es que tiendes a sentir la emoción que la otra persona está sintiendo. Las neuronas espejo son las encargadas de facilitar la empatía. Si a través de tu vida entrenaste y alimentaste los procesos de las neuronas espejos, la empatía es natural para ti. La empatía se puede entrenar a través de cobrar conciencia de las emociones de otras personas con una actitud de receptividad y ausencia de juicios e interpretaciones.
LA EMPATÍA Y MÁS ALLÁ.
Sin embargo, la empatía por sí sola no es suficiente para generar felicidad en nosotros mismos y en nuestro entorno. La empatía es simplemente sentir la emoción ajena, por lo cual es fácil que nos fatiguemos de sentir las emociones de otros y sin darnos cuenta optemos por ignorar o temer, o bloquear las señales de las neuronas espejo. La indiferencia, la lástima y la crueldad son resultado de neuronas espejo bloqueadas o no desarrolladas.
Los médicos y las enfermeras y los profesionales de la salud frecuentemente se ven expuestos a mucho sufrimiento humano que les resulta abrumador, por lo cual aprenden –y es parte de una subcultura de estas profesiones- a bloquear la empatía y a referirse a los pacientes por numero o por su patología. “En el 15 hay una neumonía aguda”. En la 18 hay una faringitis aguda con un cuadro de anemia”. Es el mismo tipo de despersonalización que usan las fuerzas de seguridad: “comandante, aquí tenemos un X7”…
Sin embargo, la empatía, cuando es transformada en una intención de contribuir de manera específica al bienestar de aquella persona o ser vivo con el cual empatizamos, se convierte en compasión. Así pues, compasión es la base que impulsa la intención de contribuir al bienestar de otra persona. Una vez generada esta intención, cuerpo emociones y mente se preparan para actuar. Este proceso despierta un caudal de emociones positivas, pues satisface en nosotros mismos una amplia gama de necesidades y aspiraciones en la dimensión interpersonal de la vida.
DE LA EMPATÍA A LA COMPASIÓN
¿Cómo pasar de la empatía a la compasión? El camino es sencillo, aunque para desarrollarlo y fortalecerlo es necesario practicarlo repetidas veces. He aquí un diagrama del proceso:
I. ETAPA DE EMPATÍA
Trae a la mente una persona que piensas que está sufriendo o pasando por momentos difíciles en este momento. Contacta receptiva y amorosamente, o amablemente, su rostro, su expresión, su mirada, su presencia.
Cobra conciencia de cómo tu propio cuerpo emocional comienza a resonar con las emociones que percibes de esta persona.
II. ETAPA DE COMPASIÓN
1. CONTACTANDO SUS NECESIDADES.
Mientras te mantienes conectado con la presencia de la persona, sintiendo tu cuerpo emocional resonar con ella, piensa un momento, en pocas palabras, cuál es el contexto o circunstancias en las que está sufriendo esta persona, hasta donde sabes o crees.
Luego imagina, intuye o siente qué necesidad podría tener ella que no esté satisfecha, ¿qué crees que necesite, puede ser cualquier cosa, material emocional, mental, o espiritual?
Ofrécele a esta persona, en tu imaginación, lo que crees que pudiera ayudarle a satisfacer la necesidad que percibes no atendida. Algunos ejemplos: “que tu cuerpo pueda tener la fuerza para recuperarse” o “ que estén disponibles las medicinas apropiadas para que sanes”, “que puedas estar en paz” “que pueda recuperar tu salud y tranquilidad”
1. Personas cercanas que sufren o están pasando dificultad
2. Personas conocidas que sufren o están pasando dificultad
3. Personas con las que tuviste problemas que están pasando dificultad
4. Personas que no conoces que piensas que pudieran estar pasando dificultades.
PRELIMINAR: Se puede hacer un ejercicio previo de identificar a estas personas y anotarlas en una lista.