MEDITACION PARA LA VIDA

MINDFULNESS - COMPASIÓN

SABIDURÍA COMPASIVA 1 DE MARZO DE 2021 


  • SESION 1: EL PRINCIPIO NATURAL DEL AMOR Y RECONECTARNOS
    • INTRODUCCIÓN
      Amor Incondicional, la base de la compasión.

      El objetivo de este taller
      es conectarnos con el principio natural del amor que viene con la vida y que opera a un muy profundo y básico y desarrollarlo a un nivel elevado, tanto en su dimensión hacia uno mismo como en su dimensión interpersonal y social.

      Las prácticas que haremos en el taller están derivadas en su mayoría del budismo, donde se desarrolló una metodología muy completa para este fin. También examinamos el tema del amor como principio biológico desde la perspectiva neuropsicológica actual pues nos ayuda a entender por qué funcionan.

      Amor incondicional
      En este taller utilizamos el concepto de amor incondicional para referirnos a un principio biológico que todos los seres humanos compartimos cuya función fundamental es cuidar la vida y facilitar vínculos empáticos seguros entre individuos. En el budismo antiguo se les describe como la intención de estar atentos y cuidar que surge de una madre de manera natural hacia su hijo pequeñito.

      En las principales corrientes de psicología y neurociencias se usan diferentes términos para referirse a este principio. He aquí algunos de los más relevantes:

      1. El sistema de afiliación. Se utiliza este término para explicar el amor en el mismo nivel en que se explica el sistema de amenaza (de donde se produce lo que conocemos popularmente como estrés) y el sistema de incentivo (el que nos motiva a conseguir recursos y lograr metas).

      2.
      Teoría del apego” o “apego seguro”. Acuñado por el psicólogo John Bowlby. Aunque es muy importante entender que apego seguro significa casi lo contrario que “estar apegado” a una persona. Se refiere a la sensación de conexión, seguridad y confianza que se va generando en la mente del niño hacia quien lo cuida de manera consistente y eficaz y que establece la base de cómo nos relacionamos con las personas en nuestra vida ya de adultos. Cuando hay apego seguro, el sentido de seguridad interna que nos da nos permite relacionarnos sin temor ni evitación con otras personas y al mismo tiempo ser independientes.

      3. Sentirse sentido. El siquiatra Daniel Siegel usa la expresión “sentirse sentido” como la experiencia que tenemos cuando se da una conexión con empatía.

      Las dos dimensiones del amor incondicional
      Todas las aproximaciones antiguas y contemporáneas coinciden en que el amor como principio natural se expresa hacia uno mismo y hacia otras personas. Hacia uno mismo es la relación empática hacia uno mismo, validando la experiencia física, emocional y mental que estemos experimentando, y de generar acciones que nos cuiden, nos protejan y ayuden a estar bien física y mentalmente.

      En su óptima expresión el amor incondicional hacia uno mismo nos permite sentirnos seguros de nosotros mismos, ser independientes, cuidar de nuestra salud y nuestra vida, saber pedir ayuda cuando es necesario, y ser los mejores amigos de nosotros mismos, así como desarrollarnos y florecer como individuos.

      En su dimensión interpersonal o social, el amor incondicional nos permite conectarnos con otras personas, crear relaciones sanas y seguras, basadas en la empatía y en la disposición a ayudar y contribuir al bienestar de otros. De esta dimensión surge la compasión, la solidaridad, la gratitud y otras emociones que se construyen sobre la base del amor.
      En esta dimensión se da el comportamiento prosocial que trasciende las diferencias de género, clase, raza orientación sexual o cualquier otra categoría socio-cultural.

      Cuando el amor incondicional no se ha desarrollado lo suficiente, lo notamos en que ya sea la dimensión personal -uno mismo- o interpersonal -relación con otros- es insegura, o temerosa o evasiva o desconectada e indiferente. Nos puede llevar a experimentar mucha aflicción y falta de sentido justo porque puede hacer entrar en alerta nuestros sistemas de amenaza, al no construirse una experiencia de seguridad interna y externa. (Este tema lo veremos en la segunda sesión del taller). O lo notamos en las relaciones interpersonales: se vuelven conflictivas, codependientes, inseguras, o marcadas por la agresión o la desconexión.

      El desarrollo del amor incondicional.
      El desarrollo del amor incondicional cubre un espectro amplio, desde crear una reconexión con el principio cuando este no se ha desarrollado bien en la infancia y a través de la vida, pasando por sanar y cerrar experiencias dolorosas que hemos tenido en relaciones con otros, establecer una relación segura y sana con nosotros mismos, no basada en el autoconcepto sino en el amor mismo, hasta llegar a una expresión elevada de compasión y solidaridad hacia todos los seres.

      La compasión
      La compasión es la dimensión del amor incondicional que tiene que ver con el sufrimiento. Es el encuentro del amor incondicional con el sufrimiento, propio o de otras personas. Cuando aproximamos el sufrimiento con amor incondicional, desplegándose así la empatía, la validación y el deseo natural de cuidar y ayudar, se da la experiencia de compasión. En este taller comenzaremos a trabajar con la compasión desde la segunda sesión, primero comenzamos en la primera sesión con el aspecto de reconexión con el principio en nosotros mismos y luego la extenderemos gradualmente hacia otras personas y otros seres vivos.
    • AUDIO DE MEDITACIONES PARA PRACTICAR EN CASA

      1. CONTACTAR EL AMOR NATURAL (25 min)

      2. RECIBIR AFECTO EN TU VIDA (28 min)

    • TAREA EN LA VIDA COTIDIANA

      Esta primera semana del taller te recomiendo enfocarte en reconectarte con el amor incondicional como algo que está adentro de ti, y no afuera. Estos ejercicios para la vida cotidiana pueden ser muy útiles:

      1. Cobra conciencia de cómo estás contigo a través de cómo te hablas. Nota el lenguaje que usas en el diálogo interno sobre ti mismo. Nota, en particular, cuando te castigas, te regañas, o te insultas. Cuando notes la voz autocrítica solamente nómbrala y sin añadirle nada, déjala ir: “ah… esta es la voz autocrítica, gracias, adiós”

      2. Cobra conciencia como te relacionas con tu cuerpo y con tus necesidades básicas de cuidado y salud: ¿Atiendes pronto las necesidades físicas (comida, descanso, esparcimiento, hidratación? ¿Cuidas tu cuerpo bien y oportunamente? ¿Hay algún asunto de salud que no estés atendiendo? ¿Consumes algo que sabes que es dañino para tu cuerpo? ¿Haces algo que lastima a tu cuerpo cuando lo haces? ¿Haces ejercicio regularmente? ¿Sabes sentir tu cuerpo?

      3. Cobra conciencia de las acciones de amabilidad de otras personas hacia ti,
      nótalas intencionalmente, dite mentalmente: “esta es una acción amable”.

    • COMO SE DESPLIEGA EL AMOR INCONDICIONAL
      CÓMO SE EXPRESA EL AMOR INCONDICIONAL

      El amor incondicional se despliega a través de varios componentes, iniciando más o menos en este orden: conexión, empatía, validación y cuidado.

      Veamos cómo se despliegan estos componentes del amor comenzando desde temprana edad:

      Un bebé recién nacido no se puede cuidar a sí mismo. Al igual que todos los mamíferos, un bebé requiere del cuidado de alguien -usualmente la madre-, pues no tiene los recursos básicos para satisfacer sus propias necesidades.

      Lo único que tiene es el instinto biológico que se expresará espontáneamente para tratar de asegurar el cuidado continuo y suficiente de alguien que le ayude a satisfacer sus necesidades hasta que lo pueda hacer por sí mismo. Es a este instinto al que le estamos llamando amor incondicional, el cual resulta un término muy adecuado para referirnos al amor de una madre hacia un hijo en sus primeros días, meses y óptimamente años de vida, pues si no es incondicional, o si no hay otra persona que le brinde esta incondicionalidad, el bebé seguramente no sobrevivirá. Para un recién nacido, el amor es una cuestión de vida o muerte y la manera en que se desarrolle o no de manera óptima el amor incondicional se reflejará prácticamente en todas nuestras relaciones más adelante en la vida.

