MEDITACIÓN PROFUNDA
Para navegar por la pandemia
CÓMO ES LA MEDITACIÓN PROFUNDA
Hay muchas maneras de hacer una práctica de conciencia plena o mindfulness. Todas tienen en común ciertos componentes que invariablemente se utilizan, estos ingredientes son la aceptación, la curiosidad, la atención corporal y global, la conciencia del ahora -o presencia- y la amabilidad. Estos componentes son el “cómo” de la meditación, a veces entendido como la actitud en la práctica. Al usar estos cinco componentes generamos el estado mental que se conoce como mindfulness o conciencia plena.
En lo que difieren las diferentes prácticas es en qué es lo que se observa. Por ejemplo, uno puede aplicar los cinco componentes a observar la respiración solamente, y esa sería una versión de la práctica. O uno podría observar el cuerpo en general, sintiendo las sensaciones que surjan de cualquier tipo. O uno puede observar más detalle de estas sensaciones, por ejemplo, observar y sentir las sensaciones de tensión o molestia. O sentir las sensaciones agradables y placenteras, o notar cómo todo lo que sentimos cambia momento a momento. Todas estas variaciones en “qué observar“ generan una gran diversidad de prácticas. Las prácticas se van volviendo más profundas en la medida que observamos sensaciones más detalladas, o sutiles, o diferentes dimensiones de una sensación, y según qué observemos estaremos activando redes neuronales que modifican el cerebro y la mente. Por ejemplo, so observamos solo la respiración, generaremos cierto tipo de regulación, probablemente más en el área del tallo del cerebro, donde se regula el ritmo de la respiración y los cambios en el sistema simpático (el que nos acelera), pero si además observamos las sensaciones de tensión en el rostro, notando qué partes están más apretadas o fruncidas, entonces estaremos regulando también estaremos facilitando la regulación de otras áreas del cerebro, la región somatosensorial, donde se representa el rostro y el estado de los músculos, lo cual permitirá una regulación más extensa. Cuando hacemos una práctica de observar diferentes detalles, capas o dimensiones de sensaciones en el cuerpo estamos en efecto generando una regulación mucho más profunda, pues involucra la generación y fortalecimiento de distintas redes neuronales.
En este taller estaremos haciendo prácticas profundas en el sentido de que consisten en observar detalles de sensaciones, o dimensiones de las sensaciones, para generar cambios en más regiones del cerebro. Todos los cambios que vamos generando irán hacia un mismo objetivo: soltar los patrones repetitivos que producen estrés, ansiedad, tensión en diferentes niveles, y en general para generar estados mentales más flexibles y creativos, que nos permitan estar en el mundo con más claridad y compasión.
Por otro lado, en este taller también haremos prácticas de otro tipo, conocidas como de “amor incondicional” o “compasión”. Estas prácticas se construyen sobre una base de mindfulness, pero están dedicadas a cultivar estados mentales que involucran el amor. El amor lo entendemos no en el sentido romántico del término, sino más como el amor de una madre hacia su hijo pequeñito, que consiste de atención, cuidado, afecto incondicional, nutrimento y validación. El amor entendido de esta manera es un principio biológico que usamos no solamente cuando somos pequeñitos para lograr el cuidad de nuestra madre o de nuestros cuidadores, y que ellos usan para cuidarnos y atendernos, sino que a través de la vida se va convirtiendo en lo que nos permite crear relaciones sanas con amigos, parejas, compañeros de trabajo, vecinos, etc. Todas las tradiciones fiosóficas y espirituales en todo el mundo, así como las investigaciones científicas, reconocen el amor como un recurso natural intrínseco al ser humano -y a todos los seres vivos- cuya función es cuidar la vida y promover bienestar y florecimiento en el indiividuo y su comunidad.
LOS DIFERENTES NIVELES DE TENSIÓN
Cuando estamos estresados, o experimentamos temor, ansiedad, preocupación o muchas otras emociones o estados mentales aflictivos, nuestro organismo completo se configura de cierta manera. Se usa el término estrés para referirse al incremento en la tensión general del organismo cuando el cerebro predice que pueden venir problemas o inseguridad en un futuro próximo. Esta sensación de aflicción implica cambios fisiológicos que incluyen tensión muscular, cambios en la presión sanguínea, despliegue de emociones aflictivas, y pensamientos explícitos e implícitos. Además todo esto produce una sensación general desagradable o de molestia en diferentes niveles de intensidad, desde muy sutil hasta intensa.
Meditar profundamente con estos diferentes aspectos de la tensión quiere decir sentir de manera detallada cada una de estas capas y áreas y observarla curiosamente, con aceptación y amabilidad, sin rechazarla y sin añadirle ningún significado.
La parte muscular de la tensión el cuerpo y el rostro la podemos sentir y relajar a través de aceptarla y soltar la activación muscular directamente, pues son músculos del sistema muscular voluntario. A veces no se relajan completamente, y no importa, mientras continuemos aceptando las sensaciones sin añadirles juicios ni expectativas, gradualmente iremos desarrollando la habilidad de soltar más profundamente. La relajación de la tensión general de la presión sanguínea (que viene acompañado de un incremento de energía general y cambios en la respiración) se relaja más indirectamente, pues no es parte del sistema voluntario. Se relaja en parte gracias a la relajación muscular, y en parte al prestarle atención a la respiración momento a momento, así como a la sensación general de energía y tensión en el cuerpo cuando lo sentimos globalmente (todo junto).
Por otro lado la tensión emocional y las corrientes de pensamiento implícito y explícito se regulan a través de la conciencia plena (siempre y cuando el ingrediente de aceptación esté activo). Es decir con el simple acto de volvernos conscientes de lo que sentimos emocionalmente, así como de los pensamientos explícitos o implícitos (ver nota adelante) sin añadirles nada, sin involucrarnos con ellos, sin rechazarlos, sin actuar desde ellos, sin añadirles ningún significado, se van desactivando. Esta es una habilidad que se va desarrollando con la práctica, pero que desde el principio produce resultados tangibles para la mayoría de las personas.
Los pensamientos explícitos son aquellos que puedes notar que están en la mente, los puedes “ver”. Volverse consciente de los pensamientos explícitos es lo que haces cuando te das cuenta que estás distraído y has dejado de prestar atención a tu cuerpo, o a la respiración. Te das cuenta que estás pensando en algo, y si lo observas puedes darte cuenta en qué estás pensando. Incluso puedes darte cuenta si el pensamiento explícito es parte de una emoción, por ejemplo pensamientos de ansiedad, de temor o de enfado.
