1. CONTACTAR EL AMOR NATURAL (25 min)
2. RECIBIR AFECTO EN TU VIDA (28 min)
Esta primera semana del taller te recomiendo enfocarte en reconectarte con el amor incondicional como algo que está adentro de ti, y no afuera. Estos ejercicios para la vida cotidiana pueden ser muy útiles:
1. Cobra conciencia de cómo estás contigo a través de cómo te hablas. Nota el lenguaje que usas en el diálogo interno sobre ti mismo. Nota, en particular, cuando te castigas, te regañas, o te insultas. Cuando notes la voz autocrítica solamente nómbrala y sin añadirle nada, déjala ir: “ah… esta es la voz autocrítica, gracias, adiós”
2. Cobra conciencia como te relacionas con tu cuerpo y con tus necesidades básicas de cuidado y salud: ¿Atiendes pronto las necesidades físicas (comida, descanso, esparcimiento, hidratación? ¿Cuidas tu cuerpo bien y oportunamente? ¿Hay algún asunto de salud que no estés atendiendo? ¿Consumes algo que sabes que es dañino para tu cuerpo? ¿Haces algo que lastima a tu cuerpo cuando lo haces? ¿Haces ejercicio regularmente? ¿Sabes sentir tu cuerpo?
3. Cobra conciencia de las acciones de amabilidad de otras personas hacia ti, nótalas intencionalmente, dite mentalmente: “esta es una acción amable”.
Este es un texto my recomendable, por dos autores reconocidos por su trabajo de investigación sobre los temas del sistema de amenaza y el sistema de afiliación (o principio boiológico del amor)
LA BIOQUIMICA DEL AMOR (DESCARGAR PDF)
1. AFRONTAMIENTO COMPASIVO (22 Min)
2. RECORRIDO DEL CUERPO CON AMOR (32 min)
2. RECIBIR A TU CÍRCULO CERCANO EN LA CONCIENCIA COMPASIVA (10 min)
1. En esta segunda semana te recomiendo, aparte de la meditación, cobrar conciencia de los momentos en que experimentas dificultad o aflicción en tu vida. No tiene que ser un gran sufrimiento, simplemente reconocer los momentos en que surge aflicción. Y observa cómo te relacionas con al aflicción y contigo mismo. En esos momentos practica sobre la marcha reconocer el sufrimiento sin juzgarte ni reñirte por ello. Simplemente dándote conciencia amable.
2. Observa cómo tratas a tu cuerpo, y cómo te cuidas y cómo atiendes tus necesidades. En particular nota cuando te descuidas, cuando dejas que tu cuerpo se lastime, o dejas necesidades sin atender. Cuando esto ocurra haz un alto y cobra conciencia que tu cuerpo es tu vida y que de la salud de tu cuerpo y del cuidado que le es dependen tus estados mentales. Toma las acciones necesarias para cuidar tu cuerpo tus necesidades.
3. Recibe a las personas cercanas de tu vida con conciencia amable de manera cotidiana. Nota cuando dejas de hacerlo y entras en un modo de juicio, o deber ser hacia ellos, cuando lo juzgas. Procura resolver las diferencias desde la conciencia amable, sin descuidarte a ti y sin descuidarlos a ellos.
Este es un texto my recomendable, por dos autores reconocidos por su trabajo de investigación sobre los temas del sistema de amenaza y el sistema de afiliación (o principio boiológico del amor)
LA BIOQUIMICA DEL AMOR (DESCARGAR PDF)
En esta sesión vimos la práctica de recapitulación. Vimos que es común que nuestro “espacio afectivo” esté ocupado por la memoria de eventos del pasado donde experimentamos desconexión o inseguridad o amenaza en las relaciones personales, particularmente con personas cercanas.
Metafóricamente la práctica de recapitulación se entiende como una manera de recuperar la energía que hemos invertido a través de la vida en mantener eventos aflictivos o intensos del pasado que consumen la energía que necesitamos para poder nutrir la claridad y la compasión en el presente.
Esta práctica es muy útil y extraordinariamente liberadora si la hacemos de manera sistemática durante meses. Cada semana hacer la práctica ya sea con un solo evento o con varios (en la sección de prácticas te pongo ambas opciones). De manera que vayamos desactivando las memorias que aún nos marcan y limitan nuestra conexión con el principio biológico del amor.
En la vida cotidiana también se puede hacer la práctica sobre la marcha, de manera que no tengas que recapitular años después los eventos. En la vida cotidiana la clave está en procesar los eventos lo más pronto posible, antes de que se consoliden en memoria de largo plazo. El procesamiento requiere detenernos y conectarnos con el cuerpo, y aplicar la misma práctica de la respiración que hacemos en recapitulación, pero con la memoria fresca del evento reciente.