      CONEXIÓN: EL PRIMER PASO DEL AMOR INCONDICIONAL
      Lo primero que necesita el bebé es la conexión de mamá hacia él o ella. Conectarse es prestar atención a alguien, ser vistos, volvernos conscientes de otros y para otros. Sin conexión no existimos los unos para los otros, nos volvemos invisibles unos para otros. Y cuando nadie te ve no te puede tomar en cuenta, no puede captar tus necesidades. Si eres un bebé la conexión es tu línea de vida.

      Para gestionar la conexión básica, el bebé emite y expresa sonidos, olores, movimientos oculares, y todo lo que el instinto del amor articula espontáneamente para intentar ganarse la conexión segura con su madre, o quien sea su cuidador/a principal.

      El amor como principio biológico se despliega en primera instancia como conexión: buscar conexión y dar conexión y crear así un vínculo que se sostenga.

      EMPATÍA: EL FLUJO DE INFORMACIÓN A TRAVÉS DE LA CONEXIÓN
      La conexión es necesaria, pero no suficiente para generar el vínculo seguro que busca un bebé con un cuidador. La empatía es un segundo componente, una condición esencial sin la cual la conexión no prosperará como vínculo seguro.

      La empatía la definimos aquí como una aspecto de la sensibilidad y la percepción que nos permite captar la experiencia que está teniendo otra persona. Al conectarnos con otra persona con empatía empezamos a sentir y resonar con su experiencia energética y afectiva: percibimos si está experimentando placer o dolor, y si su energía es agitada o calmada, e incluso podemos percibir sus necesidades.

      La empatía consiste en recibir e interpretar lo más precisamente posible la información que podemos percibir de otra persona. Es decir, nos permite sentir la experiencia de otra persona e inferir su estado afectivo, emocional, mental y hasta cierto punto sus necesidades e intenciones.

      Por supuesto para un bebé la empatía de su madre o cuidador/a es esencial, pues de ella depende que sus necesidades sean vistas y atendidas. En temprana edad la empatía la necesitamos hacia nosotros y no la podremos activar y ejercer aún hacia otros, sino hasta varios años después, y eso dependiendo de que la hayamos experimentado de otros hacia nosotros mismos. Cuando no hemos recibido empatía de manera consistente en la pequeña infancia, es muy común que tampoco la podamos desarrollar en nosotros mismos, o sea que no tengamos claro cómo nos sentimos, qué pensamos que intenciones tenemos y qué necesitamos. Es decir, la empatía es un aspecto de la percepción que se construye con las experiencias de empatía de otros hacia uno durante la infancia, y después de nosotros hacia otros.

      VALIDACIÓN O ACEPTACIÓN
      El concepto empatía se entiende que incluye la validación -o aceptación- de la experiencia de la otra persona. Es decir, no solo la percibes sino que la entiendes como que es válido sentirse así y pasar por lo que está pasando la persona. Aceptas que su experiencia es así y no la juzgas por ello, es simplemente lo que le pasa a un ser humano.

      La aceptación es esencial para que la conexión y la empatía puedan conducir al siguiente componente del amor incondicional: ayudar o cuidar. Por supuesto en el caso de un niño pequeño esta es la razón principal de ser del amor incondicional: conectarse con él con empatía y validación para ayudarle a satisfacer sus necesidades


      CUIDADO
      Este es el primer objetivo o meta del amor incondicional cuando somos pequeños: causar que alguien nos cuide. Cuidar significa en general que alguien nos ayude a satisfacer sus necesidades, las cuales de pequeños son típicamente de comida, protección, techo, descanso, en general el cuidado de nuestra salud, juego y aprendizaje, así como las que se relacionan con el mismo amor incondicional; conexión (a veces entendida como atención), empatía, validación, y cuidado. Cuando no se da el cuidado, el niño pequeño intenta generar la conexión de la única manera que sabe: a través de comportamientos instintivos que expresan el estrés o la insatisfacción, como llorar, mover los ojos de un lado a otro, mover el cuerpo de cierta manera, generar ciertos olores, etc.

      QUÉ PASA CON ESTOS COMPONENTES CUANDO SOMOS ADULTOS
      Comenzamos examinando estos componentes en la infancia para volvernos conscientes de lo crucial que resulta el amor incondicional cuando llegamos al mundo y de lo importante que es en nuestro desarrollo. Cuando hemos recibido cuidado consistente de pequeños, y las necesidades mencionadas se han satisfecho con regularidad, generando una sensación de seguridad y estabilidad en el pequeño, el cerebro del niño se desarrolla de manera óptima, y además, gradualmente irá creciendo en él o ella la capacidad de desplegar el amor incondicional hacia sí mismo: conexión, empatía, validación, y cuidad de uno mismo. Al mismo tiempo, irá creciendo en él o ella la capacidad de expresar estos mismos componentes hacia otras personas, comenzando, de pequeños, con otros seres vivos, y con nuestros hermanos y amiguitos de infancia. No servirá en todas las etapas posteriores de nuestra vida para crear vínculos seguros con otras personas, incluyendo amigos, compañeros de escuela, parejas, amigos, colegas de trabajo, y en general hacia otros seres humanos y otros seres vivos.

      Sin embargo es claro que la mayoría de los seres humanos podríamos beneficiarnos de desarrollar el amor incondicional ya en edad adulta. En parte porque es muy probable que no se haya desarrollado óptimamente, por muchas razones, tales como experiencias adversas de infancia, descuidos, y hasta el mismo modelo de comportamiento afectivo de nuestros padres hacia nosotros y de ellos hacia otras personas.

      Y aún cuando hemos crecido con un cuidado consistente, la expresión del amor incondicional tiene un potencial que pocos seres humanos desarrollan espontáneamente, la mayoría requerimos desarrollarlo deliberadamente, reconectarnos con este principio y comenzar a aplicarlo y crecerlo en las diferentes situaciones de nuestra vida.
    • EL PRINCIPIO BIOLOGICO DEL AMOR

      Este es un texto my recomendable, por dos autores reconocidos por su trabajo de investigación sobre los temas del sistema de amenaza y el sistema de afiliación (o principio boiológico del amor)

      LA BIOQUIMICA DEL AMOR (DESCARGAR PDF)

  • SESION 2: LOS CUATRO ASPECTOS DEL AMOR. TRES PRACTICAS
    • INTRODUCCIÓN
      En esta segunda sesión del taller comenzamos examinando los cuatro aspectos básicos del amor como principio natural:

      Primero trajimos a la mente a las personas cercanas de la vida e hicimos una reflexión juntos de “cómo sabes que los quieres”. De ahí derivamos estos cuatro aspectos:

      Conexión
      Empatía
      Validación
      Cuidar

      En la pestaña que sigue se explican estos cuatro ingredientes, (por si no los viste en las notas de la sesión pasada).

      Hicimos tres prácticas:

      1.Afrontamiento compasivo
      2. Recorrido del cuerpo con amor (Conciencia del cuerpo con gratitud, aceptación y compromiso a cuidar.)
      3. Conciencia amable para nuestros seres queridos
    • AUDIO DE MEDITACIONES PARA PRACTICAR EN CASA

      1. AFRONTAMIENTO COMPASIVO (22 Min)

      2. RECORRIDO DEL CUERPO CON AMOR (32 min)

      2. RECIBIR A TU CÍRCULO CERCANO EN LA CONCIENCIA COMPASIVA (10 min)

    • TAREA EN LA VIDA COTIDIANA

      1. En esta segunda semana te recomiendo, aparte de la meditación, cobrar conciencia de los momentos en que experimentas dificultad o aflicción en tu vida. No tiene que ser un gran sufrimiento, simplemente reconocer los momentos en que surge aflicción. Y observa cómo te relacionas con al aflicción y contigo mismo. En esos momentos practica sobre la marcha reconocer el sufrimiento sin juzgarte ni reñirte por ello. Simplemente dándote conciencia amable.