Hay otro nivel de pensamientos que ocurren en las “márgenes de la conciencia” es decir apenas los puedes notar como una corriente de pensamiento que tiende a ser constante. A veces lo siento como un murmullo en el trasfondo de mi mente, o como una sensación de estar pensando en algo que no sé bien qué es. A veces lo siento como si hubiera un radio a muy bajito volumen en el fondo de mi mente, transmitiendo todo el tiempo. Estas corrientes de pensamiento automático casi ininterrumpido son parte de lo que en neuropsicología se conoce como “la red por defecto” (default mode network), y a menudo están generando un nivel de tensión mental y física a la que nos vamos acostumbrando, sin darnos cuenta que está ahí.
La red por defecto incluye las emociones, los pensamientos explícitos automáticos (los que surgen solos), así como los pensamientos implícitos, o el “murmullo” el trasfondo. Esta red en sus diferentes niveles se va desactivando a medida que los observamos profundamente con conciencia plena momento a momento. La conciencia plena genera una red neuronal diferente a la red por defecto, y la va desactivando gradualmente. En cada sesión de meditación profunda desarrollas y fortaleces la red de la conciencia plena y disminuyes la activación de la red por defecto. Con el tiempo y la regularidad en la práctica la red por defecto irá siendo mucho menos dominante, dando lugar al surgimiento de cualidades mentales altamente benéficas para uno mismo y para construir relaciones y comunidades.
SOBRE NIVELES DE ACTIVIDAD MENTAL
SOBRE NIVELES DE ACTIVIDAD MENTAL
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Cuando nos sentamos en una práctica de conciencia plena, al principio los pensamientos que surgen simplemente los dejamos pasar sin involucrarnos con ellos y continuamos observando nuestra experiencia sensorial, usualmente del cuerpo y la respiración. Sin embargo, a medida que profundizamos en la práctica, se hace posible un siguiente nivel de Mindfulness, conocido en el budismo como el tercero y cuarto fundamentos de la conciencia plena.
Este nivel consiste en observar los estados mentales con cierto discernimiento. Observar estados mentales incluye cobrar conciencia de las emociones, los impulsos, y tendencias mentales habituales reflejadas en el diálogo interno, o sea en pensamientos. Hay muchas maneras de observar los estados mentales, y una de ellas que puede resultar muy útil en el proceso de liberar la mente de condicionamientos e inercias es cobrar conciencia de los diferentes niveles de un estado mental en un momento dado.
El nivel superficial
El nivel más superficial de un estado mental es “visible” a nuestra mirada interior como pensamientos explícitos, es decir aquellos cuyo contenido es evidente. Típicamente en este nivel encontramos planes, preocupaciones, análisis de temas relevantes, recuerdos de episodios recientes, y algunas fantasías, entre los más comunes. Pueden ser pensamientos tan triviales como la lista de cosas que hacer, o “la lista del súper”, o pensamientos emocionales como las preocupaciones, resentimientos, temores, o deseos.
Lo que tienen en común todos estos pensamientos es
- Surgen automáticamente
- Podemos darnos cuenta de ellos si nos lo proponemos.
- Podemos aprender a soltarlos y no identificarnos con ellos.
En las márgenes de la conciencia
Hay otro nivel de contenido de un estado mental que es menos evidente, y que podemos observar cuando nuestra práctica de conciencia plena comienza a madurar. Este nivel no es “visible” de la misma manera que los pensamientos superficiales explícitos, pero lo podemos sentir como una especie de conversación mental silenciosa que ocurre en las márgenes de la conciencia, o justo debajo del nivel de la conciencia ordinaria. A veces lo podemos notar como una actitud sin palabras, o como pensamientos preverbales, o como sentimientos.
Observar este nivel de actividad mental requiere aplicar hábilmente los componentes de Mindfulness de aceptación y curiosidad. Puesto que son pensamientos no explícitos de un estado mental no se observan meditativamente de la misma manera en que te das cuenta de un pensamiento explícito, como una distracción, o una fantasía. Los puedes notar una vez que los pensamientos superficiales explícitos van perdiendo fuerza y ocurren menos frecuentemente y te encuentras con momentos de aparente silencio mental. Esto puede durar pocos o muchos minutos. Cuando empieces a notar que las distracciones surgen menos frecuentemente, y con menos fuerza, y las puedes notar y soltar con bastante facilidad, es el momento en que puedes empezar a notar la corriente de actividad mental implícita.
Algunas pautas y metáforas pueden ayudarte a entender cómo observarlas:
- Como una corriente subterránea
- Como un motor encendido
- Como algo cocinándose a fuego lento
- Como una actitud sin palabras
- Como un estado de ánimo
- Como un radio a volumen bajito que no alcanzas a escuchar, pero si a sentir.
MEDITACIONES DE LA SESION 1
TALLER DE ABRIL:
SOLTANDO LA TENSIÓN (Acostados) (15 MIN)
SOLTANDO LA TENSIÓN PROFUNDA (2 niveles de actividad mental) (30 MIN)
TONGLEN BREVE (10 MIN)
TALLER DE FEBRERO:
1. SOLTANDO LA TENSIÓN FÍSICA (Acostados)
2. SOLTANDO LA TENSIÓN PROUNDA (Niveles de actividad mental) (Sentados)
3. TONGLEN
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TALLER DE ENERO
1. MINDFULNESS SOLTANDO LA TENSION PROFUNDA (Acostados, luego sentados). (50 min)
2. TONGLEN (25 min)
GRABACIÓN DE LA SESIÓN ZOOM
Tema: MEDITACIÓN PROFUNDA: LUNES
Fecha: 19 abr. 2021 07:18 p. m. Ciudad de México
Grabación de la reunión:
https://us02web.zoom.us/rec/share/WNTIZFsgLk8Olpy0HVOJRCRftoHI1FH5yPpP5TWFq4NSWU6SQX4LA0igwdMgCA1N.vswHhPJNCp5SGqCA
RESUMEN DE LA SESIÓN
En esta sesión hicimos dos prácticas de meditación, la primera de ellas soltar la tensión a la tierra, y la segunda observar la naturaleza de los fenómenos.
Soltar la tensión a la tierra
Esta práctica, basada en las prácticas somáticas del Dr. Reginald Ray (Libro: Touching Enlightenment) consiste en inhalar la tensión del cuerpo y al exhalar soltarla y permitir que la tierra la absorba. En esta versión se contempla el cuerpo globalmente, sintiéndolo como una totalidad y cobrando conciencia de la tensión. Al inhalar la tensión lo hacemos con aceptación amable, sin rechazo ni juicios. Inhalar la tensión consiste en sentir la tensión del cuerpo con curiosidad y sensibilidad, al mismo tiempo que sentimos la inhalación globalmente. Al exhalar soltamos la tensión al mismo tiempo que exhalamos, lentamente, mientras sentimos el contacto con el suelo, o la tierra, y sentimos “como si” la tierra absorbiera esta energía de tensión. Esta práctica puede hacerse con o sin guía de audio, pues es bastante fácil de aprender. 15 min mínimo recomendado.
