CONCIENCIA DE LAS EMOCIONES
I Y II
A partir del 2019 hemos ampliado el taller de conciencia de las emociones. Ahora ofrecemos dos talleres de seis semanas, ofrecidos secuencialmente en las sedes Yoga Espacio. El primero de ellos es Conciencia de las emociones I: la regulación emocional; el segundo es Conciencia de las emociones II: La creatividad emocional.
Para ver próximas fechas de Conciencia de las Emociones I: la regulación, haz click aquí, por favor.
Para ver próximas fechas de Conciencia de las Emociones II: la creatividad emocional, haz click aquí, por favor.
La regulación de las emociones
Las emociones son una fuerza esencial para toda actividad humana. Están detrás de nuestras decisiones y de cada pensamiento, palabra o acción que hacemos. Son al mismo tiempo una señal del estado de bienestar y una motivación para actuar, se manifiestan como expresión en el rostro y como cambios en la tensión muscular, se sienten y también se ven.
Las emociones pueden ser nuestras aliadas, como cuando nos ayudan a resolver algo eficazmente o a tomar una decisión que haga una diferencia positiva en nuestra vida o pueden hacernos la vida más difícil o complicada como cuando activan reacciones que empeoran nuestro bienestar o lastiman a las personas con las que compartimos la vida.
Las emociones son marcadores de memoria: están detrás de los momentos más memorables y significativos de tu vida y de los recuerdos más dolorosos, y al mismo tiempo siempre están listas para activarse ante cualquier estímulo que se presente, interno o externo, pues son jueces constantes de todo lo que ocurre en tu vida momento a momento, hasta de las mismas emociones.
Las emociones tienen la propensión a activar reacciones automáticas memorizadas de eventos del pasado. En esos casos nos regresan al pasado, nos hacen experimentar eventos actuales como si fueran idénticos a eventos antiguos, e impulsan reacciones que en realidad son repeticiones de reacciones antiguas a eventos pasados. Cuando nos dominan con reacciones automáticas nuestra vida se vuelve repetitiva y con muchas limitaciones, y parece casi un milagro cuando logramos encauzarlas para crear respuestas nuevas a eventos actuales, respuestas que tengan más probabilidad de generar bienestar para nosotros mismos y en nuestras relaciones con otros.
La clave para que esto suceda es la regulación emocional; éste es un término que resume el proceso interno que podemos ayudar a activar mediante el cual las emociones dejan de llevarnos inevitablemente a las reacciones automáticas y podemos aprovecharlas para crear acciones que enriquezcan la vida en lo personal y en nuestras relaciones. Regular las emociones se aprende y se desarrolla a través de procesos específicos, entre los cuales se encuentra la meditación de conciencia plena o mindfulness.
La siguiente vez que experimentes emociones aflictivas (derivadas de la ira, el temor o la tristeza) cobra conciencia de cómo se sienten en el cuerpo. Deja ir los pensamientos relacionados con estas emociones, simplemente siente tu cuerpo, sobre todo en tres áreas: la expresión de las emociones en el rostro, la tensión muscular en el cuerpo en general, y las sensaciones viscerales, incluyendo la respiración y los latidos del corazón. Y acéptalas completamente sin rechazarlas, sin tratar de cambiarlas ni de eliminarlas, sin desear que se vayan, solo siéntelas y acéptalas y deja de darles significados o de luchar contra ellas. Hazlo por un período mínimo de 15 minutos, o más si es posible. Nota cómo cambian la intensidad de las emociones.