      2. Observa cómo tratas a tu cuerpo, y cómo te cuidas y cómo atiendes tus necesidades. En particular nota cuando te descuidas, cuando dejas que tu cuerpo se lastime, o dejas necesidades sin atender. Cuando esto ocurra haz un alto y cobra conciencia que tu cuerpo es tu vida y que de la salud de tu cuerpo y del cuidado que le es dependen tus estados mentales. Toma las acciones necesarias para cuidar tu cuerpo tus necesidades.

      3. Recibe a las personas cercanas de tu vida con conciencia amable de manera cotidiana. Nota cuando dejas de hacerlo y entras en un modo de juicio, o deber ser hacia ellos, cuando lo juzgas. Procura resolver las diferencias desde la conciencia amable, sin descuidarte a ti y sin descuidarlos a ellos.

    • COMO SE DESPLIEGA EL AMOR INCONDICIONAL
      CÓMO SE EXPRESA EL AMOR INCONDICIONAL

      El amor incondicional se despliega a través de varios componentes, iniciando más o menos en este orden: conexión, empatía, validación y cuidado.

      Veamos cómo se despliegan estos componentes del amor comenzando desde temprana edad:

      Un bebé recién nacido no se puede cuidar a sí mismo. Al igual que todos los mamíferos, un bebé requiere del cuidado de alguien -usualmente la madre-, pues no tiene los recursos básicos para satisfacer sus propias necesidades.

      Lo único que tiene es el instinto biológico que se expresará espontáneamente para tratar de asegurar el cuidado continuo y suficiente de alguien que le ayude a satisfacer sus necesidades hasta que lo pueda hacer por sí mismo. Es a este instinto al que le estamos llamando amor incondicional, el cual resulta un término muy adecuado para referirnos al amor de una madre hacia un hijo en sus primeros días, meses y óptimamente años de vida, pues si no es incondicional, o si no hay otra persona que le brinde esta incondicionalidad, el bebé seguramente no sobrevivirá. Para un recién nacido, el amor es una cuestión de vida o muerte y la manera en que se desarrolle o no de manera óptima el amor incondicional se reflejará prácticamente en todas nuestras relaciones más adelante en la vida.

      CONEXIÓN: EL PRIMER PASO DEL AMOR INCONDICIONAL
      Lo primero que necesita el bebé es la conexión de mamá hacia él o ella. Conectarse es prestar atención a alguien, ser vistos, volvernos conscientes de otros y para otros. Sin conexión no existimos los unos para los otros, nos volvemos invisibles unos para otros. Y cuando nadie te ve no te puede tomar en cuenta, no puede captar tus necesidades. Si eres un bebé la conexión es tu línea de vida.

      Para gestionar la conexión básica, el bebé emite y expresa sonidos, olores, movimientos oculares, y todo lo que el instinto del amor articula espontáneamente para intentar ganarse la conexión segura con su madre, o quien sea su cuidador/a principal.

      El amor como principio biológico se despliega en primera instancia como conexión: buscar conexión y dar conexión y crear así un vínculo que se sostenga.

      EMPATÍA: EL FLUJO DE INFORMACIÓN A TRAVÉS DE LA CONEXIÓN
      La conexión es necesaria, pero no suficiente para generar el vínculo seguro que busca un bebé con un cuidador. La empatía es un segundo componente, una condición esencial sin la cual la conexión no prosperará como vínculo seguro.

      La empatía la definimos aquí como una aspecto de la sensibilidad y la percepción que nos permite captar la experiencia que está teniendo otra persona. Al conectarnos con otra persona con empatía empezamos a sentir y resonar con su experiencia energética y afectiva: percibimos si está experimentando placer o dolor, y si su energía es agitada o calmada, e incluso podemos percibir sus necesidades.

      La empatía consiste en recibir e interpretar lo más precisamente posible la información que podemos percibir de otra persona. Es decir, nos permite sentir la experiencia de otra persona e inferir su estado afectivo, emocional, mental y hasta cierto punto sus necesidades e intenciones.

      Por supuesto para un bebé la empatía de su madre o cuidador/a es esencial, pues de ella depende que sus necesidades sean vistas y atendidas. En temprana edad la empatía la necesitamos hacia nosotros y no la podremos activar y ejercer aún hacia otros, sino hasta varios años después, y eso dependiendo de que la hayamos experimentado de otros hacia nosotros mismos. Cuando no hemos recibido empatía de manera consistente en la pequeña infancia, es muy común que tampoco la podamos desarrollar en nosotros mismos, o sea que no tengamos claro cómo nos sentimos, qué pensamos que intenciones tenemos y qué necesitamos. Es decir, la empatía es un aspecto de la percepción que se construye con las experiencias de empatía de otros hacia uno durante la infancia, y después de nosotros hacia otros.

      VALIDACIÓN O ACEPTACIÓN
      El concepto empatía se entiende que incluye la validación -o aceptación- de la experiencia de la otra persona. Es decir, no solo la percibes sino que la entiendes como que es válido sentirse así y pasar por lo que está pasando la persona. Aceptas que su experiencia es así y no la juzgas por ello, es simplemente lo que le pasa a un ser humano.

      La aceptación es esencial para que la conexión y la empatía puedan conducir al siguiente componente del amor incondicional: ayudar o cuidar. Por supuesto en el caso de un niño pequeño esta es la razón principal de ser del amor incondicional: conectarse con él con empatía y validación para ayudarle a satisfacer sus necesidades


      CUIDADO
      Este es el primer objetivo o meta del amor incondicional cuando somos pequeños: causar que alguien nos cuide. Cuidar significa en general que alguien nos ayude a satisfacer sus necesidades, las cuales de pequeños son típicamente de comida, protección, techo, descanso, en general el cuidado de nuestra salud, juego y aprendizaje, así como las que se relacionan con el mismo amor incondicional; conexión (a veces entendida como atención), empatía, validación, y cuidado. Cuando no se da el cuidado, el niño pequeño intenta generar la conexión de la única manera que sabe: a través de comportamientos instintivos que expresan el estrés o la insatisfacción, como llorar, mover los ojos de un lado a otro, mover el cuerpo de cierta manera, generar ciertos olores, etc.

      QUÉ PASA CON ESTOS COMPONENTES CUANDO SOMOS ADULTOS
      Comenzamos examinando estos componentes en la infancia para volvernos conscientes de lo crucial que resulta el amor incondicional cuando llegamos al mundo y de lo importante que es en nuestro desarrollo. Cuando hemos recibido cuidado consistente de pequeños, y las necesidades mencionadas se han satisfecho con regularidad, generando una sensación de seguridad y estabilidad en el pequeño, el cerebro del niño se desarrolla de manera óptima, y además, gradualmente irá creciendo en él o ella la capacidad de desplegar el amor incondicional hacia sí mismo: conexión, empatía, validación, y cuidad de uno mismo. Al mismo tiempo, irá creciendo en él o ella la capacidad de expresar estos mismos componentes hacia otras personas, comenzando, de pequeños, con otros seres vivos, y con nuestros hermanos y amiguitos de infancia. No servirá en todas las etapas posteriores de nuestra vida para crear vínculos seguros con otras personas, incluyendo amigos, compañeros de escuela, parejas, amigos, colegas de trabajo, y en general hacia otros seres humanos y otros seres vivos.

      Sin embargo es claro que la mayoría de los seres humanos podríamos beneficiarnos de desarrollar el amor incondicional ya en edad adulta. En parte porque es muy probable que no se haya desarrollado óptimamente, por muchas razones, tales como experiencias adversas de infancia, descuidos, y hasta el mismo modelo de comportamiento afectivo de nuestros padres hacia nosotros y de ellos hacia otras personas.