Observando la naturaleza de los fenómenos
Las prácticas de mindfulness o conciencia plena se clasificas en cuatro “fundamentos”, que son en parte niveles, y en parte áreas de la experiencia. Las prácticas más “avanzadas” o profundas, en general, son aquellas en las que observamos las características de los fenómenos de nuestra experiencia. Los fenómenos de nuestra experiencia es cualquier cosa que podemos experimentar: sensaciones de cuerpo, de la respiración, el estado de ánimo o “afecto” (la calidad agradable desagradable de lo que sentimos), y los pensamientos e incluso de la conciencia que experimentamos de todo esto.
En esta versión de la práctica observamos cómo todos estos fenómenos de nuestra experiencia son trazos dinámicos, no cosas fijas y sólidas. Y además como fenómenos sentibles u observables, no llevan en sí mismos ningún significado y ninguna historia. Un sonido en sí, observado como fenómeno es solo una sensación cambiante, sin ningún significado ni contenido personalizado, esos los añadimos nosotros. Igual con los pensamientos. Podemos observar cómo un pensamiento es un fenómeno observable cambiante, sin meternos en sus significados o historia.
Esta aproximación a la meditación de conciencia plena se considera profunda porque desafía nuestras suposiciones e inercias mentales más básicas que nunca cuestionamos. Al practicar de esta manera notaremos que los pensamientos y las emociones se vuelven más ligeras, menos dominantes, menos demandantes, y vamos entrenándonos a no añadir peso emocional innecesario a los fenómenos de nuestra experiencia.
Esto es parte de un entrenamiento mental que es al mismo tiempo muy benéfico como disciplina de salud mental (pues nos permite desactivar patrones crónicos de pensamientos aflictivos, como ocurre con al depresión y la ansiedad). Por esto mismo es una práctica valorada y empleada en la “Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness” (Mindfulness Based Cognitive Therapy).
MEDITACIONES DE LA SESIÓN 2 (ABRIL 2021)
GRABACION ZOOM 26 DE ABRIL
Tema: MEDITACIÓN PROFUNDA: LUNES
Fecha: 26 abr. 2021 07:22 p. m. Ciudad de México
Grabación de la reunión:
https://us02web.zoom.us/rec/share/C6UhL1F-a3U_Z19GrZv0JME3P_YzGFndOJvVYQfm2mjI2I09Q_dj72eogC60BH38.EADVsXwUEDONDguO
Código de acceso para acceder (te lo enviamos por mail desde la primera semana)
SOBRE LA PRÁCTICA DE LOS ELEMENTOS
El énfasis de esta práctica clásica está en reconocer como todo aquello que nos constituye no es nada fijo, sino elementos en transición constante, que tomamos y devolvemos todo el tiempo. Y a partir de allí hay que reconocer que la identificación de un “yo” con cualquier elemento que atraviesa por el cuerpo o la experiencia no tiene sentido.
El efecto de la práctica es atenuar nuestra identificación con los elementos que constituyen el cuerpo, como algo cerrado, fijo y aislado y propiciar una comprensión profunda del cuerpo como una dimensión misteriosa cuya naturaleza es abierta, cambiante.
La suma de estos factores te lleva a un sentido de tranquilidad y paz con la naturaleza de tu cuerpo, y el reconocimiento de tu ineludible interconexión con todos los seres y todo el universo a través de los elementos que usas y devuelvas constantemente
Cuando contemplamos el elemento espacio en la práctica descubrimos que tampoco podemos fijarnos y agarrarnos del espacio, pues es también un “elemento” en constante transición.
Cando contemplamos el elemento conciencia descubrimos que la experiencia de estar conscientes surge de nuestra relación con los cinco elementos anteriores, que están en transición constante. Y la conciencia misma no es un objeto o cosa fija e inmutable de la que te puedas agarrar, sino que se está renovando constantemente de una manera misteriosa.
Identificarse con cualquiera de los elementos algo aislado, cerrado y fijo es fuente de confusión, angustia y sufrimiento. Y sobre todo no nos permite reconocernos a nosotros mismos como seres más misteriosos de lo que creemos, abiertos, cambiantes, fluidos, en constancia creación. Al no reconocer nuestra naturaleza abierta y la renovación constante del ser, nos identificamos con la ilusión de las cosas fijas, y perdemos así el acceso a la sabiduría natural.
La práctica de la contemplación de los elementos es una práctica especial, para ser practicada una vez por semana y siempre practicarla cuando tienes suficiente tiempo y espacio, después de hacerla, para asimilar el impacto sin pasar de prisa a alguna actividad demandante.
SOBRE LA NO IDENTIFICACIÓN
SOBRE LA NO IDENTIFICACIÓN
Por Kavindu
(Descargar texto en pdf)
Los seres humanos tendemos a identificarnos con todo tipo de cosas: objetos materiales, roles, clase social, historia personal, puntos de vista, el cuerpo, las habilidades o conocimientos, etc.
Identificarse es un proceso mental del cual estamos mayormente inconscientes, y si alguien nos lo pregunta lo vemos como algo normal, necesario e inevitable. Sin embargo, aunque sí es normal porque todos lo hacemos, identificarnos con algo fijo, estático no sujeto a condiciones es innecesario, a menudo contraproducente y no es inevitable.
Si examinamos el proceso de identificación, como lo han hecho meditadores, místicos, filósofos y psicólogos a través de los milenios, no es difícil descubrir que gran parte del sufrimiento humano, así como de las limitaciones que nos imponemos, sin darnos cuenta, tiene su raíz en que nos identificamos con “algo” que ni siquiera existe como lo pensamos.
Cuando examinamos con claridad con qué nos identificamos, encontraremos que casi invariablemente tendemos a identificarnos con “algo” fijo, constante, estable o estático, independiente de contextos y condiciones., ya sea material, mental, físico o cultural. Sin embargo en el universo no existe nada con esas características. En el universo nada es fijo, estático ni independiente de contextos o condiciones.
Ya sea que nos identifiquemos con el cuerpo, objetos materiales recursos económicos, ideas, estatus, habilidades, clase social, y hasta con la percepción , nada de esto es fijo ni estático ni es independiente de contextos y condiciones.
¿Cómo podemos considerar que somos algo fijo cuando ni siquiera existe de manera fija, estática, independiente de condiciones y contextos? El cuerpo cambia constantemente, los objetos materiales cambian, se descomponen, decaen o pierden importancia al cambiar los contextos, las habilidades dependen de contextos y van cambiando con los años y al cambiar los contextos pueden dejar de ser relevantes. Y otras cosas con las que nos identificamos son simple fantasías mentales. Cuando todo aquello con lo que nos identificamos cambia… ¿quién somos?