En la sesión examinamos brevemente la perspectiva neuro-psicológica del proceso de la reconsolidación, que es una explicación de por qué y cómo funciona la práctica de transformar las memorias aflictivas o traumáticas del pasado. Puse una pestaña con información sobre esto.
PRÁCTICA DE RECAPITULACIÓN
Esta es una práctica que te permite liberar la energía emocional de un evento o situación dolorosa o incompleta del pasado con alguna persona, que sigue vivo en ti.
Al liberarse la energía invertida en eventos del pasado se relaja la influencia que estos tienen sobre tu presente, además de que se aligera tu historia personal. Esto trae un profundo sentido de paz interior, a la vez que te permite abrirte con inteligencia emocional a otros seres humanos, particularmente en situaciones difíciles. Más aún te devuelve la libertad para acceder al campo abierto de posibilidades en las relaciones.
1-10 Min de Conciencia plena:
POSTURA Y CONEXIÓN CON LA TIERRA
Etapas de recapitulación:
• Evoca la presencia de una persona con la que hubo un desencuentro importante en tu vida. Recuerda el evento específico del desencuentro.
• Ve su rostro, di su nombre. Recuerda los detalles del lugar, el contexto, la ropa que traías, la hora, etc., lo mejor que puedas. Recuerda las palabras que se dijeron, o las acciones. Abstente de juzgar o interpretar la situación o de generar acusaciones o recriminaciones.
• Nota y siente cómo al recordar esto surgen cambios en tu cuerpo, en la tensión y en la energía. Incluso la respiración, la temperatura y los latidos del corazón cambian.
• Acepta completamente estos cambios, con aceptación y amabilidad, sin juicios y sin poner resistencia.
• Al inhalar: Mantén consciencia amable de la tensión emocional o la aflicción asociada a ese evento, particularmente en el plexo solar. Usa la inhalación para absorber la energía que está manteniendo activo el resentimiento y el compromiso a mantenerlo vivo.
• Retira suavemente esta energía del recuerdo y llévala al centro del corazón y del pecho. Imagínate que ahí hay un espacio abierto donde es posible soltar el compromiso (consciente o inconsciente) que mantiene activado este resentimiento.
• Renuncio al compromiso de mantener vivo este resentimiento.
• Retiro los cargos y retiro la energía que he invertido en mantener vivos los juicios.
• Dejo ir completamente este asunto y cualquier reclamo o resentimiento.
• Al exhalar: Deja ir cualquier reclamo o resentimiento hacia esa persona y hacia ti. Percibe y siente el relajamiento de la energía al exhalar. Toma conciencia de la sensación sutil de apertura y claridad que se despierta en la mente todo el cuerpo, al exhalar, esa tensión se relaja, se distiende y se integra en el cuerpo.
• Envía energía liberada. Al exhalar puedes también imaginar y sentir que exhalas energía liberada, incluso luminosa y clara, y la diriges y la envías al recuerdo, a la vivencia que estás recapitulando.
RECAPITULACIÓN (Sesión del 15 de marzo) 29 Min
RECAPITULACIÓN CORTA (Sesión del 15 de marzo) 12 min
Otras versiones con ligeras variantes:
RECAPITULACIÓN 1 EVENTO
RECAPITULACIÓN 3 EVENTOS
Hay algunos eventos que ocurren en la vida cotidiana con los cuales nos enganchamos emocionalmente, y puedes practicar recapitulación con ellos. Esto es en particular útil con eventos que no son recurrentes con una misma persona. Si son recurrentes entonces es importante atender tus necesidades y hacer algo al respecto para estar bien. Es decir, la recapitulación es para soltar eventos en los que ya no puedes hacer nada, son solo memoria de dolor.
COMO SE GUARDA UNA MEMORIA
El proceso cerebral mediante el cual un evento se “guarda” en memoria se le llama consolidación. Cuando tenemos una experiencia que el mismo cerebro marca como significativa o importante (porque incide de manera importante positiva o negativamente en nuestro bienestar), se inicia el proceso de memorizar ese evento. El proceso de memorizar tiene que ver con convertir en memoria de largo plazo una memoria de corto plazo. La memoria de corto plazo es donde se mantienen accesibles a la conciencia eventos significativos recientes, o sea de los últimos minutos o unas cuantas horas. Según las investigaciones, el cerebro tarda aproximamente 6 horas en convertir en memoria de largo plazo una memoria de corto plazo. Durante estas seis horas la información en la memoria de corto plazo puede ser modificada con otra información con cierta facilidad.