      Y aún cuando hemos crecido con un cuidado consistente, la expresión del amor incondicional tiene un potencial que pocos seres humanos desarrollan espontáneamente, la mayoría requerimos desarrollarlo deliberadamente, reconectarnos con este principio y comenzar a aplicarlo y crecerlo en las diferentes situaciones de nuestra vida.
    • EL PRINCIPIO BIOLOGICO DEL AMOR

      Este es un texto my recomendable, por dos autores reconocidos por su trabajo de investigación sobre los temas del sistema de amenaza y el sistema de afiliación (o principio boiológico del amor)

      LA BIOQUIMICA DEL AMOR (DESCARGAR PDF)

  • SESION 3: RECAPITULACIÓN
    • SESIÓN 3: RECAPITULACIÓN

      En esta sesión vimos la práctica de recapitulación. Vimos que es común que nuestro “espacio afectivo” esté ocupado por la memoria de eventos del pasado donde experimentamos desconexión o inseguridad o amenaza en las relaciones personales, particularmente con personas cercanas.

      Metafóricamente la práctica de recapitulación se entiende como una manera de recuperar la energía que hemos invertido a través de la vida en mantener eventos aflictivos o intensos del pasado que consumen la energía que necesitamos para poder nutrir la claridad y la compasión en el presente.

      Esta práctica es muy útil y extraordinariamente liberadora si la hacemos de manera sistemática durante meses. Cada semana hacer la práctica ya sea con un solo evento o con varios (en la sección de prácticas te pongo ambas opciones). De manera que vayamos desactivando las memorias que aún nos marcan y limitan nuestra conexión con el principio biológico del amor.

      En la vida cotidiana también se puede hacer la práctica sobre la marcha, de manera que no tengas que recapitular años después los eventos. En la vida cotidiana la clave está en procesar los eventos lo más pronto posible, antes de que se consoliden en memoria de largo plazo. El procesamiento requiere detenernos y conectarnos con el cuerpo, y aplicar la misma práctica de la respiración que hacemos en recapitulación, pero con la memoria fresca del evento reciente.

      En la sesión examinamos brevemente la perspectiva neuro-psicológica del proceso de la reconsolidación, que es una explicación de por qué y cómo funciona la práctica de transformar las memorias aflictivas o traumáticas del pasado. Puse una pestaña con información sobre esto.

    • RECAPITULACIÓN

      1. PRÁCTICA DE RECAPITULACIÓN

      Esta es una práctica que te permite liberar la energía emocional de un evento o situación dolorosa o incompleta del pasado con alguna persona, que sigue vivo en ti.

      Al liberarse la energía invertida en eventos del pasado se relaja la influencia que estos tienen sobre tu presente, además de que se aligera tu historia personal. Esto trae un profundo sentido de paz interior, a la vez que te permite abrirte con inteligencia emocional a otros seres humanos, particularmente en situaciones difíciles. Más aún te devuelve la libertad para acceder al campo abierto de posibilidades en las relaciones.


      1-10 Min de Conciencia plena: POSTURA Y CONEXIÓN CON LA TIERRA

      • Toma una buena postura erguido, con la espalda recta y sin recargar la espalda en nada.
      • Cobra conciencia de la conexión de tu cuerpo con el suelo
      • Siente las parte de tu cuerpo que tocan el suelo
      • Reposa tu atención en estas sensaciones
      • Siente también la postura de tu cuerpo internamente

      CUERPO
      • Y cobra conciencia de tu cuerpo en general sintiéndolo todo como una unidad

      RECEPTIVIDAD AMOROSA
      • Y activa una actitud receptiva y afectuosa hacia ti mismo, hacia tu cuerpo tal como lo sientes en este momento, hacia el ser que eres, con todas sus dimensiones y profundidades, en todas sus dimensiones

      RESPIRACIÓN
      • Y con esta actitud receptiva desprovista de juicios con total aceptación amorosa, siente tu respiración en todo el cuerpo. Sobre todo en el abdomen y en el pecho
      • Siente los latidos del corazón y deja ir cualquier pensamiento que aparezca, tanto con no meterte con el contenido, dejándolo pasar.
      • Y todo el tiempo conéctate con tu cuerpo amablemente, conéctate con el ser que eres con total aceptación y amabilidad.



      Etapas de recapitulación:

      • Evoca la presencia de una persona con la que hubo un desencuentro importante en tu vida. Recuerda el evento específico del desencuentro.

      • Ve su rostro, di su nombre. Recuerda los detalles del lugar, el contexto, la ropa que traías, la hora, etc., lo mejor que puedas. Recuerda las palabras que se dijeron, o las acciones. Abstente de juzgar o interpretar la situación o de generar acusaciones o recriminaciones.

      • Nota y siente cómo al recordar esto surgen cambios en tu cuerpo, en la tensión y en la energía. Incluso la respiración, la temperatura y los latidos del corazón cambian.

      • Acepta completamente estos cambios, con aceptación y amabilidad, sin juicios y sin poner resistencia.


      • Al inhalar: Mantén consciencia amable de la tensión emocional o la aflicción asociada a ese evento, particularmente en el plexo solar. Usa la inhalación para absorber la energía que está manteniendo activo el resentimiento y el compromiso a mantenerlo vivo.

      • Retira suavemente esta energía del recuerdo y llévala al centro del corazón y del pecho. Imagínate que ahí hay un espacio abierto donde es posible soltar el compromiso (consciente o inconsciente) que mantiene activado este resentimiento.


      Justo antes de exhalar puedes decir mentalmente alguna frase como estas:

      • Renuncio al compromiso de mantener vivo este resentimiento.

      • Retiro los cargos y retiro la energía que he invertido en mantener vivos los juicios.

      • Dejo ir completamente este asunto y cualquier reclamo o resentimiento.

      • Al exhalar: Deja ir cualquier reclamo o resentimiento hacia esa persona y hacia ti. Percibe y siente el relajamiento de la energía al exhalar. Toma conciencia de la sensación sutil de apertura y claridad que se despierta en la mente todo el cuerpo, al exhalar, esa tensión se relaja, se distiende y se integra en el cuerpo.

      • Envía energía liberada. Al exhalar puedes también imaginar y sentir que exhalas energía liberada, incluso luminosa y clara, y la diriges y la envías al recuerdo, a la vivencia que estás recapitulando.


      Repite varias veces este proceso con el mismo evento.
      DEJA IR EL EVENTO AL PASADO
      Después de unos 3 minutos o más, déjalo ir amablemente y vuelve a unos dos o tres minutos de conciencia plena.

      Si quieres, haz un segundo y un tercer evento, siguiendo la misma dinámica.



      25-30 Termina la práctica con cinco minutos de conciencia plena de tu cuerpo, respiración, y el momento presente sin hacer nada en particular. Relájate en la conciencia del aquí y ahora.
      Al terminar la meditación, si deseas, haz una ofrenda que simbolice tu disposición a dejar ir el compromiso de mantenerte apegado al significado que le diste a ese evento.


    • PRÁCTICA DE RECAPITULACIÓN (Audio)

      RECAPITULACIÓN (Sesión del 15 de marzo) 29 Min

      RECAPITULACIÓN CORTA (Sesión del 15 de marzo) 12 min

      Otras versiones con ligeras variantes:

      RECAPITULACIÓN 1 EVENTO

      RECAPITULACIÓN 3 EVENTOS

    • RECAPITULACIÓN EN LA VIDA COTIDIANA

      Hay algunos eventos que ocurren en la vida cotidiana con los cuales nos enganchamos emocionalmente, y puedes practicar recapitulación con ellos. Esto es en particular útil con eventos que no son recurrentes con una misma persona. Si son recurrentes entonces es importante atender tus necesidades y hacer algo al respecto para estar bien. Es decir, la recapitulación es para soltar eventos en los que ya no puedes hacer nada, son solo memoria de dolor.