El problema de identificarnos así es que sin darnos cuenta creamos resistencia al cambio y a la renovación. Nos quedamos anclados en la identificación con algo que ya cambió o pasó, y solo nos queda la cáscara de la ilusión. Y al quedarnos anclados en una ilusión bloqueamos nuestra capacidad natural de reinventarnos y transformarnos junto con los cambios naturales e inevitables. Esto puede tener consecuencias prácticas desde no poder adaptarnos fácilmente a nuevas condiciones o contextos, alejarnos de nuestra capacidad natural de aprender, de cooperar con otras personas, de ser compasivos con nosotros y con otros, hasta perder el sentido de la vida.
Desde hace milenios diferentes tradiciones místicas, contemplativas y filosóficas y mas recientemente la psicología y las neurociencias han explorado este tema y sus implicaciones. Se han formulado entrenamientos, prácticas, investigaciones, ejercicios de contemplación y reflexión que nos ayuden a regresar a nuestra capacidad natural de transformarnos, adaptarnos y reinventarnos.
La experiencia de soltar la identificación con la ilusión de las cosas fijas y no cambiantes, lejos de dejarnos sin sentido y sin brújula, genera una sensación de libertad y apertura que muchos llamarían un despertar espiritual, otros lo verían como un alivio a la ansiedad existencial, o incluso una sensación de plenitud y conexión con todo, pues al abrirnos al cambio de manera profunda, se disuelven las barreras ilusorias de la separación.
De manera práctica, dejar de identificarnos con cosas fijas -por definición ilusorias- nos permite adaptarnos, aprender más rápido, evolucionar en lo personal y en lo social, ser menos susceptibles al estrés crónico y las emociones destructivas, conectarnos mejor con otras personas, soltar prejuicios, y sobre todo tener una paz mental incomparable.
Cuando exploramos este tema en los talleres de meditación, invariablemente hay quien pregunta: “y si no soy esto… entonces ¿quién o qué soy?” Al examinar la pregunta con los alumnos, algunos expresan el temor a no tener de qué agarrarse para entendernos o para hacer sentido de quién somos en la vida y en el mundo, o en un extremo, de desaparecer en una especie de demencia. Otros vislumbran la libertad y la paz mental y espiritual.
A través de casi 30 años de practicar la no identificación de diferentes maneras, actualmente me parece que la pregunta de ¿quién o qué soy? es mejor dejarla sin responder y vivirla como una apertura a la reinvención, y no como una prisa por “cerrar barato” con una definición a modo. Me he dado cuenta que siempre que me identifico con algo limitado, fijo, o estático la paso mal tarde o temprano, pues la realidad me muestra la falacia de manera contundente.
También he descubierto una y otra vez que la no identificación no me hace perder la brújula ni el sentido de la vida, sino al contrario, me permite orientarme mucho mejor porque constantemente renuevo mis perspectivas, puntos de vista, y habilidades. Además me permite mantenerme en un estado constante de aprender, de ser un estudiante de la vida, constantemente maravillado. Por otro lado, al vivir con un aproximación ligera y desapegada hacia la identificación (lo cual hay que cultivar todo el tiempo porque es muy fácil volver a identificarnos con esto o aquello) puedo orientarme más fácilmente por principios universales como la compasión, la amabilidad, la cooperación, la honestidad. No es que me identifique con estos principios como cualidades fijas personales, mías, que me definen, sino que me inspiro más fácilmente en ellas para moverme y responder en una realidad cambiante, donde cuidar la vida y florecer surgen como motivaciones naturales.
En este punto del taller de Meditación Profunda comenzamos a explorar este tema, y a hacer varias prácticas orientadas a liberar nuestra sensación de ser, y reconectarnos con nuestra capacidad natural de reinventarnos y adaptarnos constante al cambio sin temor.
PRÁCTICAS DE LA SESIÓN 3
En esta sesión hicimos tres meditaciones. Las primeras dos seguidas y la tercera la hicimos al final.
La práctica de los 6 Elementos conviene hacerla cuando tu cuerpo está relajado y sin tensión, por eso hicimos antes la práctica de soltar la tensión acostados.
Te recomiendo hacer la práctica de los 6 elementos por lo menos una vez más esta semana, pues es una práctica de mayor duración. Y si tienes el tiempo te recomiendo hacerla dos veces o más y repetirla una vez por semana o cada 15 días. Hasta abajo de esta sección incluí una versión un poco más corta (30 min).
También puedes alternar con las otras prácticas que hemos hecho en este taller.
Estas son las prácticas de la sesión:
SOLTAR LA TENSIÓN ACOSTADOS (15 Min)
PRÁCTICA DE LOS 6 ELEMENTOS (37 min)
GRATITUD AMPLIA (25 min)
OTRA VERSIÓN DE 6 ELEMENTOS:
6 ELEMENTOS 30 min (Grabación en estudio)
GRABACIÓN ZOOM
Tema: MEDITACIÓN PROFUNDA: LUNES
Fecha: 3 may. 2021 07:06 p. m. Ciudad de México
Grabación de la reunión:
https://us02web.zoom.us/rec/share/3h-QeFRIw7QbXIQ0KU3Ep8JkjS6vjcxxttEYz8fIGhfONV9xL7m3B2DVeOS-0w8._Hhhl08ZY3_zVK3e
Código de acceso para acceder: se te envió con el enlace de todo el taller, desde la primera sesión.
VERSOS
Conoce que todas las cosas son así:
Como un espejismo, un castillo de arena
Como un sueño o una aparición
Sin esencia, pero con cualidades que se pueden experimentar
………………….
Como estrellas, como una ilusión óptica,
como el truco de un mago, como gotas de rocío o una burbuja,
como un sueño, un relámpago o una nube,
así hay que ver las cosas condicionadas.
………………………
Los seres sintientes fijan los pensamientos,
el verdadero yogui no.
Los pensamientos de los seres son como tallados en piedra:
lo que se piensa se queda,
dejando una huella.
Cualquiera que sea el acto mental, deja un trazo que permanece.
Por eso debemos aceptar que existe el Karma:
hay emociones perturbadoras
y hay patrones habituales.
Por otro lado,
los pensamientos que ocurren
en la mente de un verdadero yogui son como dibujos en el aire.
Al parecer hay un movimiento,
pero sólo en apariencia,
pues él percibe la naturaleza de su mente.
No hay un aferramiento dualista
al que percibe ni a lo que se percibe, y por lo tanto,
no hay acumulación kármica alguna.
Este es el significado de
la liberación que nunca cesa,
que ocurre por sí sola
y se libera por sí sola.
………………………
¿Quién Soy?
Tú no eres Tú apellido... tu color de ojos o piel... No eres el colegio al que tuviste el privilegio de ir, un título universitario, tú "éxito laboral", ni el cargo que tengas donde trabajas...
No eres el carro que manejas, ni la casa dónde vives... no eres Tús viajes, todo lo que te compras, ni tú dinero...
No eres la "imagen o status" que quieres demostrar en las redes sociales...
No eres con quien te casaste, ni los "estándares sociales" que sigues...
Nada de eso te hace mejor que nadie, porque nada de eso habla de quién eres Tú en Verdad...