Una vez que la memoria se convierte en largo plazo, se consolida, se convierte en una posible predicción para eventos futuros. Es decir, el cerebro la utiliza para interpretar nuevos eventos. Por ejemplo, una vez que te roban tu cartera en el súper sin darte cuenta, tu cerebro tenderá a interpretar muchas acciones de otros o tuyas en el presente en contextos similares como “estar a punto de que te roben la cartera otra vez”. Por ejemplo, entras nuevamente al súper y tu cerebro activa la memoria y la usa para predecir: “cuidado, aquí puedes perder tu cartera.”
Así es como los eventos significativos se vuelven parte de la manera en que interpretamos eventos en el presente. Los eventos dolorosos o traumáticos del pasado funcionan de esta manera, son recuerdos de eventos pasados que generan interpretaciones en el presente y predicciones de lo que está a punto de ocurrir, o podría ocurrir. Es en cierto sentido el pasado repitiéndose en tu percepción, porque no importa que en realidad no esté a punto de ocurrir “lo mismo” que en el pasado, tu cerebro te hace creer que sí.
Esto es particularmente el caso con respecto a las memorias tempranas donde experimentamos inseguridad en las relaciones interpersonales o con respecto a nosotros mismos. Es decir, en aquellos eventos en los cuales el sistema de amenaza se activó en la interacción con otra persona, sobre todo si esta persona era muy cercana a nosotros y teníamos cierta confianza con ella, o sea nos sentíamos seguros con ella.
Estos tipo eventos nos “marcan” porque se vuelven memorias que nos llevan a interpretar las interacciones con personas cercanas de una manera similar al pasado. Y estas interpretaciones se vuelven también creencias generalizadas “la gente es mala” “todos te quieren ver la cara” “no puedes confiar en nadie” “si les das la mano abusan de ti” etc.
A menudo perdemos la conexión con el principio biológico del amor (cuidar, conectarte empáticamente) justo porque todas las memorias tempranas (y otras no tan tempranas) que tenemos donde se activó el sistema de amenaza nos llevan a interpretar de manera anticipada, que lo mismo va a volver a ocurrir con personas cercanas y no tan cercanas (porque el cerebro-mente generaliza y proyecta).
Esto nos puede llevar a tener una desconfianza crónica con respecto a las personas, o sostener creencias y tener ciertos comportamientos que inhiben nuestra al sistema de afiliación (cuidado y conexión). Al desconectarnos del sistema de afiliación perdemos nuestra conexión con el principio biológico del amor que es su base, lo cual hace que interpretemos las relaciones con otras personas, y a veces hasta con nosotros mismos, como riesgosas.
Al desconectarnos del sistema de afiliación tendemos a funcionar más desde los otros dos sistemas de regulación del ser humano: el sistema de amenaza y el sistema de logro. Entonces tendemos a ver a las personas con desconfianza (como amenaza) o como oportunidades para conseguir algo para nosotros (el sistema de logro) y perdemos la capacidad de ser compasivos, empáticos, solidarios.
Puesto que el principio biológico del amor es bidireccional, esta desconfianza también tiende a ocurrir con respecto a nosotros mismos. Lo podemos notar en la manera en que nos tratamos o nos hablamos a nosotros mismos cuando las cosas no salen como queremos o cuando estamos estresados: nos regañamos, o nos castigamos, nos juzgamos como tontos o ineptos, o a veces nos lastimamos o nos hacemos daño de otras maneras.
Resulta entonces crucial para reconectarnos con el principio biológico del amor, desactivar la carga de las memorias del pasado que se consolidaron junto con la activación del sistema de amenaza, es decir memorias estresantes.
Hay diferentes maneras de desactivar estas memorias, y el proceso de desactivarlas se basa en lo que en neuropsicología se conoce como “reconsolidación”.
LA RECONSOLIDACIÓN
Cada vez que recordamos algo ocurre un proceso maravilloso: la memoria se desintegra temporalmente. Es decir, los elementos que se asociaron en la memoria se desconectan momentáneamente. Cuando la memoria deja de estar en la conciencia de manera explícita y se guarda, se integran nuevamente sus elementos. A esto se le llama reconsolidación. Esto ocurre a nivel cerebral y es observable a nivel de procesos neuronales y hasta a nivel molecular.
Los neurocientíficos que han descubierto y estudiado estos procesos se han preguntado qué posible utilidad tenga para un ser humano el que la memoria de un evento se debilite y desintegre momentáneamente al momento de ser recordada. Y todo parece apuntar a que su utilidad es que nos permite actualizar una memoria con nueva información que la modifique y permita una lectura diferente del presente, más adecuada a las nuevas circunstancias, o a nuevos factores o nueva información.