    • LA RECONSOLIDACIÓN

      COMO SE GUARDA UNA MEMORIA

      El proceso cerebral mediante el cual un evento se “guarda” en memoria se le llama consolidación. Cuando tenemos una experiencia que el mismo cerebro marca como significativa o importante (porque incide de manera importante positiva o negativamente en nuestro bienestar), se inicia el proceso de memorizar ese evento. El proceso de memorizar tiene que ver con convertir en memoria de largo plazo una memoria de corto plazo. La memoria de corto plazo es donde se mantienen accesibles a la conciencia eventos significativos recientes, o sea de los últimos minutos o unas cuantas horas. Según las investigaciones, el cerebro tarda aproximamente 6 horas en convertir en memoria de largo plazo una memoria de corto plazo. Durante estas seis horas la información en la memoria de corto plazo puede ser modificada con otra información con cierta facilidad.

      Una vez que la memoria se convierte en largo plazo, se consolida, se convierte en una posible predicción para eventos futuros. Es decir, el cerebro la utiliza para interpretar nuevos eventos. Por ejemplo, una vez que te roban tu cartera en el súper sin darte cuenta, tu cerebro tenderá a interpretar muchas acciones de otros o tuyas en el presente en contextos similares como “estar a punto de que te roben la cartera otra vez”. Por ejemplo, entras nuevamente al súper y tu cerebro activa la memoria y la usa para predecir: “cuidado, aquí puedes perder tu cartera.”

      Así es como los eventos significativos se vuelven parte de la manera en que interpretamos eventos en el presente. Los eventos dolorosos o traumáticos del pasado funcionan de esta manera, son recuerdos de eventos pasados que generan interpretaciones en el presente y predicciones de lo que está a punto de ocurrir, o podría ocurrir. Es en cierto sentido el pasado repitiéndose en tu percepción, porque no importa que en realidad no esté a punto de ocurrir “lo mismo” que en el pasado, tu cerebro te hace creer que sí.

      Esto es particularmente el caso con respecto a las memorias tempranas donde experimentamos inseguridad en las relaciones interpersonales o con respecto a nosotros mismos. Es decir, en aquellos eventos en los cuales el sistema de amenaza se activó en la interacción con otra persona, sobre todo si esta persona era muy cercana a nosotros y teníamos cierta confianza con ella, o sea nos sentíamos seguros con ella.

      Estos tipo eventos nos “marcan” porque se vuelven memorias que nos llevan a interpretar las interacciones con personas cercanas de una manera similar al pasado. Y estas interpretaciones se vuelven también creencias generalizadas “la gente es mala” “todos te quieren ver la cara” “no puedes confiar en nadie” “si les das la mano abusan de ti” etc.

      A menudo perdemos la conexión con el principio biológico del amor (cuidar, conectarte empáticamente) justo porque todas las memorias tempranas (y otras no tan tempranas) que tenemos donde se activó el sistema de amenaza nos llevan a interpretar de manera anticipada, que lo mismo va a volver a ocurrir con personas cercanas y no tan cercanas (porque el cerebro-mente generaliza y proyecta).

      Esto nos puede llevar a tener una desconfianza crónica con respecto a las personas, o sostener creencias y tener ciertos comportamientos que inhiben nuestra al sistema de afiliación (cuidado y conexión). Al desconectarnos del sistema de afiliación perdemos nuestra conexión con el principio biológico del amor que es su base, lo cual hace que interpretemos las relaciones con otras personas, y a veces hasta con nosotros mismos, como riesgosas.

      Al desconectarnos del sistema de afiliación tendemos a funcionar más desde los otros dos sistemas de regulación del ser humano: el sistema de amenaza y el sistema de logro. Entonces tendemos a ver a las personas con desconfianza (como amenaza) o como oportunidades para conseguir algo para nosotros (el sistema de logro) y perdemos la capacidad de ser compasivos, empáticos, solidarios.

      Puesto que el principio biológico del amor es bidireccional, esta desconfianza también tiende a ocurrir con respecto a nosotros mismos. Lo podemos notar en la manera en que nos tratamos o nos hablamos a nosotros mismos cuando las cosas no salen como queremos o cuando estamos estresados: nos regañamos, o nos castigamos, nos juzgamos como tontos o ineptos, o a veces nos lastimamos o nos hacemos daño de otras maneras.

      Resulta entonces crucial para reconectarnos con el principio biológico del amor, desactivar la carga de las memorias del pasado que se consolidaron junto con la activación del sistema de amenaza, es decir memorias estresantes.

      Hay diferentes maneras de desactivar estas memorias, y el proceso de desactivarlas se basa en lo que en neuropsicología se conoce como “reconsolidación”.

      LA RECONSOLIDACIÓN


      Cada vez que recordamos algo ocurre un proceso maravilloso: la memoria se desintegra temporalmente. Es decir, los elementos que se asociaron en la memoria se desconectan momentáneamente. Cuando la memoria deja de estar en la conciencia de manera explícita y se guarda, se integran nuevamente sus elementos. A esto se le llama reconsolidación. Esto ocurre a nivel cerebral y es observable a nivel de procesos neuronales y hasta a nivel molecular.

      Los neurocientíficos que han descubierto y estudiado estos procesos se han preguntado qué posible utilidad tenga para un ser humano el que la memoria de un evento se debilite y desintegre momentáneamente al momento de ser recordada. Y todo parece apuntar a que su utilidad es que nos permite actualizar una memoria con nueva información que la modifique y permita una lectura diferente del presente, más adecuada a las nuevas circunstancias, o a nuevos factores o nueva información.

      Una analogía un poco divertida para entender esto es así: las memorias son como un tamal. El cerebro integra los ingredientes, consolidándolos y envolviéndolos en una hoja de maiz. Y estos tamales de la memoria se vuelven maneras de interpretar eventos presentes. Interpretamos ciertas señales como tamales rojos de pollo, porque tenemos tamales rojos de pollo en los recuerdos. Si quisiéramos cambiar la manera en que interpretamos las señales, habría que modificar el contenido de los tamales de la memoria. Para eso echamos mano del proceso de reconsolidación: traemos a la memoria un evento antiguo que fue consolidado con cierta información, le ponemos nueva información que cambie el sentido de la interpretación, y lo dejamos ir para que se reconsolide ya modificado.


      Fragmento del libro Anxious de Joseph Ledoux sobre la reconsolidación:

      ¿Por qué el cerebro tendría un mecanismo tan extraño que permite que la memoria se desintegre cuando se recupera? En realidad, no es nada extraño. El propósito de la reconsolidación no es hacer que la memoria sea objeto de interrupciones, sino permitir que se actualice.

      Un ejemplo de actualización proviene de un estudio que Lorenzo Díaz-Mataix y Valérie Doyére hicieron en mi laboratorio.

      Para entender este estudio, sin embargo, tenemos que considerar algo más primero. Inicialmente, los investigadores pensamos que todos los recuerdos podrían ser susceptibles a la interrupción por bloqueo de reconsolidación. Pero el Dr. Nader, que ahora es profesor en la Universidad McGill, encontró que los recuerdos fuertemente condicionados (aquellos condicionados con un estados de activación especialmente intensos del sistema de amenaza) estaban protegidos del bloqueo de la reconsolidación.

      Esta era una mala noticia para aquellos que esperaban que el bloqueo de la reconsolidación pudiera ser utilizado como tratamiento para el TEPT (estrés postraumático)s, porque este trastorno generalmente resulta de recuerdos muy fuertes que se han creado en respuesta a situaciones horribles.

      Pero los investigadores Díaz-Mataix y Diére descubrieron que los recuerdos fuertes pueden ser sujetos a la reconsolidación si se incorpora nueva información a esa memoria, es decir, si se actualiza la memoria.

  • SESIÓN 4: COMPASIÓN
    • RESUMEN

      En esta sesión (4) del taller enfocamos en la compasión. Examinamos en qué consiste la compasión y su relación con la empatía (Ver pestañas abajo). Hicimos dos prácticas para cultivar la compasión, la primera de ellas: 1) Recordar eventos en los que actuaste desde la compasión hacia otras personas o seres vivos a través de tu vida. 2) Práctica de compasión hacia otras personas en el presente.