Tú... eres la amabilidad que expresas al hablar... el perdón que otorgas cuando te ofenden y la empatía sincera que tengas ante cualquiera que pasa por un difícil momento...
Eres la generosidad que tengas al compartir lo que no te sobra con otro, eres la tolerancia ante alguien que te impacienta y la humildad de no hacer sentir a otros menos que Tú...
Eres la inclusión al no discriminar a otros por sus gustos, costumbres o posición, eres la gentileza que tengas hacia otro que no pueda hacer nada por tí...
Eres la bondad que muestres ante un niño, un adulto mayor o una mascota...
Eres la inteligencia emocional que proyectas al pensar antes de hablar para no herir a otros...
Eres la sonrisa que le brindas al desconocido que pasa a tú lado caminando o el abrazo honesto que compartes con otro ser humano...
Eres la madurez y consecuencia con la que llevas la Vida, en lo que dices y en lo que haces...
Eres la sinceridad cuando miras al otro a los ojos y le dices Te Amo, no por inercia sino sabiendo todo lo que amar de verdad significa...
Eres la fortaleza que has construido, la bondad que obsequias, la forma en que en plena conciencia percibes la Vida, Tú Vida...
Eres lo que sueñas y aquello por lo que luchas...
Eres simplemente eso que Tú corazón siente!!!
Mariana Ruiz.
UN ACERCAMIENTO AL CONCEPTO DE VACUIDAD
UN ACERCAMIENTO AL CONCEPTO DE VACUIDAD
Vacuidad en el contexto de la meditación no significa que no hay nada, pero tampoco significa que hay algo. Es justo un punto en medio de estas dos perspectivas. Vacuidad intenta ayudarnos a comprender que hay una manera más poderosa de comprender los fenómenos de nuestra experiencia, incluyendo a nosotros mismos, así como los fenómenos de la naturaleza. Todos compartimos la misma naturaleza.
Vacuidad puede entenderse como el darte cuenta del encuentro momentáneo de una gran cantidad de factores –condiciones- que convergen en un instante para dar una forma transitoriamente. Los seres vivos, y hasta los elementos y las partículas subatómicas son así. En nosotros convergen condiciones y factores numerosos que dan surgimiento a cada instante de experiencia. Y estos factores son dinámicos e inestables, pues todos ellos se modifican entre sí. Estos factores generan formas, seres vivos, cosas, pero también situaciones, relaciones, emociones, aspiraciones, contextos interpersonales y sociales.Todo es un encuentro dinámico de condiciones que generan fenómenos de todos tipos, y siempre en constante transformación.
Vacuidad es un término que te invita a que en vez de fijarte en la foto instantánea de las cosas, de las situaciones, veas el espacio en donde ocurre el fenómeno en sí y te abras a captar y recibir lo que queda fuera de la foto. Es decir, que en vez de ver la foto veas la escena directamente, sobre todo lo que la inercia de nuestras preconcepciones y prejuicios nos impiden ver. Vacuidad no es tanto un concepto que entender sino una manera de ver y entender. En vez de siempre ver las situaciones, las personas, las cosas, los contextos, y tu experiencia individual de cuerpo emociones y mente como si fueran cosas fijas, discretas, separadas la una de la otra, como si existieran en espacio cerrado, impenetrable, las veas como son, como momentos de transición constante.
El lenguaje que le corresponde a esta manera de ver la vida es uno de cambio, de transformación, de interdependencia, de fluidez, de corresponsabilidad, de honestidad, de conexión, de contribución, de complejidad, pero sobre todo de apertura de posibilidades y de intención de ayudar.
Saber que todo es Vacuidad te lleva a tener una mano suave con todo. Sabes que por más que los conceptos que usamos en la vida cotidiana tiendan a fijar, definir, cerrar, congelar cualquier cosa, cualquier experiencia, cualquier evento, la naturaleza de todo es que no puede ser fijado, ni definido ni cerrado ni congelado. Y esto corre contrapelo con la cultura en que vivimos. El ser humano ha pasado ya tanto tiempo nombrando todo y construyendo el mundo a partir de conceptos e ideas y abstracciones, que ya perdimos de vista que el lenguaje de representación, poderoso como es, no es la realidad en sí.
Esto resulta particularmente importante tanto para el bienestar y el crecimiento personal como para crear relaciones (y una sociedad) de contribución y ayuda.
SOBRE LA VACUIDAD (DALAI LAMA)
Sobre la vacuidad, por el Dalai Lama
Una de las percataciones más importantes del budismo proviene de lo que se conoce como la teoría de la vacuidad. En el corazón de esta enseñanza se encuentra el profundo reconocimiento de que hay una disparidad fundamental entre la manera en que percibimos el mundo, incluyendo nuestra experiencia en él, y cómo son las cosas en realidad.
En nuestra experiencia cotidiana tendemos a relacionarnos con el mundo y con nosotros mismos como si estas entidades poseyeran una realidad encerrada, definible, discreta y duradera. Por ejemplo, si examinamos nuestra propia concepción de “Ser” descubriremos que tendemos a creer en la presencia de un núcleo esencial en nuestro ser que caracteriza nuestra individualidad e identidad como un ego discreto, independiente de los elementos físicos y mentales que constituyen nuestra existencia.
La filosofía de la vacuidad revela que esto no solamente es un error fundamental, sino también la base para el apego, la avidez y el desarrollo de nuestros numerosos prejuicios. De acuerdo con la teoría de la vacuidad, cualquier creencia en una realidad objetiva fundamentada en la suposición de una existencia intrínseca e independiente es simplemente insostenible.
Todas las cosas y eventos, sean “materiales” o incluso conceptos abstractos como tiempo, carecen de existencia independiente y objetiva. Si poseyeran dicha existencia independiente se implicaría que todas las cosas y eventos en cierto sentido son completos en sí mismos, y por consiguiente son enteramente autocontenidos. Esto significa que nada tendría la capacidad de interactuar o ejercer influencia sobre ningún otro fenómeno.
Pero sabemos que existe la causa y el efecto: giras la llave del arranque y el motor del coche comienza a girar, las bujías sacan chispas y el combustible comienza a encender. Sin embargo, en un universo de cosas autocontenidas y con existencia inherente, ¡ninguno de estos eventos podría ocurrir!
Por consiguiente, en efecto, la noción de existencia intrínseca es incompatible con la causalidad; esto se debe a que la causalidad implica contingencia y dependencia, mientras que cualquier cosa que tenga una existencia intrínseca sería inmutable y autocontenida.
En la teoría de la vacuidad, se sostiene que todo está compuesto meramente de eventos dependientes relacionados; de fenómenos en continua interacción sin una esencia fija e inmutable, los cuales en sí mismos son relaciones dinámicas en constante cambio. De tal manera que las cosas y los eventos son “vacuidad” en el sentido de que no poseen ninguna esencia inmutable, ninguna realidad intrínseca y ningún ser absoluto.