Una analogía un poco divertida para entender esto es así: las memorias son como un tamal. El cerebro integra los ingredientes, consolidándolos y envolviéndolos en una hoja de maiz. Y estos tamales de la memoria se vuelven maneras de interpretar eventos presentes. Interpretamos ciertas señales como tamales rojos de pollo, porque tenemos tamales rojos de pollo en los recuerdos. Si quisiéramos cambiar la manera en que interpretamos las señales, habría que modificar el contenido de los tamales de la memoria. Para eso echamos mano del proceso de reconsolidación: traemos a la memoria un evento antiguo que fue consolidado con cierta información, le ponemos nueva información que cambie el sentido de la interpretación, y lo dejamos ir para que se reconsolide ya modificado.
Fragmento del libro Anxious de Joseph Ledoux sobre la reconsolidación:
¿Por qué el cerebro tendría un mecanismo tan extraño que permite que la memoria se desintegre cuando se recupera? En realidad, no es nada extraño. El propósito de la reconsolidación no es hacer que la memoria sea objeto de interrupciones, sino permitir que se actualice.
Un ejemplo de actualización proviene de un estudio que Lorenzo Díaz-Mataix y Valérie Doyére hicieron en mi laboratorio.
Para entender este estudio, sin embargo, tenemos que considerar algo más primero. Inicialmente, los investigadores pensamos que todos los recuerdos podrían ser susceptibles a la interrupción por bloqueo de reconsolidación. Pero el Dr. Nader, que ahora es profesor en la Universidad McGill, encontró que los recuerdos fuertemente condicionados (aquellos condicionados con un estados de activación especialmente intensos del sistema de amenaza) estaban protegidos del bloqueo de la reconsolidación.
Esta era una mala noticia para aquellos que esperaban que el bloqueo de la reconsolidación pudiera ser utilizado como tratamiento para el TEPT (estrés postraumático)s, porque este trastorno generalmente resulta de recuerdos muy fuertes que se han creado en respuesta a situaciones horribles.
Pero los investigadores Díaz-Mataix y Diére descubrieron que los recuerdos fuertes pueden ser sujetos a la reconsolidación si se incorpora nueva información a esa memoria, es decir, si se actualiza la memoria.
En esta sesión (4) del taller enfocamos en la compasión. Examinamos en qué consiste la compasión y su relación con la empatía (Ver pestañas abajo). Hicimos dos prácticas para cultivar la compasión, la primera de ellas: 1) Recordar eventos en los que actuaste desde la compasión hacia otras personas o seres vivos a través de tu vida. 2) Práctica de compasión hacia otras personas en el presente.
La primera de ellas la llamo “La compasión en tu biografía”
Esta práctica consiste de recordar momentos o eventos específicos en que actuaste compasivamente hacia otras personas. Se va haciendo progresivamente del pasado al presente. Recuerdas acciones, contextos, palabras, o como sea que se haya expresado la compasión a través de ti. Puede ser hacia otras personas o hacia animales. Si tu mente se va a otra cosa, vuelve a dirigirla a contactar estos recuerdos. Al final permaneces unos minutos disfrutando la conciencia amable.
La segunda práctica es Práctica de compasión hacia otras personas - en momentos difíciles en el presente.
En esta práctica comenzamos estableciendo conciencia plena y conectándonos con el principio intrínseco del amor en nosotros. Generamos una conciencia amable y compasiva. Después:
1. Traemos a la mente cualquier persona que conozcamos que sabemos que está pasando por un momento difícil ahora. Nos comentamos con la persona mentalmente, así como con el contexto o circunstancias -lo que sabemos- relacionados con su aflicción (enfermedad, pérdida de trabajo, soledad, ansiedad, estrés.. etc).
Recibimos amablemente la experiencia de aflicción de esta persona. Mantenemos una actitud de cuidar y ayudar.
Le expresamos un pensamiento, o deseo, de que pueda encontrar lo que necesite para estar bien, o para superar la aflicción y el momento difícil. Se trata de pensar creativamente, qué le podría ayudar, y luego enviárselo, como un deseo.
Dejamos ir a la persona.
2. Repetimos con más personas.
3. Extendemos a personas que no conocemos directamente.
4. Extendemos a otras personas en el mundo de las que sabemos indirectamente. O grupos de personas.
Pensamos creativamente qué les podría ayudar. Se los enviamos como deseo, o imaginamos que lo reciben. O las imaginamos ya en el bienestar, habiendo superado el momento difícil.
(El audio está en la pestaña continuación)
1. COMPASIÓN EN TU BIOGRAFÍA
2. EXTENDIENDO LA COMPASION
1. Esta semana cultiva la mirada de la compasión. Date cuenta y toma nota mentalmente de las acciones compasivas realizadas por cualquier persona, o por ti mismo. Puede ser también acciones que ves en alguna película o en algo que lees o en las noticias. Se trata de volverte muy consciente de lo que es una acción compasiva: alguien ayudado a alguien (ser vivo).