      La primera de ellas la llamo “La compasión en tu biografía”
      Esta práctica consiste de recordar momentos o eventos específicos en que actuaste compasivamente hacia otras personas. Se va haciendo progresivamente del pasado al presente. Recuerdas acciones, contextos, palabras, o como sea que se haya expresado la compasión a través de ti. Puede ser hacia otras personas o hacia animales. Si tu mente se va a otra cosa, vuelve a dirigirla a contactar estos recuerdos. Al final permaneces unos minutos disfrutando la conciencia amable.

      La segunda práctica es Práctica de compasión hacia otras personas - en momentos difíciles en el presente.
      En esta práctica comenzamos estableciendo conciencia plena y conectándonos con el principio intrínseco del amor en nosotros. Generamos una conciencia amable y compasiva. Después:

      1. Traemos a la mente cualquier persona que conozcamos que sabemos que está pasando por un momento difícil ahora. Nos comentamos con la persona mentalmente, así como con el contexto o circunstancias -lo que sabemos- relacionados con su aflicción (enfermedad, pérdida de trabajo, soledad, ansiedad, estrés.. etc).

      Recibimos amablemente la experiencia de aflicción de esta persona. Mantenemos una actitud de cuidar y ayudar.

      Le expresamos un pensamiento, o deseo, de que pueda encontrar lo que necesite para estar bien, o para superar la aflicción y el momento difícil. Se trata de pensar creativamente, qué le podría ayudar, y luego enviárselo, como un deseo.
      Dejamos ir a la persona.

      2. Repetimos con más personas.

      3. Extendemos a personas que no conocemos directamente.

      4. Extendemos a otras personas en el mundo de las que sabemos indirectamente. O grupos de personas.

      Pensamos creativamente qué les podría ayudar. Se los enviamos como deseo, o imaginamos que lo reciben. O las imaginamos ya en el bienestar, habiendo superado el momento difícil.


      (El audio está en la pestaña continuación)

    • PRÁCTICAS DE MEDITACIÓN DE LA SEMANA

      1. COMPASIÓN EN TU BIOGRAFÍA
      2.
      EXTENDIENDO LA COMPASION

    • TAREAS EN LA VIDA COTIDIANA

      1. Esta semana cultiva la mirada de la compasión. Date cuenta y toma nota mentalmente de las acciones compasivas realizadas por cualquier persona, o por ti mismo. Puede ser también acciones que ves en alguna película o en algo que lees o en las noticias. Se trata de volverte muy consciente de lo que es una acción compasiva: alguien ayudado a alguien (ser vivo).

      2. Esta semana, escríbele a amigos o personas que han sido compasivas contigo en el pasado. Mándales un mensaje simplemente saludándoles, y mencionando que los recuerdas como alguien que te ayudó. O algo así.

    • SOBRE LA PRÁCTICA DE COMPASIÓN

      PRÁCTICA DE COMPASIÓN
      Compasión es el encuentro entre el amor y el sufrimiento.

      Compasión es la inclinación de ayudar o contribuir de manera específica al bienestar de un ser vivo que está en dificultades o está sufriendo o pasando por una dificultad. La compasión se basa en la capacidad natural que t e n e m o s los seres humanos de resonar con las emociones ajenas. A esta capacidad se le llama empatía. La compasión comienza con la empatía. Resonar con las emociones ajenas es un potencial con que todos los seres humanos nacemos, y tiene una base neuronal importante. Es decir, es parte de un ser h u m a n o tal como lo es una mano o los oídos. Cuando ves o escuchas o sabes de alguien que está sufriendo tu propio cerebro representa la emoción de esa persona en las mismas zonas en que representa tus propias emociones. El resultado es que tiendes a sentir la emoción que la otra persona está sintiendo. Las neuronas espejo son las encargadas de facilitar la empatía. Si a través de tu vida entrenaste y alimentaste los procesos de las neuronas espejo, la empatía es natural para ti. La empatía se puede entrenar a través de cobrar conciencia de las emociones de otras personas con una actitud de receptividad y ausencia de juicios e interpretaciones.

      La empatía y más allá.
      Sin embargo, la empatía por sí sola no es suficiente para generar felicidad en nosotros mismos y en nuestro entorno. La empatía es simplemente sentir y percibir la experiencia de otra persona o ser vivo. La empatía nos permite sentir y percibir hasta cierto punto el estado mental y emocional de una persona o ser vivo. Sin embargo, la empatía por sí sola, al ser simplemente un espejo que nos permite resonar internamente con la experiencia de otras personas, puede llevar a que nos fatiguemos de sentir las emociones y la aflicción de otros, y sin darnos cuenta optemos por ignorar o temer, o bloquear la empatí y las señales de la empatía de las neuronas espejo para no estresarnos.

      La indiferencia, la lástima y la crueldad son resultado de neuronas espejo bloqueadas o no desarrolladas. Los médicos y las enfermeras y los profesionales de la salud frecuentemente se ven expuestos a m u c h o sufrimiento humano que les resulta abrumador, por lo cual aprenden –y es parte de una subcultura de estas profesiones- a bloquear la empatía y a referirse a los pacientes por n u m e r o o por su patología. "En el 15 hay una neumonía aguda". En la 18 hay una faringitis aguda con un cuadro de anemia". Es el mismo tipo de despersonalización que usan las fuerzas de seguridad: "comandante, aquí tenemos un XJ"...

      Sin embargo, la empatía, cuando es transformada en una intención de contribuir de manera específica al bienestar de aquella persona o ser vivo con el cual empatizamos, se convierte en compasión. Así pues, compasión es la base que impulsa la intención de contribuir al bienestar de otra persona. Una vez generada esta intención, cuerpo emociones y mente se preparan para actuar. Este proceso despierta un caudal de emociones positivas, pues satisface en nosotros mismos una amplia gama de necesidades y aspiraciones en la dimensión interpersonal de la vida.

      DESCRIPCIÓN DE LOS PUNTOS BÁSICOS DE LA PRÁCTICA
      I. Etapa de empatía
      1. Trae a la mente una persona que piensas que está sufriendo o pasando por momentos difíciles en este momento. (O tu mismo). Contacta receptiva y amorosamente su rostro, su expresión, su mirada, su presencia.
      2. Cobra conciencia de cómo tu propio cuerpo emocional comienza a resonar con las emociones que percibes de esta persona.
      II. Etapa de compasión
      1. CONTACTANDO SUS NECESIDADES. Mientras te mantienes conectado con la presencia de la persona, sintiendo tu cuerpo emocional resonar con ella, intuye o siente qué necesidad podría tener ella que no esté satisfecha. Para tener más claridad en este paso, cobra conciencia de los eventos que sucedieron en su vida, de los cuales estás enterado, que detonaron emociones aflictivas en ella.
      2. IMAGINANDO UNA ESTRATEGIA PARA ATENDER SU NECESIDAD. Ahora piensa en algo específico que crees que pudiera satisfacer esta necesidad. Estas estrategias pueden ser acciones, palabras, cosas, situaciones.
      3. OFRECERLA A ESTA PERSONA. Ofrécele a esta persona, en tu imaginación, lo que crees que pudiera ayudarle a satisfacer la necesidad que percibes no atendida. Algunos ejemplos: “que encuentres las medicinas apropiadas”, “que tengas noticias de tus familiares desaparecidos”, “que encuentres un lugar seguro donde vivir”, “ que encuentres un trabajo donde puedas utilizar tus creatividad.”

      En otra versión más sencilla de la práctica simplemente le dices a la persona:

      “Que puedas salir de esta dificultad, o del sufrimiento. Que puedas encontrar lo que necesites par estar bien y estar en paz.“

      Y aún en otra versión puedes más bien imaginar el bienestar de la persona, imaginando que la dificultad o el sufrimiento han cesado, y se han satisfecho las necesidades que estaban faltando.

      Puedes hacer la práctica contigo mismo.