Tomado de: El Universo en un solo átomo: la convergencia de la ciencia y la espiritualidad. Dalai Lama (2005).
MEDITACIONES DE LA SESIÓN
1. VACUIDAD EN LA EXPERIENCIA PRESENTE (35 Min)
2. VACUIDAD AMABLE EN 5 ETAPAS (25 Min)
PRÁCTICAS DE LA VERSIÓN ANTERIOR DE ESTE TALLER
1. MEDITACIÓN PROFUNDA, CUERPO Y ESPACIO (Acostados)
2. MEDITACIÓN VACUIDAD (Sentados)
3. CONCIENCIA AMABLE Y VACUIDAD (Sentados)
GUIÓN DE LA PRÁCTICA DE VACUIDAD (PDF descargable)
Si deseas hacer la práctica de conciencia de la vacuidad de tu experiencia sin usar el audio, dirigiéndote tu mismo, puedes hacerla en base a este guión, haz click para descargarlo.
CONCIENCIA PLENA Y VACUIDAD
TAREA DE VACUIDAD EN LA VIDA COTIDIANA
En la vida cotidiana date cuenta cómo te relacionas con los conceptos y creencias sobre las cosas, las personas o sobre ti mismo/a.
Date cuenta cómo los pensamientos están vacíos de lo que representan.
Practica mantener una actitud provisional y abierta hacia tus puntos de vista y creencias, dispuesto/a a modificarlas y soltarlas.
Y cuando estén causando sufrimiento obsérvalas y date cuenta como están vacías... no tienen nada adentro.
GRABACIÓN ZOOM
GRABACIÓN ZOOM
Tema: MEDITACIÓN PROFUNDA: LUNES
Fecha: 10 may. 2021 07:15 p. m. Ciudad de México
Grabación de la reunión:
https://us02web.zoom.us/rec/share/jG71KWyYprKTSzlrYsde5wFfRjuyiK-ysTYm6xZsGKAjUkSMiFDUujYBN8OrM-Sg.9z_xg7y-n8fsinIO
SOBRE LA DIMENSIÓN ABIERTA DE SER
Puntos clave
Los seres humanos tendemos a construir autoconcepto: una construcción mental basada en las funciones de representación del cerebro.
Usualmente nos identificamos con las diferentes capas del autoconcepto, y sin darnos cuenta nos identificamos con el contenido de esas capas.
Vimos estas capas de autoconcepto:
- El yo como cuerpo y su forma
- El yo biográfico
- El yo social (la idea que tengo de mi en las relaciones)
- El yo psicológico (rasgos con los que me defino: soy así, soy asado).
- Roles
- Habilidades
- Creencias y puntos de vista
- El yo experiencial
Vimos que a través de nuestra vida todas estas capas van cambiado. De hecho cambian constantemente. Cada que cambiamos de contexto el contenido de estas capas cambia. Además no todas están activas todo el tiempo, tienden a estar activas las más relevantes con las actividades que estamos haciendo en los diferentes momentos y contextos.
La sensación de continuidad
Vimos que desde el presente sentimos y pensamos que todas esas capas en el pasado, sin ningún contenido realmente fijo y estable y permanente, somos nosotros. Es decir, que aunque cambie el contenido, seguimos siendo la “misma persona”. Todo eso nos pasa a “nosotros”. Pero si examinas a quién le pasa todo esto, resulta ser simplemente un espacio abierto, sin nada fijo. Y que justamente el hecho de que siempre está en fluctuación y cambio nos revela que carece de un contenido fijo, inmutable.
Y además está la sensación de ser uno en el presente: el yo empírico. El que en este instante sientes ser a leer esto, o la que escucha sonidos y siente el cuerpo y huele olores en este preciso instante. Esta sensación de yo es aún más ligera, pues no es en sí la sensación de continuidad, sino la sensación de ser sin tiempo.
La sensación de continuidad es que es una capa de “yo” basada en un un modelo lineal del tiempo del pasado al presente, uno siente ser”el que ha sido”. Mientras que la sensación dejo como presente es quien siento ser en este instante cero en que surge la experiencia. No el que deja rastro o pasado o historia.
En meditación podemos volvernos conscientes de esto. Y al hacerlo también reconocemos otra dimensión de ser: la conciencia de todo aquello, la cual es una cualidad también del momento presente. Y al darnos cuenta que el contenido de la conciencia, sea sensorial o mental, conectado con el entorno o completamente pensado, es variable y cambiable… nunca es fijo ni el mismo, y sin embargo en todos los momentos hay un momento de conciencia normal, conciencia ordinaria, espontánea. Entonces parecería que somos conciencia cambiante.
Soltando
Cuando no nos apegamos al contenido de la capa que estemos “siendo” en un momento dado, es decir, no nos obsesionamos con que sea fija y siempre estable y bajo nuestro control, podemos disfrutar dela libertad de ser, sin la ansiedad de ser. Además, la dimensión abierta de ser es generosa, compasiva, flexible, espaciosa.
MEDITACIONES DE LA DIMENSIÓN ABIERTA DE SER.
Esta es la versión que hicimos en la sesión:
1. LA DIMENSIÓN ABIERTA DE SER (38 min)
Esta es otra versión anterior, con algunas diferencias:
1. LA DIMENSIÓN ABIERTA DE SER 40:18 Min (Editada, con menos guía) 40 Min.
SOBRE LA PRÁCTICA DE LA DIMENSION ABIERTA DE SER
MEDITACIÓN DESCUBRIENDO LA SENSACIÓN ABIERTA DE SER
Tendemos a identificarnos con diferentes dimensiones de nuestra experiencia cotidiana, y sin darnos cuenta en la identificación tomamos como estable, constante, independiente de condiciones lo que no es.
En esta práctica practicamos darnos cuenta cómo todo el contenido de lo que usualmente identificamos como “yo”, es inestable, dependiente de condiciones o contextos y es cambiante. . Y por esa razón no podrías crear una identidad estable y constante en base a este contenido.
Durante la práctica contactamos y examinamos diferentes dimensiones o capas con las cuales usualmente nos identificamos.
Después de examinarla se te invita a darte cuenta que no es algo que pueda constituir una base de identidad segura y estable, y entonces se te invita a soltarla y cobrar conciencia de la experiencia de apertura que surge al soltarla. A esto le llamamos la dimensión abierta de ser, o del yo. No la definimos como una cosa, o un objeto o nada que se vuelva un concepto que podamos agarrar, sino una experiencia del presente que siempre está ahí, disponible, aunque no estés consciente de ella.
Hacia el final llegamos a la dimensión de conciencia y finalmente permanecemos un rato en la experiencia de la dimensión abierta de ser.