2. Esta semana, escríbele a amigos o personas que han sido compasivas contigo en el pasado. Mándales un mensaje simplemente saludándoles, y mencionando que los recuerdas como alguien que te ayudó. O algo así.
PRÁCTICA DE COMPASIÓN
Compasión es el encuentro entre el amor y el sufrimiento.
Compasión es la inclinación de ayudar o contribuir de manera específica al bienestar de un ser vivo que está en dificultades o está sufriendo o pasando por una dificultad. La compasión se basa en la capacidad natural que t e n e m o s los seres humanos de resonar con las emociones ajenas. A esta capacidad se le llama empatía. La compasión comienza con la empatía. Resonar con las emociones ajenas es un potencial con que todos los seres humanos nacemos, y tiene una base neuronal importante. Es decir, es parte de un ser h u m a n o tal como lo es una mano o los oídos. Cuando ves o escuchas o sabes de alguien que está sufriendo tu propio cerebro representa la emoción de esa persona en las mismas zonas en que representa tus propias emociones. El resultado es que tiendes a sentir la emoción que la otra persona está sintiendo. Las neuronas espejo son las encargadas de facilitar la empatía. Si a través de tu vida entrenaste y alimentaste los procesos de las neuronas espejo, la empatía es natural para ti. La empatía se puede entrenar a través de cobrar conciencia de las emociones de otras personas con una actitud de receptividad y ausencia de juicios e interpretaciones.
La empatía y más allá.
Sin embargo, la empatía por sí sola no es suficiente para generar felicidad en nosotros mismos y en nuestro entorno. La empatía es simplemente sentir y percibir la experiencia de otra persona o ser vivo. La empatía nos permite sentir y percibir hasta cierto punto el estado mental y emocional de una persona o ser vivo. Sin embargo, la empatía por sí sola, al ser simplemente un espejo que nos permite resonar internamente con la experiencia de otras personas, puede llevar a que nos fatiguemos de sentir las emociones y la aflicción de otros, y sin darnos cuenta optemos por ignorar o temer, o bloquear la empatí y las señales de la empatía de las neuronas espejo para no estresarnos.
La indiferencia, la lástima y la crueldad son resultado de neuronas espejo bloqueadas o no desarrolladas. Los médicos y las enfermeras y los profesionales de la salud frecuentemente se ven expuestos a m u c h o sufrimiento humano que les resulta abrumador, por lo cual aprenden –y es parte de una subcultura de estas profesiones- a bloquear la empatía y a referirse a los pacientes por n u m e r o o por su patología. "En el 15 hay una neumonía aguda". En la 18 hay una faringitis aguda con un cuadro de anemia". Es el mismo tipo de despersonalización que usan las fuerzas de seguridad: "comandante, aquí tenemos un XJ"...
Sin embargo, la empatía, cuando es transformada en una intención de contribuir de manera específica al bienestar de aquella persona o ser vivo con el cual empatizamos, se convierte en compasión. Así pues, compasión es la base que impulsa la intención de contribuir al bienestar de otra persona. Una vez generada esta intención, cuerpo emociones y mente se preparan para actuar. Este proceso despierta un caudal de emociones positivas, pues satisface en nosotros mismos una amplia gama de necesidades y aspiraciones en la dimensión interpersonal de la vida.
DESCRIPCIÓN DE LOS PUNTOS BÁSICOS DE LA PRÁCTICA
I. Etapa de empatía
1. Trae a la mente una persona que piensas que está sufriendo o pasando por momentos difíciles en este momento. (O tu mismo). Contacta receptiva y amorosamente su rostro, su expresión, su mirada, su presencia.
2. Cobra conciencia de cómo tu propio cuerpo emocional comienza a resonar con las emociones que percibes de esta persona.
II. Etapa de compasión
1. CONTACTANDO SUS NECESIDADES. Mientras te mantienes conectado con la presencia de la persona, sintiendo tu cuerpo emocional resonar con ella, intuye o siente qué necesidad podría tener ella que no esté satisfecha. Para tener más claridad en este paso, cobra conciencia de los eventos que sucedieron en su vida, de los cuales estás enterado, que detonaron emociones aflictivas en ella.
2. IMAGINANDO UNA ESTRATEGIA PARA ATENDER SU NECESIDAD. Ahora piensa en algo específico que crees que pudiera satisfacer esta necesidad. Estas estrategias pueden ser acciones, palabras, cosas, situaciones.