  • SESION 5: GRATITUD
    • LA GRATITUD

      EL PODER TRANSFORMADOR DE LA GRATITUD


      Las prácticas de gratitud que vamos a estar haciendo en este taller, tanto en meditación como en casa, tienen como propósito crear las conexiones mentales y emocionales que te permitan reconocerte en una red dinámica de seres, vida y recursos.
      Los beneficios se dan principalmente en tres áreas:

      1. Traer paz y tranquilidad a tu vida. Este es el beneficio emocional producto de la concentración y la creación y reforzamiento de nuevos caminos mentales-neuronales que amplían la base de nuestras respuestas emocionales.

      2. Despertar en tí un sentido de interconexión apreciativa con otras personas. Esto reduce considerablemente la sensación de separación, aislamiento y soledad en la que tendemos a caer los seres humanos. Al mismo tiempo se fomenta la percepción de que todo lo que haces se da en un equipo de seres humanos. Te resultará más fácil conectarte con otros y pensar tus acciones en equipo.

      3. Despertar en tí un reconocimiento activo de ser parte de una red de contribución de recursos en la vida. Te será más natural involucrarte creativamente con las diferentes situaciones y proyectos de tu vida. A medida que te familiarices más con la perspectiva de red podrás extenderla a más áreas de tu vida.


      PRACTICA DE GRATITUD HACIA UN BENEFACTOR

      Los elementos de la práctica:

      La práctica consiste en traer a la mente a una persona en una situación, cuyas acciones resultaron benéficas para otra alguien (para tí, o para otra persona). Una vez que revives la situación en tu mente de manera específica “viendo” en tu mente lo que sucedió sin añadirle juicio ni interpretación, contactas con el beneficio que resultó de esta acción. En cuanto sientes en tu cuerpo la respuesta emocional que te da este contacto, expresa mentalmente las gracias a esta persona. Dile su nombre y “velo” al rostro mientras se lo dices. Al agradecerle dices específicamente qué acción y qué beneficio agradeces. Después, permanece unos minutos en silencio interno experimentando el efecto en tu cuerpo. Pasa a la siguiente persona. Puedes hacerlo con las personas que se sugiere, o con quien desees, en cualquier orden.

      El resumen:

      1. Piensa en un benefactor.
      2. Contacta una situación específica en donde esta persona fue un benefactor. Revívela y siéntela en detalle. ¿Qué hizo o dijo, exactamente?
      3. Contacta: ¿Qué necesidad satisfizo en tí su acción?
      4. Mentalmente agradécele al benefactor su acción y su beneficio en tí, específicamente. Por ejemplo: Hola, maestro Lázaro, gracias por haberme enseñado a amar el conocimiento. Satisfizo en mi la necesidad de crecimiento e inspiración.

      Permanece en silencio un par de minutos sintiendo tu cuerpo físico y el tono emocional sin introducir comentarios ni explicaciones.

    • GUIÓN DE UNA PRÁCTICA DE GRATITUD A PERSONAS

      PRACTICA DE GRATITUD


      • Comienza con unos minutos de mindfulness
      • Contacta tu bondad natural

      • Piensa en un benefactor.
      • Contacta una situación específica en donde esta persona fue un benefactor.
      • Revívela y siéntela en detalle. ¿Qué hizo o dijo, exactamente?
      • Contacta: ¿Qué necesidad satisfizo en tí su acción?
      • Mentalmente agradécele al benefactor su acción y su beneficio en tí, específicamente. (Por ejemplo: Gracias, tío por haberme curado el día de mi accidente. Me diste salud y tranquilidad y me sentí cuidado.)
      • Permanece en silencio un par de minutos sintiendo tu cuerpo físico y el tono emocional sin introducir comentarios ni explicaciones.

      • Tu mamá o figura materna. Agradecer algo específico, un momento, una escena memorable.
      • Tu papá o figura paterna. Agradecer algo específico, un momento, una escena memorable.

      • Otras personas que conoces.
      • Personas que no conoces directamente pero que puedes imaginar, que hacen algo que te ayuda y apoya, especialmente en este período de cuarentena y la pandemia.

      • Gracias a ti mismo d(en nombre de todos) por lo que haces por otros, lo que contribuye a otras personas.
      • Gracias a ti mismo por alguna acción específica de cuidado que has tenido contigo recientemente.

    • PRACTICA DE GRATITUD POR LA VIDA Y LOS RECURSOS QUE LA SOSTIENEN

      Esta es otra manera de hacer la práctica de gratitud, en la cual agradeces por lo que tienes y disfrutas, comenzando por la vida y siguiendo por diferentes recursos. En la práctica piensas en el recurso, lo recuerdas, lo contactas, luego imaginas a las personas o seres vivos gracias a quienes tienes y disfrutas de este recurso. Puedes imaginar una gran red en el tiempo y el espacio.

      Agradece…

      • La vida que tienes (ancestros y la larga evolución de seres de los cuales desciendes.
      • Conocimientos y habilidades
      • Cosas materiales
      • Recursos económicos.
      • Comida (escoge la comida de hoy por ejemplo)
      • La ropa

      Al final quédate un rato sintiendo el efecto de la práctica, dejando ir cualquier pensamiento.

    • PRÁCTICAS DE LA SESIÓN (AUDIOS)

      1. AMOR HACIA TI MISMO, SEGUIDO DE: GRATITUD A UN BENEFACTOR(A) Y OTRAS PERSONAS (40 Min)

      2. GRATITUD POR LA VIDA Y LOS RECURSOS (20 Min)

  • SESION 6: LA CONCIENCIA AMABLE MÁS ALLA DEL AUTOCONCEPTO
    • RESUMEN DE LA SESION

      RESUMEN DE LA SESION 6

      En esta última sesión del taller vimos que los seres humanos tendemos a construir conceptos de nosotros y de los demás, y confundimos estos conceptos con las personas. Las reducimos a juicios, interpretaciones y etiquetas que los convierten en una cosa sin profundidad ni matices ni contextos. Perdemos de vista que tienen necesidades y aspiraciones como nosotros Y también hacemos esto con nosotros mismos: construimos un autoconcepto a partir de generalizaciones, deberes ser, apego al pasado y a otras definiciones y juicios sobre nosotros mismos. Y no somos eso, ni la gente es un concepto. Los conceptos de nosotros o de los demás son parte de lo que podríamos llamar “realidad social” una realidad que solo existe en nuestra mente y que es una manera rápida y expedita, aunque muy superficial, de organizar nuestro mundo social.

      A continuación hay algunos textos sobre este tema.

      Luego hicimos una meditación larga en dos partes: la primera es conectarnos con el amor natural en nosotros, fuera del autoconcepto, reconociéndonos como presencia consciente en el ahora, y sintonizándonos con la bondad natural que surge de nuestra misma biología. A partir de ahí reconocemos la conciencia amable que surge de ahí como un espacio de empatía, no-juicio, validación y compasión. Y entonces invitamos a otras personas a este espacio. Como si ofreciéramos una gran fiesta a la cual todo mundo está invitado. Traes a la mente personas, una por una, personas cercanas, neutrales, personas con las que tuviste diferencias o desencuentros, y luego a cualquier otra persona, o seres vivos. Se trata de practicar mantenerte en este espacio ante cualquier persona, sin perder la confianza.

    • LA CONFUSIÓN QUE CIERRA EL CORAZÓN

      La confusión que cierra el corazón

      Los seres humanos desarrollamos la mayor parte de nuestras relaciones con nosotros mismos y con otras personas a partir de las definiciones e ideas que construimos en la mente de ellos y nosotros. Tomamos estas construcciones mentales como si fueran reales. Así, todos los días pensamos en otras personas y en nosotros mismos. En nuestra mente se tejen películas completas de relaciones y cada día vamos creyendo más y más que las "personas" tal como ocurren en nuestra mente son absolutamente reales.