• EL YO COMO CUERPO
• EL YO COMO ATRIBUTOS Y RASGOS
• EL YO BIOGRÁFICO
• EL YO SOCIAL
• EL YO DE LAS PREFERENCIAS
• LAS CREENCIAS
• LA EXPERIENCIAL SENSORIAL
• EL YO COMO CONCIENCIA
• LA DIMENSIÓN ABIERTA DE SER
Al hacer esta práctica estaremos examinando la vacuidad de la identidad. Para no confundirte, lo primero es entender que, el que algo sea vacuidad, no quiere decir que no existe.
Vacuidad significa que los conceptos que usamos para referirnos a lo que sea son solo conceptos que carecen en sí de aquello que conceptualizan. Un ejemplo muy simple es que el concepto perro no tiene ningún perro adentro, ni es ningún perro, es una generalización de una gran variedad y diversidad de animales diferentes.
Es decir, los conceptos se refieren a algo que en realidad son fenómenos cambiantes, dinámicos, contextuales, momentáneos. Los conceptos no son solo palabras sino configuraciones mentales y físicas que construye el cerebro dinámicamente.
Entonces, cualquiera de las dimensiones de la identidad (el yo) que examinamos en la práctica sí existen como conceptos, pero se refieren a algo que no es estable, fijo, constante, sólido e independiente de contextos y condiciones. Eso es la vacuidad. Vacuidad no es la nada. No es que no existas, es que quien eres no puede ser reducido o limitado a ninguno de estos conceptos, ni al contenido de estas categorías por su Impermanencia y surgimiento dependiente y contextual.
Esto te permite entender que conceptos como temperamento y carácter (atributos o trasgos de la identidad) son fenómenos más complejos y dinámicos y cambiantes de lo que usualmente creemos.
Y por consiguiente no puedes decir que ningún temperamento o carácter “sea yo”, por el simple hecho de que no es ni constante, ni confiable, ni independiente de condiciones, ni es estable.
Es decir, cambia con el tiempo, cambia con los contextos, cambia con la edad, cambia por muchas razones. De hecho, a través del día cambia momento a momento. No es lo mismo tu carácter o temperamento en la mañana que a mediodía y en la tarde. Y aquellos atributos de tu temperamento o carácter dependen de condiciones para expresarse, no están activos el 100% del tiempo en el 100% de las situaciones.
La clave de esta enseñanza es que eres algo más dinámico, flexible, fluido, cambiante, contextual y en constante reinvención. Lo cual no quiere decir que no experimentes continuidad, sino que la continuidad de tu experiencia de ser tú no viene de aferrarte o identificarte con algo ilusoriamente fijo, estable, permanente, o independiente de contextos.
GRABACION ZOOM
Tema: MEDITACIÓN PROFUNDA: LUNES
Fecha: 17 may. 2021 07:17 p. m. Ciudad de México
NOTA: La grabación tiene como 15 minutos de video sin nada, adelántalo para ver la sesión.
Grabación de la reunión:
https://us02web.zoom.us/rec/share/Lx2M3suX43EdUkbQtEM7BVSoRFZ-itlFrnVExgt-eR9bob3PwdjwpGiU7WM9gp1f.QZmOxIjwVI11ePcy
Código de acceso para acceder:
RESUMEN
En esta sexta y última sesión del taller nos enfocamos en distinguir tres cualidades de la conciencia que van surgiendo con la práctica asidua de mindfulness: metacognición, descentramiento y desapego. Al final de la meditación hicimos un ejercicio de cobrar conciencia de los principios que nos han constado en la vida que son benéficos para uno y para la vida.
SOBRE LAS TRES CUALIDADES DE CONCIENCIA
TRES CUALIDADES DE LA CONCIENCIA
METACOGNICIÓN, DESCENTRAMIENTO, DESAPEGO
(Haz click aquí si quieres descargar este texto como pdf)
Cuando nos aplicamos en desarrollar la práctica de Mindfulness con regularidad, desde las prácticas más básicas hasta las más filosas, con el tiempo se van desarrollando tres cualidades de la conciencia: metacognición, descentramiento y desapego. Veamos qué son estas cualidades.
Metacognición, descentramiento y desapego son tres ingredientes que surgen como frutos de la práctica asidua. O sea, son tres cualidades que uno puede constatar que están presentes. Todas las prácticas de mindfulness ayudan a desarrollar estas cualidades, desde las más básicas hasta las más avanzadas.
Metacognición
Metacognición es la capacidad de darte cuenta qué está pasando en tu mente, de poder ver tu mente con claridad, así lo que estás experimentando al momento.
La primera vez que uno tiene una experiencia de metacognición, al menos en la meditación, a menudo surge cuando te das cuenta que estás distraído. Cuando la gente viene a meditar y después de una o dos practicas les pregunto cómo les fue, a menudo algunos dicen un tanto desanimados, “me distraigo mucho.” Y yo les pregunto “¿cómo sabes que te distraes” y responden “porque me doy cuenta” Y yo les respondo, para su sorpresa, “pues entonces vas muy bien, porque darte cuenta que te distraes es una de las principales cualidades que estás cultivando con estas prácticas.” Esta es la metacognición en sus primeras expresiones. Es una de las primeras cualidades que empiezas a trabajar, y que con la práctica asidua va madurando.
Cuando no hay metacognición estamos distraídos y no nos damos cuenta. O muchas veces estás luchando y batallando contra algo, un sentimiento, una sensación, un sonido, y no te das cuenta que lo estás haciendo. O estás reaccionando, y no te das cuenta. Entonces, metacognición es darte cuenta de lo que está ocurriendo en tu experiencia. Lo puedes ver. Es como una ventana hacia tu propia experiencia.
Es decir, la metacognición te permite ver lo que ocurre honestamente, y sin juzgarte ni reñirte. Surge una mirada neutral y clara, una mirada imparcial.
Descentramiento
Y luego, la siguiente cualidad, el descentramiento, es cuando tienes casi de manera natural y espontánea la claridad de que tú no eres eso, o sea ya hay una desidentificación casi inmediata. Y a veces no tan inmediata, pero está bastante disponible.
Cuando uno no tiene disponible el descentramiento -que también se llama desidentificación- te identificas con todo; tomas todo personal y todo es sobre ti. Y tienes una idea muy fija, muy anclada en en en tu biografía y alimentada con diálogo interno sobre ti.
Cuando no tienes la capacidad de descentramiento te identificas muy fácil con las cosas. Por ejemplo, con lo que escuchaste que opina alguien de ti, o con lo que opinas tú de ti o de cualquier cosa o persona, o con tus gustos y preferencias aprendidos. O sea, te fusionas con ello, y esto es lo contrario de descentramiento.
La fusión tiende a ocurrir más fácilmente con las experiencias intensas, o que llevan un alto nivel de estrés, y cuando, de alguna manera, se hace posible el descentramiento con respecto a fenómenos que generan aflicción, se siente una gran liberación, no porque no lo sigues sintiendo, sino porque el de sentido de ser tu no está enredado o fusionado con la sensación.