3. OFRECERLA A ESTA PERSONA. Ofrécele a esta persona, en tu imaginación, lo que crees que pudiera ayudarle a satisfacer la necesidad que percibes no atendida. Algunos ejemplos: “que encuentres las medicinas apropiadas”, “que tengas noticias de tus familiares desaparecidos”, “que encuentres un lugar seguro donde vivir”, “ que encuentres un trabajo donde puedas utilizar tus creatividad.”
En otra versión más sencilla de la práctica simplemente le dices a la persona:
“Que puedas salir de esta dificultad, o del sufrimiento. Que puedas encontrar lo que necesites par estar bien y estar en paz.“
Y aún en otra versión puedes más bien imaginar el bienestar de la persona, imaginando que la dificultad o el sufrimiento han cesado, y se han satisfecho las necesidades que estaban faltando.
Puedes hacer la práctica contigo mismo.
EL PODER TRANSFORMADOR DE LA GRATITUD
Las prácticas de gratitud que vamos a estar haciendo en este taller, tanto en meditación como en casa, tienen como propósito crear las conexiones mentales y emocionales que te permitan reconocerte en una red dinámica de seres, vida y recursos.
Los beneficios se dan principalmente en tres áreas:
1. Traer paz y tranquilidad a tu vida. Este es el beneficio emocional producto de la concentración y la creación y reforzamiento de nuevos caminos mentales-neuronales que amplían la base de nuestras respuestas emocionales.
2. Despertar en tí un sentido de interconexión apreciativa con otras personas. Esto reduce considerablemente la sensación de separación, aislamiento y soledad en la que tendemos a caer los seres humanos. Al mismo tiempo se fomenta la percepción de que todo lo que haces se da en un equipo de seres humanos. Te resultará más fácil conectarte con otros y pensar tus acciones en equipo.
3. Despertar en tí un reconocimiento activo de ser parte de una red de contribución de recursos en la vida. Te será más natural involucrarte creativamente con las diferentes situaciones y proyectos de tu vida. A medida que te familiarices más con la perspectiva de red podrás extenderla a más áreas de tu vida.
PRACTICA DE GRATITUD HACIA UN BENEFACTOR
Los elementos de la práctica:
La práctica consiste en traer a la mente a una persona en una situación, cuyas acciones resultaron benéficas para otra alguien (para tí, o para otra persona). Una vez que revives la situación en tu mente de manera específica “viendo” en tu mente lo que sucedió sin añadirle juicio ni interpretación, contactas con el beneficio que resultó de esta acción. En cuanto sientes en tu cuerpo la respuesta emocional que te da este contacto, expresa mentalmente las gracias a esta persona. Dile su nombre y “velo” al rostro mientras se lo dices. Al agradecerle dices específicamente qué acción y qué beneficio agradeces. Después, permanece unos minutos en silencio interno experimentando el efecto en tu cuerpo. Pasa a la siguiente persona. Puedes hacerlo con las personas que se sugiere, o con quien desees, en cualquier orden.
El resumen:
1. Piensa en un benefactor.
2. Contacta una situación específica en donde esta persona fue un benefactor. Revívela y siéntela en detalle. ¿Qué hizo o dijo, exactamente?
3. Contacta: ¿Qué necesidad satisfizo en tí su acción?
4. Mentalmente agradécele al benefactor su acción y su beneficio en tí, específicamente. Por ejemplo: Hola, maestro Lázaro, gracias por haberme enseñado a amar el conocimiento. Satisfizo en mi la necesidad de crecimiento e inspiración.
Permanece en silencio un par de minutos sintiendo tu cuerpo físico y el tono emocional sin introducir comentarios ni explicaciones.
PRACTICA DE GRATITUD
Esta es otra manera de hacer la práctica de gratitud, en la cual agradeces por lo que tienes y disfrutas, comenzando por la vida y siguiendo por diferentes recursos. En la práctica piensas en el recurso, lo recuerdas, lo contactas, luego imaginas a las personas o seres vivos gracias a quienes tienes y disfrutas de este recurso. Puedes imaginar una gran red en el tiempo y el espacio.
Agradece…
1. AMOR HACIA TI MISMO, SEGUIDO DE: GRATITUD A UN BENEFACTOR(A) Y OTRAS PERSONAS (40 Min)
2. GRATITUD POR LA VIDA Y LOS RECURSOS (20 Min)
RESUMEN DE LA SESION 6
En esta última sesión del taller vimos que los seres humanos tendemos a construir conceptos de nosotros y de los demás, y confundimos estos conceptos con las personas. Las reducimos a juicios, interpretaciones y etiquetas que los convierten en una cosa sin profundidad ni matices ni contextos. Perdemos de vista que tienen necesidades y aspiraciones como nosotros Y también hacemos esto con nosotros mismos: construimos un autoconcepto a partir de generalizaciones, deberes ser, apego al pasado y a otras definiciones y juicios sobre nosotros mismos. Y no somos eso, ni la gente es un concepto. Los conceptos de nosotros o de los demás son parte de lo que podríamos llamar “realidad social” una realidad que solo existe en nuestra mente y que es una manera rápida y expedita, aunque muy superficial, de organizar nuestro mundo social.