      Para crear estas construcciones mentales utilizamos memorias, recuerdos de situaciones, momentos que sí sucedieron en el pasado y las generalizamos. Pero se nos olvida que ya pasaron y que al capturarlas en la memoria y generalizarlas para hacernos una idea de alguien en la mente dejamos afuera muchas condiciones que han estado detrás y a los lados de cada persona en cada situación. Más aún, cada que repasamos en la mente la idea de una persona en una situación tendemos a exagerar unas partes, minimizar otras, añadir interpretaciones sobre sus intenciones, juicios sobre ellas, y sobre todo, a defendernos o reafirmarnos ante la persona que construimos en la mente.

      Al construir de esta manera ideas fijas de otros y tomarlas como reales, construimos también una idea de nosotros mismos con respecto a ellas. Por consiguiente, la idea de nosotros mismos resulta igual de falsa que la idea que tenemos de ellos. Así surge una relación entre dos ideas, la idea de la otra persona y la idea de ti.

      Las ideas que así construimos de otras personas -y al mismo tiempo de nosotros mismos son representaciones incompletas e imperfectas de eventos que ya no están sucediendo. Estas construcciones mentales se mantienen y alimentan de la energía emocional a través de patrones emocionales habituales.

      Al relacionarnos con nosotros mismos y con otras personas a través de estas representaciones o ideas fijas, los seres humanos perdemos la capacidad de ver al ser humano real que tenemos enfrente. Entonces nuestras relaciones se vuelven un vaivén de proyecciones que no se conectan realmente con personas, sino con definiciones, ideas y prejuicios . En este entorno nuestro corazón se va cerrando y surge un sentido de aislamiento y soledad. Un corazón cerrado quiere decir que hay una fuerte tendencia a sentirnos predispuestos negativamente hacia los demás y hacia nosotros mismos.

      El autoconcepto
      La construcción de conceptos sobre las personas es parte de lo que en algunas corrientes psicológicas se llama “realidad social”. También construimos conceptos de nosotros mismos como parte de esta realidad social. Este autoconcepto se construye en parte en base a nuestra memoria biográfica (nos identificamos y definimos por lo que recordamos e interpretamos del pasado), y en parte por la imagen que tenemos de nosotros con respecto a otros. Puesto que sabemos que todos construimos una realidad social en la mente, donde cada quien tiene conceptos sobre los demás, y sobre sí mismos, porque desde pequeños vemos a nuestros padres y otras personas hacerlo, también desde temprana edad comenzamos a construir un autoconcepto social, se inicia por los años en que desarrollamos el habla y el lenguaje, a partir de los 2 años en adelante. Parte de la dinámica mental del autoconcepto es desear que la gente nos piense de cierta manera, y temer que nos piensen de otra, y tratar de controlar cómo nos piensan. Tenemos ideas de cómo creemos que nos ve cierta persona, o ciertas personas . Y a partir de esta idea nos preocupamos de cómo nos ven.

      Pues bien, aunque en un nivel convencional la realidad social existe, y es parte del mundo de las leyes y las reglas de convivencia civil, es importante darnos cuenta que no somos el autoconcepto. Ningún ser humano cabe en un concepto, ni puede ser reducido a juicios o definiciones simples. Descubrir que no somos lo que pensamos de nosotros ni lo que los otros piensan de nosotros, ni lo que pensamos que piensan de nosotros, es altamente liberador. Además nos permite hacer lo mismo con otras personas: darnos cuenta que realmente no conocemos a los seres humanos que creemos conocer. Tenemos ideas y juicios sobre ellas, pero invariablemente son reducciones y generalizaciones en nuestra propia mente.

      Liberando el camino al amor natural
      Cuando soltamos las ideas fijas que tenemos sobre nosotros o sobre otras personas, se despeja el camino interior que nos permite sintonizarnos con el principio natural del amor. Entonces se activan cualidades como la empatía, la conexión, la confianza, la compasión, la gratitud y otras emociones positivas que surgen del amor natural.

      Nunca perder la confianza
      Una vez que nos conectamos con el amor natural en nosotros es bien importante darnos cuenta que es fácil perder esta conexión. La tendemos a perder cuando ocurren eventos desagradables o dolorosos con otras personas. O cuando vemos personas actuar desde el prejuicio y la desconexión. La clave está en que una mala experiencia no la generalicemos en siempre y nuncas y todos. Cuando ocurra una experiencia de desencuentro con una persona o por las acciones dañinas de las que te enteres, nota la tendencia a cerrar el corazón, a generalizar la experiencia, y a desconfiar del principio del amor.

      Vivir desde el principio del amor no te hace más vulnerable a los demás, no te pone en peligro, puesto que parte de su función es cuidar de tus necesidades. Vivir amablemente no quiere decir dejarte lastimar, ni exponerte innecesariamente al peligro real. Quiere decir no vivir desde el prejuicio ni la aversión. No reducir a las personas a conceptos y juicios, sino mantenerte en el espacio amable, empático y compasivo y desde ahí gestionar tus necesidades, y desde ahí crear relaciones.

    • MEDITACIÓN DE LA SESION 6

      Esta es una meditación muy poderosa. Consiste en conectarte con la conciencia amable natural en ti, descansar en ella un rato, y luego invitar a otras personas a este espacio. Al final vuelves al espacio amable solo contigo, y te dices unas frases que te ayuden a reconocer el amor natural en ti como una fuerza que te cuida y te acepta.

      CONCIENCIA AMABLE UNO Y OTROS (41 Min)

    • PRACTICAS EN LA VIDA COTIDIANA

      Aparte de meditar seguido con las prácticas de este taller, en la vida cotidiana puedes hacer mucho para mantenerte en el espacio amable. Date cuenta cuando en tu mente surjan patrones de pensamiento de juicio y definición o generalización hacia ti mismo/a. O hacia otras personas. Y suéltalo amablemente. No le regales neuronas a la construcción de personajes en tu mente. En particular date cuenta del diálogo interno sobre ti mismo/a. Y practica no hablar de ti contigo, sobre todo no hablar mal de ti, ni juzgarte ni regañarte ni insultarte.

      Práctica el autocuidado todo el tiempo: cuida tu cuerpo, tu mente, tu energía. No lastimes tu cuerpo, no lo descuides. Cuida tu mente: no la uses para construir aversión, enemistad, rencor, quejas crónicas, ni para reducir a los seres humanos a conceptos. Medita diario, aunque sea 10 minutos. No le des vueltas a lo que no te conviene pensar. Cuida tu energía: toma descansos entre actividades, Haz ejercicio sin lastimarte ni estresarte. Duerme lo suficiente. Tienes esta vida, es una increíble oportunidad, vivirla desde el amor natural es fenomenal.

  • TODAS LAS PRÁCTICAS DE MEDITACIÓN DEL TALLER


    SESION 1

    1.
    CONTACTAR EL AMOR NATURAL (25 min)

    2.
    RECIBIR AFECTO EN TU VIDA (28 min)


    SESION 2

    1. AFRONTAMIENTO COMPASIVO (22 Min)

    2.
    RECORRIDO DEL CUERPO CON AMOR (32 min)

    2.
    RECIBIR A TU CÍRCULO CERCANO EN LA CONCIENCIA COMPASIVA (10 min)

    SESION 3

    RECAPITULACIÓN (Sesión del 15 de marzo) 29 Min

    RECAPITULACIÓN CORTA (Sesión del 15 de marzo) 12 min

    Otras versiones con ligeras variantes:

    RECAPITULACIÓN 1 EVENTO

    RECAPITULACIÓN 3 EVENTOS

    SESION 4

    1. COMPASIÓN EN TU BIOGRAFÍA
    2.
    EXTENDIENDO LA COMPASION

    SESION 5: GRATITUD

    1. AMOR HACIA TI MISMO, SEGUIDO DE: GRATITUD A UN BENEFACTOR(A) Y OTRAS PERSONAS (40 Min)

    2. GRATITUD POR LA VIDA Y LOS RECURSOS (20 Min)

    SESION 6


    CONCIENCIA AMABLE UNO Y OTROS (41 Min)