Si sientes tristeza o cualquier sentimiento y te fusionas con la experiencia no tienes la capacidad de verlo como un fenómeno, sino que todo tu estás “embargado” por el sentimiento, te tiene atrapado. Tu identidad es tristeza . Como decía una maestra que tuve , “todo tu te reduces a ese sentimiento. Pero cuando hay descentramiento, no te fusionas con lo que sea que estás experimentando porque lo puedes ver como un fenómeno que es observable y tú no eres eso.
Se le denomina descentramiento porque hay una sensación de que el centro de tu experiencia de yo no está en el sentimiento, o en el pensamiento o la sensación, o la creencia, sino en la experiencia de ser el observador de ello. El descentramiento genera la claridad de que tú no eres eso, hay una ausencia de fusión con las experiencia.
Desapego
La tercera cualidad que cultivamos con las prácticas es el desapego. Si ya se han desarrollado las dos anteriores, se dice en las tradiciones orientales que el desapego es espontáneo. En mi experiencia de años de práctica, me parece que cada vez es más espontáneo, aunque, sobre al principio, parece requerir de una pequeña ayuda intencional.
En la práctica de mindfulness el desapego se va cultivando a través de la aceptación receptiva: no rechazar, no retener, no perseguir. El desapego lo notas cuando las tendencias, inclinaciones o preferencias aprendidas o condicionadas a través de tu vida pierden prepotencia. En algunos casos puedes notar que surge una preferencia automática, pero no te domina ni te ciega, te mantienes en un estado de apertura desde donde puedes cambiar de puntos de vista, puedes modificar tus creencias y crear acciones diferentes.
No hay que confundir el desapego con la indiferencia porque si bien en la indiferencia hay una especie de no preferencia, ésta se da porque estás desconectado, enajenado, o en negación. El desapego conlleva una apertura y una capacidad creativa, mientras que la indiferencia conlleva cerrarse.
Esto en meditación se ve en la manera en que te relacionas con todo: sensaciones de cuerpo, sentimientos, sonidos, pensamientos, etc. La metacognición te permite verlos, el descentramiento te permite no identificarte, y el desapego te permite no caer en la inclinación o preferencia automática.
El desapego no quiere decir que en la vida cotidiana no usas las preferencias nunca, sino que no estás apegado a ellas. Además, que vivas con desapego las preferencias no quiere decir que no tienes principios y valores. Al contrario el desapego a las preferencias condicionadas te permite acceder más fácilmente a tus principios.
Estas tres cualidades, metacognición, descentramiento y desapego, las hemos experimentado por momentos en la vida, a veces las notamos y a veces nos pasan desapercibidas. La meditación formal, sobre todo apoyada con las prácticas informales en la vida cotidiana, las va desarrollando gradualmente. Cada vez más seguido las en más situaciones y contextos.
LA PRÁCTICA DE GENERAR UN SENTIDO DE MISIÓN
La práctica de generar un sentido de misión
Si no somos la historia que nos contamos, ni somos un contenido fijo y estático, tal como lo descubrimos con las prácticas del taller, uno se puede preguntar… entonces ¿quién soy? Una posible respuesta es que eres la sensación de ser en el ahora cambiante. Y si aún nos preguntamos, ¿y qué me da el sentido de continuidad o referencia? ¿cuál es mi brújula si no mi biografía? La respuesta puede ser: puedes ser lo que quieras ser, y puedes decidir “algo” al mismo tiempo versátil, flexible y con infinitas posibilidades de expresión, mientras sigue siendo reconocible por ciertas características.
Ese “algo” es una cualidad o un principio, o una aspiración que puede ser tu brújula y tu guía en cada instante de la vida. Por ejemplo: creatividad. Si decides “ser” creatividad, entonces este es tu departamento, tu estás a cargo de la creatividad, en todo lo que hagas, tanto en lo personal como en lo interpersonal. Salpicas creatividad. Si entiendes creatividad como siempre poder crear opciones, o ver nuevas posibilidades, eso es lo que te guía en cada situación de la vida. Si decides “ser” bienestar, ese es tu departamento. Estás a cargo de generar bienestar. Si escoges empatía estás a cargo de generar empatía, hacia ti, hacia otros, esa es tu brújula.
En casi todas las tradiciones espirituales existe un “ritual de paso” en el cual te cambias de nombre por uno que representa este sentido de misión. Te puedes llamar “paz”, o “entusiasmo”, o “claridad” o “compasión” (a menudo esto es en idiomas antiguos, o con nombres simbólicos). Como yo lo veo, no hace falta cambiarse de nombre, pero sí es necesario que hagas algunas prácticas que te permitan ir profundizando en tu conexión con la cualidad que escojas. Lo primero es desidentificarte con la biografía, y con cualquier otro compromiso inconsciente que tenemos, formado en el pasado y condicionado por las experiencias de vida. Dejar de identificarnos con algo fijo y estático, o con cosas materiales o sensaciones pasajeras. Y una vez que encontramos ese espacio vacío, o dimensión abierta, del ser, podemos conectarnos con la cualidad que queremos ser. La práctica que hicimos en este taller y que está en la pestaña de meditaciones de esta semana es una aproximación. Lo mejor es hacer las dos prácticas juntas: la de impermanencia y espacio, seguida de la de generar una misión.
TAREA EN LA VIDA COTIDIANA
En la vida cotidiana practica reconocer la metacognición, el descentramiento y el desapego.
Practica Metacognición: Cultiva conciencia de tus estados mentales, pensamientos, impulsos, etc. Esto te permitirá dejar de funcionar en automático en la vida cotidiana.
Practica descentramiento. Nota cuando tomas algo personal. Nota la fusión, la sensación de el centro de tu sentido de yo se fusiona con un sentimiento, pensamiento, creencia, sensación, memoria, etc. Familiarízate con la sensación de fusión, pues es lo que te permitirá relajarte y de identificarte, dejar de fusionarte.
Practica desapego. Nota la sensación de estar agarrado a puntos de vista, creencias, y en general preferencias de todo tipo. En la vida usamos las preferencias para movernos automáticamente por aquí y por allá. Pero cuando el piloto automático no es lo adecuado, el desapego te permitirá deslizarte sin problema a otros puntos de vista, otras perspectivas, otras posibilidades, otras opciones. Encuentra oportunidades para facilitar el desapego y movilizar las cosas hacia el bien.
MEDITACIONES DE LA SESION 6
GRABACIÓN ZOOM DE LA SESION 6
Tema: MEDITACIÓN PROFUNDA: LUNES
Fecha: 24 may. 2021 07:17 p. m. Ciudad de México
Grabación de la reunión:
https://us02web.zoom.us/rec/share/Ub6WH-Jy1gfF81gOgdCDNR697QDlBOFxWrxL6Gk_uQwMG-OD4zZIQnikXt9HOw1K.1vl1Dws0pPRhmPxE