A continuación hay algunos textos sobre este tema.
Luego hicimos una meditación larga en dos partes: la primera es conectarnos con el amor natural en nosotros, fuera del autoconcepto, reconociéndonos como presencia consciente en el ahora, y sintonizándonos con la bondad natural que surge de nuestra misma biología. A partir de ahí reconocemos la conciencia amable que surge de ahí como un espacio de empatía, no-juicio, validación y compasión. Y entonces invitamos a otras personas a este espacio. Como si ofreciéramos una gran fiesta a la cual todo mundo está invitado. Traes a la mente personas, una por una, personas cercanas, neutrales, personas con las que tuviste diferencias o desencuentros, y luego a cualquier otra persona, o seres vivos. Se trata de practicar mantenerte en este espacio ante cualquier persona, sin perder la confianza.
La confusión que cierra el corazón
Los seres humanos desarrollamos la mayor parte de nuestras relaciones con nosotros mismos y con otras personas a partir de las definiciones e ideas que construimos en la mente de ellos y nosotros. Tomamos estas construcciones mentales como si fueran reales. Así, todos los días pensamos en otras personas y en nosotros mismos. En nuestra mente se tejen películas completas de relaciones y cada día vamos creyendo más y más que las "personas" tal como ocurren en nuestra mente son absolutamente reales.
Para crear estas construcciones mentales utilizamos memorias, recuerdos de situaciones, momentos que sí sucedieron en el pasado y las generalizamos. Pero se nos olvida que ya pasaron y que al capturarlas en la memoria y generalizarlas para hacernos una idea de alguien en la mente dejamos afuera muchas condiciones que han estado detrás y a los lados de cada persona en cada situación. Más aún, cada que repasamos en la mente la idea de una persona en una situación tendemos a exagerar unas partes, minimizar otras, añadir interpretaciones sobre sus intenciones, juicios sobre ellas, y sobre todo, a defendernos o reafirmarnos ante la persona que construimos en la mente.
Al construir de esta manera ideas fijas de otros y tomarlas como reales, construimos también una idea de nosotros mismos con respecto a ellas. Por consiguiente, la idea de nosotros mismos resulta igual de falsa que la idea que tenemos de ellos. Así surge una relación entre dos ideas, la idea de la otra persona y la idea de ti.
Las ideas que así construimos de otras personas -y al mismo tiempo de nosotros mismos son representaciones incompletas e imperfectas de eventos que ya no están sucediendo. Estas construcciones mentales se mantienen y alimentan de la energía emocional a través de patrones emocionales habituales.
Al relacionarnos con nosotros mismos y con otras personas a través de estas representaciones o ideas fijas, los seres humanos perdemos la capacidad de ver al ser humano real que tenemos enfrente. Entonces nuestras relaciones se vuelven un vaivén de proyecciones que no se conectan realmente con personas, sino con definiciones, ideas y prejuicios . En este entorno nuestro corazón se va cerrando y surge un sentido de aislamiento y soledad. Un corazón cerrado quiere decir que hay una fuerte tendencia a sentirnos predispuestos negativamente hacia los demás y hacia nosotros mismos.
El autoconcepto
La construcción de conceptos sobre las personas es parte de lo que en algunas corrientes psicológicas se llama “realidad social”. También construimos conceptos de nosotros mismos como parte de esta realidad social. Este autoconcepto se construye en parte en base a nuestra memoria biográfica (nos identificamos y definimos por lo que recordamos e interpretamos del pasado), y en parte por la imagen que tenemos de nosotros con respecto a otros. Puesto que sabemos que todos construimos una realidad social en la mente, donde cada quien tiene conceptos sobre los demás, y sobre sí mismos, porque desde pequeños vemos a nuestros padres y otras personas hacerlo, también desde temprana edad comenzamos a construir un autoconcepto social, se inicia por los años en que desarrollamos el habla y el lenguaje, a partir de los 2 años en adelante. Parte de la dinámica mental del autoconcepto es desear que la gente nos piense de cierta manera, y temer que nos piensen de otra, y tratar de controlar cómo nos piensan. Tenemos ideas de cómo creemos que nos ve cierta persona, o ciertas personas . Y a partir de esta idea nos preocupamos de cómo nos ven.
Pues bien, aunque en un nivel convencional la realidad social existe, y es parte del mundo de las leyes y las reglas de convivencia civil, es importante darnos cuenta que no somos el autoconcepto. Ningún ser humano cabe en un concepto, ni puede ser reducido a juicios o definiciones simples. Descubrir que no somos lo que pensamos de nosotros ni lo que los otros piensan de nosotros, ni lo que pensamos que piensan de nosotros, es altamente liberador. Además nos permite hacer lo mismo con otras personas: darnos cuenta que realmente no conocemos a los seres humanos que creemos conocer. Tenemos ideas y juicios sobre ellas, pero invariablemente son reducciones y generalizaciones en nuestra propia mente.
Liberando el camino al amor natural
Cuando soltamos las ideas fijas que tenemos sobre nosotros o sobre otras personas, se despeja el camino interior que nos permite sintonizarnos con el principio natural del amor. Entonces se activan cualidades como la empatía, la conexión, la confianza, la compasión, la gratitud y otras emociones positivas que surgen del amor natural.
Nunca perder la confianza
Una vez que nos conectamos con el amor natural en nosotros es bien importante darnos cuenta que es fácil perder esta conexión. La tendemos a perder cuando ocurren eventos desagradables o dolorosos con otras personas. O cuando vemos personas actuar desde el prejuicio y la desconexión. La clave está en que una mala experiencia no la generalicemos en siempre y nuncas y todos. Cuando ocurra una experiencia de desencuentro con una persona o por las acciones dañinas de las que te enteres, nota la tendencia a cerrar el corazón, a generalizar la experiencia, y a desconfiar del principio del amor.
Vivir desde el principio del amor no te hace más vulnerable a los demás, no te pone en peligro, puesto que parte de su función es cuidar de tus necesidades. Vivir amablemente no quiere decir dejarte lastimar, ni exponerte innecesariamente al peligro real. Quiere decir no vivir desde el prejuicio ni la aversión. No reducir a las personas a conceptos y juicios, sino mantenerte en el espacio amable, empático y compasivo y desde ahí gestionar tus necesidades, y desde ahí crear relaciones.
Esta es una meditación muy poderosa. Consiste en conectarte con la conciencia amable natural en ti, descansar en ella un rato, y luego invitar a otras personas a este espacio. Al final vuelves al espacio amable solo contigo, y te dices unas frases que te ayuden a reconocer el amor natural en ti como una fuerza que te cuida y te acepta.
CONCIENCIA AMABLE UNO Y OTROS (41 Min)
Aparte de meditar seguido con las prácticas de este taller, en la vida cotidiana puedes hacer mucho para mantenerte en el espacio amable. Date cuenta cuando en tu mente surjan patrones de pensamiento de juicio y definición o generalización hacia ti mismo/a. O hacia otras personas. Y suéltalo amablemente. No le regales neuronas a la construcción de personajes en tu mente. En particular date cuenta del diálogo interno sobre ti mismo/a. Y practica no hablar de ti contigo, sobre todo no hablar mal de ti, ni juzgarte ni regañarte ni insultarte.
Práctica el autocuidado todo el tiempo: cuida tu cuerpo, tu mente, tu energía. No lastimes tu cuerpo, no lo descuides. Cuida tu mente: no la uses para construir aversión, enemistad, rencor, quejas crónicas, ni para reducir a los seres humanos a conceptos. Medita diario, aunque sea 10 minutos. No le des vueltas a lo que no te conviene pensar. Cuida tu energía: toma descansos entre actividades, Haz ejercicio sin lastimarte ni estresarte. Duerme lo suficiente. Tienes esta vida, es una increíble oportunidad, vivirla desde el amor natural es fenomenal.
SESION 1
1. CONTACTAR EL AMOR NATURAL (25 min)
2. RECIBIR AFECTO EN TU VIDA (28 min)
SESION 2
1. AFRONTAMIENTO COMPASIVO (22 Min)
2. RECORRIDO DEL CUERPO CON AMOR (32 min)
2. RECIBIR A TU CÍRCULO CERCANO EN LA CONCIENCIA COMPASIVA (10 min)
SESION 3
RECAPITULACIÓN (Sesión del 15 de marzo) 29 Min
RECAPITULACIÓN CORTA (Sesión del 15 de marzo) 12 min
Otras versiones con ligeras variantes:
RECAPITULACIÓN 1 EVENTO
RECAPITULACIÓN 3 EVENTOS
SESION 4
1. COMPASIÓN EN TU BIOGRAFÍA
2. EXTENDIENDO LA COMPASION
SESION 5: GRATITUD
1. AMOR HACIA TI MISMO, SEGUIDO DE: GRATITUD A UN BENEFACTOR(A) Y OTRAS PERSONAS (40 Min)
2. GRATITUD POR LA VIDA Y LOS RECURSOS (20 Min)
SESION 6
CONCIENCIA AMABLE UNO Y OTROS (41 Min)